¿Es normal? [Lams Modern AU]

Mi oportunidad

Había sido una noche para nada tranquila.
Tuve que viajar durante un corto lapso de tiempo, para encontrarme con Aaron Burr, el prodigio más conocido del colegio Princeton.

¿Para qué? Pues, la respuesta es simple.
Tengo 16 años, mi nombre es Alexander Hamilton. Mi sueño es algún día estar en el Congreso de los Estados Unidos, aunque para eso necesito preparación temprana, un curso acelerado de estudio, ¿Y quién mejor para aconsejarme que Aaron Burr?

Él posiblemente había tomado uno, y quería averiguar dónde y cómo.
Tras una no-tan larga búsqueda, lo ví caminando en la calle, y sin pensarlo, me abalancé sobre él; causando incomodidad en Aaron.

-Disculpe, ¿Es usted Aaron Burr, señor?
Pregunté confiado.

-Eso depende de quién pregunte.

-Soy Alexander Hamilton, estoy a su sevicio, señor. He escuchado su nombre en Princeton, luego de haber tenido un percance con un amigo suyo.

-Me estoy poniendo nervioso.
Exclamó, posiblemente de manera sarcástica.

La charla siguó un poco más, hasta que me invitó a pasar a un bar nocturno que había en la cuadra.

-¿Puedo darle un consejo?

-Eso estaría bien

-Hable menos, sonría más.

-¿Qué? Pregunté desconcertado.

-No puede estar hablando en serio...

-Los tontos que dan rienda a su boca acaban muriendo.

No pude contestar, ya que un grupo de tres chicos se acercó a saludar a Burr.

Uno de ellos era alto, moreno, y tenía un aspecto realmente intimidante.

Otro, hablaba con un notorio acento francés, y llevaba una coleta.
Era el más alto de todos.

Y por último, estaba el pecoso, el más bajito de todos. Era más o menos moreno,y tenía muchos rizos, despeinados y recogidos en una coleta desprolija.

Intenté presentarme educadamente cuando el que tenía pinta de patovica preguntó quien era.
Cuando este chico me interrumpió y se fue sin más.

Yo me quedé una hora más hablando con Burr y luego fui a casa de Martha Washington a dormir. Había sido una noche algo extraña para mí, aunque seguramente las consecuencias serían buenas.

Martha, que se había convertido en básicamente mi madre adoptiva, sabía muy bien que yo estaba saliendo adelante de una infancia muy traumática, así que siempre que no tenía donde dormir, iba a su casa cuando oscurecía.
George, su esposo, era la única figura paterna ejemplar que tuve en mi vida, ya que mi padre biológico nos abandonó a mi madre y a mí para irse con otra mujer, cuando yo tenía tan sólo 5 años. Mi madre murió cuando tenía 10, y desde ese momento, algo nuevo surgió en mí, algo nuevo, una voz que repetía:

"Alex, debes valerte por tí mismo"

Frase que, curiosamente, la cariñosa Martha me repite cada vez que me siento un fracasado total.

Así que cuando llegué a la casa, toqué la puerta y de inmediato me abrió Martha.
Cuando vio que se trataba de mí, sonrió ampliamente y me abrazó, invitándome a pasar.

-Hola querido! ¿Cómo te fue hoy? Preguntó animada como siempre.

-Bastante bien, aunque fue un día algo atareado.

-Debes estar muy cansado... ¿Quieres comer algo?

-No, gracias, como acabas de decir, estoy súper cansado, así que iré a la cama temprano el día de hoy.

-Buenas noches Alex. Me abrazó cálidamente. -Descansa.

-Buenas noches Martha. Descansa también. Dije mientras le devolví el abrazo de buenas noches.

-Salúdame a George. Grité mientras subía a la habitación en donde dormía.

Siempre, antes de dormir me quedaba pensando mientras observaba el techo, hermosamente decorado con estrellas que brillaban en la oscuridad.

Por mi cabeza rebozaban ideas, aunque, soñaba con hacerlas realidad en un futuro no tan lejano. Cumplir mi sueño y triunfar como escritor en el congreso de los Estados Unidos, era mi mayor meta, y no pensaba descansar hasta lograr concretarla.

"Algún día, algún día."

Esas palabras permanecían en mi cabeza, junto con "Esperanza".

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¿Qué puedo decir acerca de este pedazo de mierda?

Pues, que esta vez tengo expectativas más altas sobre él, y por si no se dieron cuenta, esta es la verdadera primera parte del fic (?

Y sé que la mayoría de ustedes vinieron aquí por el Lams, pero esperen un poco joder, que este no es un caso de "amor a primera vista.