Si bien ya sabía que John iba a enviarme un mensaje parecido al último, éste me hizo sonreír de igual manera.
¡Por fin estaba haciendo amigos!
No me malinterpreten, no es que sea asocial ni nada por el estilo, es que simplemente la mayoría de personas que hablan conmigo lo hacen para pedirme la tarea del colegio y cosas así.
Pero de verdad me gusta mucho socializar; y me emociono cuando charlan conmigo por alguna razón que no tiene que ver con mis notas.Entre mi nube de pensamientos saqué mi celular de mi bolsillo, y me percaté de que faltaban unos cuarenta minutos.
Me apresuré a cambiarme lo más rápido posible; aunque de alguna manera escogí la ropa informal más adecuada que tenía.Ya le había avisado a Martha y a George que salía hoy, por mensaje de texto, ya que ellos no iban a estar en casa esa noche, y no iban a volver hasta el mediodía por unos trámites de cuentas bancarias y cosas así.
Lo bueno es que confiaban en mí para cuidar la residencia Washington; porque soy a lo que mucha llaman
"Adolescente ejemplar."
Sinceramente, me aprovechaba de eso cada vez que podía, por ejemplo, esta.Corrí desenfrenadamente hacia el bar, y lo ví en la puerta, usando su celular.
Cuando levantó la vista, me saludó con su amigable sonrisa habitual.-Yo! ¡Buenas noches! Dijo mientras me abrazaba dándome palmadas en la espalda. Abrazo al cual correspondí sin dudarlo ni un milisegundo.
-Buenas noches John, entremos antes de que aparezcan las señales de tormenta eléctrica. Dije mientras le abría la puerta para luego pasar yo.
-Así que, ¿Mejor promedio de todo el colegio eh, Ham?
-Sí, ¡Es algo que los vagos como tú jamás llegarán a tener! Dije tirandome el cabello para atrás, y sonriendo de manera pícara, mientras mi mirada no se despegaba de John.
Luego de una charla corta acerca de nuestras familias, él y yo nos quedamos callados. Se hizo un silencio inimaginable, el cuál, por alguna razón, no era para nada incómodo.
Al contrario, se sentía tan bien poder comunicarse con él a través de puro contacto visual, y alguna que otra sonrisa de vez en cuando.
"A veces un silencio vale más que mil palabras si lo compartes con quien debes."
A todo esto, se hizo un poco tarde, y cuando Laurens había terminado ya su trago, salimos del bar luego de pagar lo que habíamos consumido, y salimos a caminar por un muelle que estaba a no-muchas cuadras de aquel lugar.
Aquel majestuoso silencio, llenó el muelle entero. Éramos los únicos que estaban por ahí exceptuando a un par de parejas dándose la mano, y en ocasiones besándose.
Sin darme cuenta, en un momento tomé la mano de John, aunque a él ni siquiera le molestó.
Estaba seguro de que sí se había dado cuenta.
Después de un buen rato dando vueltas por ese hermoso paisaje costero, se me ocurrió sacar mi teléfono móvil, sólo para darme cuenta de que eran las 2 AM.
-Hombre, es un poco tarde jeje, supongo que ya debemos irnos... Dije mirando al suelo mientras rascaba mi cabeza.
-Seh, adiós Alex, seeya!
Mientras lo veía alejarse, recordé que él vivía lejos, entonces mi pequeña mente pensó en invitarlo a dormir a la casa de George.
¿Si me dejarían?
Por supuesto, siempre y cuando, no haya ninguna sorpresita para cuando ellos vuelvan.
Corrí hacia él, y le expliqué rápido la idea, pude notar su pequeña sonrisita cuando le avisó a su padre y éste aceptó milagrosamente.
Nos fuimos en un taxi hasta casa de George y Martha. Era la hora de la verdad, quien dormiría en el piso y quién en la cama.
-¡Tú vas a mojar la cama! Dijo John aventándome una almohada para luego reírse.
-¡Y tú vas a llenarla de ignorancia! Grité lanzándome hacia él con una almohada, quedando en una posición algo hm... Incómoda.
Esa noche fue completamente genial.
Laurens y yo estuvimos despiertos toda la noche haciendo cosas como:Coquetear con las Schuyler por teléfono y luego reírnos de nuestros propios piropos.
Pedir pizza's para el vecino.
Jugar algún que otro juego estúpido pero divertido.
Hablar con Laffayette por teléfono para que nos enseñe francés, y la lista sigue y sigue.Había pensado en invitar también a Laff y Mulligan, pero sentía más curiosidad por John.
Nunca podíamos estar solos sin que alguien nos molestara, y tampoco podíamos hablar mucho por chat, ya que al ser Princeton, hay tareas a montón.Siempre noté su mirada de desaprobación cuando Eliza se acercaba a mí.
Es muy linda y tierna, debo admitirlo.La verdad es que tiene una sonrisa muy particular al igual que su forma de ser.
Aún seguía hablando con Aaron, pero cada vez, se distanciaba más de mí.
Aunque, no lo suficiente como para saber que está enamorado de Theodosia, una chica de otra escuela, que según lo que escuché, tiene novio.<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<
Pues, estoy bastante orgullosa de lo que llegué a escribir.
Me vino la inspiración de golpe ah
El próximo capítulo tratará de Aaron.Lo deje medio abandonado al nene (?
Ahahahagsvshdvd
Ya se nota la onda Lams (?)
Disfruten pequeños lectores.Pd: Son mas de 200,voy a morir de felicidad :D!
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¿Es normal? [Lams Modern AU]
FanfictionJohn Laurens, un joven de secundaria algo problemático y despreocupado, y Alexander Hamilton, aquel "Niño Prodigio", comenzaron a mirarse más constantemente desde su desagradable e incómodo encuentro. Tanto, Al punto al que comenzaron a preguntarse...