CAPITULO 10

17 2 0
                                    

Danna

Después de ver chicos ángel y chicas demonio con cabello de fuego intentando matarme, creí que ya nada me dejaría en shock.

Creí.

-Debes de estar bromeando.

Dramy negó con la cabeza -Diselos, ya no importa el juramento.

Paula asintió.

-No sé como, pero es así, me siento diferente. Pero es como cuando te cortas el pelo, te adecuas rápido.

La vi mejor. De cierta forma había cambiado, su cabello se veía mas brillante, sus ojos estaban mucho mas azules. Parecía... Más fuerte, mas guerrera.

No dijimos mas acerca del asunto, llegamos al tren justo antes de que partiera, fuimos al compartimento del comedor y encontramos a Rea/Maggie.

-Bien hecho.

No le contestamos tan hablamente.

-Tenga -Mateo le dio la tablet. Ella la vio tranquilamente y se fue transformando hasta ser un mapa de puro papel, lo enrollo y lo guardó.

-Listo, mi hijo es muy olvidadizo.

-Diganos dónde está -dijo Paula. Rea la fulminó con la mirada.

-Tú, semidiosa, deberías cuidar tu boca. Has crecido gracias a mi misión.

-Yo no...

-Mírate ahora. Te has vuelto tan poderosa como para hacer explotar un generador.

Paula palideció.

-Si. Acaba de pasar, lo hiciste sobrecargar. Bueno, en fin, en cuanto al cristal -se quitó un mechón negro de la cara -No sé exactamente dónde está, su magia se está escondiendo, ya que sabe que lo están buscando, pero alguien sabe su ubicación exacta, después de todo, él la escondió. En la próxima parada, Georgia, busquen a Forcis, dios menor del mar. Él sabe donde está.

Mateo apretó los puños.

-Osea, casi morimos solo para que tengamos que buscar a otro hombre.

Los ojos de Rea centellaron.

-Ten cuidado, hijo de Apolo. Muy pronto (mas cerca de lo que crees) verás la verdadera naturaleza del poder de Afrodita.

Se volvió hacia mí y desapareció, luego Santiago, Sebastián y Teresa entraron al comedor.

-Deben decirnos que pasó -dijo Santiago.

*****

Después de tratar nuestras heridas (decidimos hacerlo a la forma mortal, tanto Néctar nos mataría) comimos el almuerzo.

Entre mordiscos de mis papas fritas, les contamos lo que habíamos pasado juntos. Al finalizar, se hizo un silencio inquietante.

-Así que debemos ir a Georgia y buscar a la fuerza -dijo Santiago.

-No a la Fuerza -mascullo Teresa -Forcis, un hijo de Gea, el gobernante del mar antes de Poseidón. Tenemos que convencerlo de que nos ayude.

-Yo iré -dijo Santiago.

-Y yo -agregó Sebastián.

-Dos hijos del mar, por qué no? -dijo Dramy.

Me mordí el labio.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 23, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los Salvadores Predichos: El Cristal de UranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora