Capitulo 3: Algo Exigente.

1.2K 99 11
                                    

-¡Emma!-La voz de mi hermano hizo que me cortara con la afeitadora.

-Ya voy imbécil-Salí de la habitación solo con una bata de baño, la cual solo tapaba lo esencial.

Me reprendí a mí misma por levantar la voz, mama tenía que estar durmiendo, trabajaba demasiado, lo mínimo que podía hacer era ayudarla a descansar.

Al bajar las escaleras, me encontré a Alex con un paquete en mano, mi hermano era bastante guapo, aparte del instituto trabajaba en una empresa de modelos, Tenía el pelo castaño claro y ojos azules, Tenía un cuerpo de ensueño, pero tenía algo que hacía que todos sus atributos se fueran a la mismísima mierda.

Era un estúpido.

-¿Qué quieres?- Dije en tono indiferente, la cortadura de mi pierna comenzaba a arderme.

-Te dejaron esto-Dijo entregándome la caja.

-Gracias-Di media vuelta para poder subir las escaleras, en la punta de esta estaba mama, mirándonos de manera somnolienta.

-¿Qué traes ahí?-Bajo un escalón  y señalo la caja.

-Me acaba de llegar, no sé qué es-Dije levantando los hombros.

Luego de hablar con mama unos cuantos minutos después me adentre en mi habitación, coloque la caja sobre la cama, por un momento pensé en cambiarme y luego abrirla, pero dicen por ahí que la curiosidad mato al gato pero este murió sabiendo.

La caja tenia plegada una nota que estaba escrita con letra cursiva muy poco entendible, conocía esa letra a millones de kilómetros.

Era de Jhon.

>>Para mi próxima conquista<<

Al abrir la caja me encontré con unos chocolates los cuales también traían una nota adherida.

>>Unos chocolates, para que te endulces la tarde<<

Al ver más adentro también había una foto de el, que al voltearla también había otra nota.

>>Aquí una foto mía, para que te refresques la vista<<

El muy imbécil se creía poeta, iría a darle las gracias por tan hermoso regalo.

Tome unos shorts y una remera de los Beatles, me amarre el pelo en una cola de caballo, tome una mochila cualquiera y coloqué las cajitas de chocolates y la foto, y la coloque detrás de mi espalda.

Baje las escaleras con prisa aún  estaba a tiempo de ver algo del entrenamiento de beisbol.

Mi skate estaba a un lado de la puerta, lo cual me hizo más rápido mi escapada. Al salir de casa pude notar que hacia un tiempo muy agradable, cada vez que tenía que ir al instituto en skate no importa si estaba de buen humor o no, anhelaba un carro con urgencia.

Al llegar al campus me coloque el skate en la parte delantera de la mochila, por lo tanto tenía que comenzar a caminar.

Al llegar al play los chicos estaban haciendo abdominales, otros bateaban por turnos, John estaba delante de una maquina aparando las pelotas que esta le proporcionaba.

Al cabo de un rato de estar sentada en las gradas sin que nadie se percatase de mi presencia (Lo cual me facilitaría el trabajo) el entrenador Mcaurty, los envió a las duchas.

Dure alrededor de cinco minutos para entrar, al hacerlo solo llevaba conmigo las cajitas de chocolates y al foto , deje mi mochila justo a la puerta de los vestidores.

Los del equipo se quedaban mirándome con asombro pero yo hacía caso omiso a algunas miradas de reproche y una que otra morbosa.

-Emma, ¿Qué haces aquí?- Al darme vuelta me encontré con un Jhon solo con una toalla en su cintura, se me hizo muy difícil apartar mi vista de su abdomen mojado a causa de la ducha rápida.

-Venía a decirte una que otra cosa-Dije subiendo la voz a tal punto que hasta el que se estuviese duchando dejara de hacerlo para prestarme la debida atención, si, debida.

-Por lo que veo te ha gustado-Dijo señalando la caja de chocolates y la foto.

-De eso venía a hablarte, ¿Puedo?-Solo asintió, hasta la última ducha dejo de sonar cuando comencé a hablar-Como sabrás no soy igual a las demás chicas- Dije señalándome.

-Si eso lo sé-

-Por tanto, ¿Cómo se te ocurre enviarme chocolates?, ¿Me quieres ver gorda?- Su mirada era fría y cristalina, pero eso no haría que yo parara, lo disfrutaba igual que los demás chicos que no paraban de reír- Y cómo es eso que me mandas una foto tuya  diciendo que me refresque la vista- Enarque una ceja- No tengo que ver una foto tuya ahogándote en grasa (Tenia el six paq más marcado que había visto) para refrescarme la vista.

-¿Por qué haces esto?-Dijo en un susurro apenas audible.

-Si dices ser un príncipe, y quieres salir conmigo, tienes que estar a la altura de esta princesa-Dicho esto di media vuelta y Salí de los vestidores.

-¿Por qué tu cara?-Llevaba la mañana completa maldiciendo por mis adentros a mi hermano, había soltado su estúpido Hamster como despertador.

-Alex-Dije en un gruñido.

Estábamos en el receso de clases, toda la cafetería estaba repleta el bullicio se paró a causa de una trompeta que sonó, al darme vuelta venia entrando la manada por la puerta principal, siempre haciendo su famosa “entrada triunfal” si se vieran, parecen necesitados buscando atención.

-Hola bonita- Dijo Jhon sentándose al lado mío y dándome un beso en la mejilla izquierda.

-Mi nombre es Emma- Dije gruñendo, a sinceridad, hoy no era mi día.

-Ok, Emma-Dijo asintiendo- No estaba enterado que todavía a tus 17 años usabas braguitas de flores- Dijo levantando la voz haciendo que toda la cafetería quedara en silencio el cual a los pocos segundos se rompió volviéndose un caos de la risa.

-Baja la voz estúpido-Dije dándole un manotazo- ¿Por qué haces esto?- Dije en un susurro.

-Tu ayer estabas exigente, pues creo que es mi punto, para que veas que también los príncipes tenemos opiniones-Dijo agarrándome la barbilla con su dedo índice y pulgar.

-Déjate de exigencias baboso, que aquí el que tiene que enamorar a  quien eres tú a mí no yo a ti- Dije parándome de la mesa para irme.

-Pero para yo enamorarte tienes que llenar requisitos- Dijo enarcando una ceja, toda la cafetería hizo un sonoro ‘’o”’, el cual me hizo bajar la guardia.

-Eres tú que te la das en príncipe, pues deja y te digo que yo-Dije señalándome- ya no quiero príncipe en caballos, ya me están gustando más los vampiros en sus Volvos, lo que implican cambios.

Toma ahí Principito de cuento de hadas, Emely me siguió hasta que salimos de la cafetería.

Quería guerra, pues guerra tendría.

No le saldría tan fácil como el creía.

¿Qué les pareció?, espero que todo bien!

Regálenme una estrellita y uno que otro comentario….Besos

Principes?...Solo en cuentos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora