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abrí la puerta y frente a mi estaba aquella mujer, sin pedir permiso entró a mi casa y miro todo con cierto asco, eso me molesto así que la tome del brazo y la obligue a mirarme, - ¿ que quieres en mi casa?- ella rió con burla - en tu casa tienes lo que mas amo y solo quiero que sepas que no será fácil que me lo robes, yo soy quien a estado al lado de el todo este tiempo, asi que e venido a proponerte algo que tal vez te interesara- la mire con molestia y abrí la puerta para que se marchara -yo no tengo nada tuyo así que fuera de mi casa- ella me miró con burla- vamos niña no puedes negarme que necesitas dinero y a cambio de que dejes a mi hombre te daré una plaza en el mejor hospital con una excelente paga, pero tu tendrás que dejar a  levi sin mencionarle nuestro encuentro- la mire mas que molesta y la tome del brazo para sacarla de mi casa -niña piensalo por unos dias, si apesar de todo decides tener una guerra, esta bien solo te dire que yo ganaré y el estará de nuevo a mi lado como debe de ser- azote mi puerta y me deje caer en el suelo, mis lagrimas calleron al ver como esa mujer me trato como una basura, tocaron de nuevo y abrí molesta pensando que era ella, pero me sorprendí al encontrar a levi frente a mi, lo abracé y comencé a llorar, el solo respondio a mi abrazo y me permitio desahogarme entre sus brazos.

el sentir su calor y el respirar su aroma era un punto clave para controlar mis emociones que están disparadas, el me pidio que lo mirara, acto que me rehúse a hacer solo escondí mi rostro en su pecho, el acariciaba con ternura mi cabello, para calmar mi llanto descontrolado -¿ mikasa que ocurre?- sin dar respuesta a su cuestionamiento lo abrace con fuerza - vamos mi niña hermosa cuéntame que ocurrió en mi ausencia, o prefieres que lo descubra yo- sus palabras me provocaron un ligero escalofrío  y lo mire sorprendida - ¿levi tu aun amas a tu ex?- el me regalo una bella sonrisa y acarició mi rostro con sus dedos - sabes nunca la ame, fuimos pareja por un largo tiempo, mas nunca senti algun lazo fuerte por ella, como lo siento contigo- sus palabras me dieron tranquilidad ya que puedo hacer a un lado mis inseguridades - levi se que es absurdo decirlo tan pronto pero siento que te amo con todo mi ser- el me beso y cerró la puerta para llevarme de nuevo a mi cama, en verdad quería seguir en mi casa y que el recorriera mi cuerpo, pero me vi obligada a detenerlo ya que teníamos que ir al hospital, - levi no podemos hacerlo ahora hay que hacer guardia- el hizo un pequeño puchero y me dio un casto beso en mi frente.

salimos de mi casa e íbamos rumbo al hospital, el tomo mi mano  durante todo el camino, me sentía tan feliz de saber que el me escogio a mi y no aquella mujer, al llegar una enfermera corrió hacia nosotros y con un semblante alarmado le suplicó que fuera con ella a ver uno de los pacientes, ambos caminamos deprisa por los largos pasillos, fue grande mi sorpresa al encontrarme con aquella mujer intentando revivir a aquel paciente que levi había cuidado con mucho mas esmero que al resto, levi corrió a auxiliarla, por un breve momento me quede estática al ver su angustia, al parecer el chico no tenía familia y había sufrido un accidente que lo a dejado en estado de coma,  reaccione y ayude en lo que me era permitido ya que ambos se estaban haciendo cargo del asunto, al fin habían logrado tenerlo estable, levi saba sus rondas para terminar en aquella habitación, se le veía preocupado, solo pude caminar hasta la cafetería y pedir dos cafés cargados, mientras caminaba rumbo a la habitación escuche a dos enfermeras que hablaban sobre levi y la doctora petra, una de ellas decía que eran una buena pareja en todos los aspectos y que esperaban que remediaran sus malos entendido, pude sentir celos así que camine aprisa para dejar atrás a aquellas chicas, cada paso que daba solo lograba confundirme mas, y llegue a pensar en que tal vez no era la indicada para el.

caminaba sin mirar al frente y sin darme cuenta había llegado donde el estaba sentado viendo a su paciente, le di el café sin mirarlo a los ojos, tome asiento a su lado y mire hacia la puerta, se escuchaban pasos que se acercaban a donde nos encontrábamos, suspire cansada al ver a aquella mujer entrar.

cuando tu memirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora