Reunión

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Mikasa no entendía por que ahora su hermano mayor le permitía ver al hombre raro de sombrero que por cierto se robó su atención con sus cejotas doradas que a pesar de no verla directamente a la cara porque estaba muy ocupado hablando con su "amante", así lo había asumido la pequeña, por alguna extraña razón se sentía familiarizada con ese gigante. Sentía que si abría la boca arruinaría ese momento rompería el hechizo, su hermano no estaba sonriente ni nada, su cara y su voz se escuchaba de hecho más seria aún hablando algo que no comprendía del todo y no por que fueran palabras elegantes, solo que no era en su idioma natal.

El hombre rubio con cejas como arbustos de mora silvestres la observaba de reojo he intercambiaba miradas con Levi hasta que ambos se enderezaron para mirarla fija durante unos minutos he intercambiar aún más palabras, la pobre niña ya se estaba cansando de tanto secretismo comenzando a hacer leves pucheros y recostar su delicado rostro contra la mesa recibiendo miradas de reproche de parte de su hermano mayor que no se demoró en darle un pellizco en la mejilla para que levantara su rostro.

¿Ahora si me van a decir de que tanto hablan?—preguntó la joven sentándose derecha como su hermano le había enseñado.

Veo que no has fallado Levi—dijo el hombre rubio dándole una pequeña sonrisa a su anfitrión que parecía querer salir corriendo.

Tsk, claro que sí, ¿Quién me crees?—atacó Levi tratando de no perder su compostura mientras dicho desconocido hombre soltaba un suave risa.

Usted es... ¿Amigo especial de mi hermano?, señor—preguntó Miks ignorando la mirada desaprobatoria de su hermano, aquel hombre fornido se encontraba algo interesado en esa conversación con la niña.

 — "Especial", ¿A qué te refieres con esa palabra jovencita?—cuestionó el hombre relajando su postura.

Erwin— Con que ese era su nombre, ahora Miks tenía un nombre, pero ¿Por qué se le hacía tan conocido?—No hace falta que preguntes...—Su hermano no pudo terminar porque aquel hombre de manera atrevida le cubrió la boca con su mano, dejando a la niña algo asustada tomando en cuenta que su hermano no dejaba que nade tocara su rostro.

Continua niña, quiero saber que grandes hazañas a hecho tu hermanito en esta suciedad de vecindad—dijo Erwin con cierto tono de burla, Levi entrecerró los ojos tratando de saber en que pensaba el idiota de cejas.

Bueno... Especial, en el sentido de que... ¿Se dan besos?—Erwin cubrió su rostro con su sombrero mientras escuchaba como Levi luchaba por liberarse de su agarre, la inocencia de los niños era el regalo más grande que la madre naturaleza le daba a estos pequeños seres—. ¿Lo malinterpreté?—preguntó la pequeña bajando la mirada jugando con sus dedos.

Después de eso Levi logró zafarse para ir a preparar té, esa era su escapatoria cuando estaba nervioso o algo iba mal, las dos personas restantes en la mesa sabía muy bien eso, Erwin no se molestó en aclarar el incidente y dejó a la pequeña niña con las mismas dudas de antes, pero esta vez eran más intensas porque los roces entre su hermano y ese hombre aumentaban haciéndola sentir algo celosa por no ser ella la que tenga es topo de atención por parte de su cuidador, cuando el hombre rubio  se levantó para atrapar a su hermano entre sus brazos Miks se escandalizó separándolo abrazándose a la cintura de su hermano el cual se sentí bastante avergonzado por la situación tratando de calmar ha ambos bandos, sabía que Erwin solo lo hacía para fastidiarlo ya que él y sus creencias lo contradecían frente aquellas asquerosidades como el las llamaba.

—N-no toques a mi hermano... ¡Él es mío!—Levi abrió los ojos como platos mientras Erwin servía el té, nunca le había conocido esa faceta, pero no podía evitar que le parecía adorable.

—Qué adorable niña, parece que no has tenido problemas en cuidarla—dijo Erwin sentándose con las piernas cruzadas como el caballero que es, pero esta vez con una mirada más seria aún.

 —Miks, vete a la habitación, hablaremos después de tu comportamiento, Erwin y yo tenemos asuntos que resolver te lo explicaré después—le revolvió el cabello a la pequeña antes de empujarla fuera de su vista, las cosas se pondrían feas si ella presenciaba la conversación.

Miks en con solo pucheros se acostó entra las sábanas de la única cama que había en toda la pequeña casa, no entendía la relación que tenía su hermano con aquel hombre raro, solo sabía que había algo que en el fondo la incomodaba como cierta corazonada que sentía en su pecho al ver a aquel hombre que sentía ya haber conocido antes.

Ya se estaba comenzando a quedar dormida cuando sintió la cama hundirse se levantó de inmediato para encontrarse con su hermano mayor quien simplemente le acarició la cabeza nose había quitado los zapatos y solo se había sentado a su lado, no entendía que sucedía hasta que el simplemente le dio un corto abrazo y la acercó lo suficiente para poder mirarla a los ojos.

Voy a salir, no sé cuento tiempo sea. El abuelo de Armin te cuidará al igual que la hija del panadero... No puedo darte explicaciones, lo siento. Solo duérmete —Levi depositó un pequeño beso en su frente, ahora ella tendría que defenderse por su cuenta. No sabía cuanto tiempo se iría.

No entiendo, ¿Qué estas diciendo?—preguntó Miks de manera inocente ladeado a un lado su cabeza.

—Lo siento mucho, se que estarás bien sin mi— respondió Levi levantándose de la cama.

Levi...—fue lo último que sus labio pudieron pronunciar ara igual todas las noches, su cabeza se apagaba y no podia hacer nada más que caer en su mundo de sueños aunque su voluntad fuera otra.







La fotografía (Rivamika AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora