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Cᴀᴘ 11 🔥《 Tᴇᴍᴘᴇ̂ᴛᴇ》

》Pov. Tn.《

Nico se alejó mientras hablaba por el celular hasta perderse de mi vista. Aproveche el momento para bajarme del mesón agarrando la taza para servirle su poco de café, depositando el suyo en la mesa para agarrar el mío bebiendo del mismo. Al ver que Nico no regresaba ni se escuchaba nada supuse que seguramente se habría ido, sin entender porque una repentina tristeza crecía en su pecho. Terminé mi café para guardar el vaso, alejándome para entrar en mi habitación por la puerta que conectaba el pasillo con la cocina, dejando la privacidad al chico si por casualidad no se haya ido.

Al entrar en el cuarto, me observé al espejo horrorizada por el notorio sonrojo en mi rostro. Con ambas manos en mi rostro, entré en mi baño para refrescarme con un poco de agua, que luego seque con una toalla. Al verme en el espejo nuevamente había logrado bajarle algo pero sin duda alguna seguía siendo lo suficientemente notorio.

Eva: Venga, Eva, pero, ¿Qué coño esta pasando por tu mente? -Me reté mirando el espejo algo frustrada por todo lo que estaba pasando pero sin saber exactamente porqué. Y eso me dejaba peor, catastrófica mente peor. Sólo me faltaba que Nico me escuchase y pensar por completo que estoy muy mal de la cabeza, que desastre.- Haz de controlarte, sólo es un jodido chico muy, pero cabe destacar que muy sexy que acabas de conocer hace como una hora, así que bájale dos a tus hormonas alteradas de una buena vez, o nos ira mal -Dije negándome mientras me señalaba a mi misma por el espejo. Al ver lo estúpida que me veía suspiré- Ya valí verga, estoy loca. 

En eso me seque la cara, saliendo del baño para sentarme en la cama por un momento. Necesitaba aclarar mis ideas pero en eso escuché un ruido venir de afuera, alertándome hasta que recordé que significaba que Nico seguía en el lugar, gesto que de alguna manera me emocionó. En ese momento dejé la toalla a un lado de la cama para así salir de la habitación en dirección a la cocina, en la cual me encontré con el azabache bebiendo si café quien al verme sonrió apenado para dejar la taza vacía en la isla. Si acercó hasta a mí para atraerme de las caderas hasta él, rodando sus labios con los míos, haciendo que mi mente se desconectara por completo, concentrada solo en él.

Debería sentirme horriblemente avergonzada pero en ese momento olvide toda la pena que se había acumulado en mis mejillas, mirando sus cerezos. Este los tenía entre abiertos como si quisiera decir algo pero no sabía cómo, lo cual me creo intriga pero a la vez me daba la sensación de que me diría algo que no me gustaría. Estaba algo sonrojado y como no, si justo nos estábamos comiendo las bocas de una manera muy hambrienta.

Nico: Eva, tengo que irme. —Murmuró contra mis labios pero sin separarse de mi, cosa que me hizo mirarle directamente a los ojos.— Me están llamando mis amigos, ellos están preocupados. Me dijeron que si ya me habían secuestrado. -Comentó con gracia divertido acompañando sus palabras por una preciosa sonrisa ladino logrando que soltara una risita, levemente sonrojada ante sus insinuaciones.- Pero no podía decirles que una hermosa española me había secuestrado y yo decidí ir por voluntad propia, querrían conocerla. -Me miró soltando una risa y le miré fingiendo indignación.-

Eva: ¡Eh! Exactamente porque viniste por voluntad propia es que no es secuestro. —Sonreí divertida a lo que él soltó otra risa acompañada de la mía. Le miré directamente para negar divertida mientras se acercaba más.— ¿Acaso te avergonzaría que me conocieran cuando nosotros ni nos conocemos tan íntimamente? — Me hice la ofendida aunque no podía negar que ese pensamiento si me había dolido, a lo que él soltó una carcajada limpia acercándose más a mi logrando ponerme nerviosa pero trataba de mantener mi compostura incluso cuando ya tenía sus labios encima de los míos.-