A ella la cogió del pelo y la sacó a rastras de la casa, dejándola tirada en el patio trasero. Cerró las puertas del piso de abajo y volvió a mi cuarto. Creo que te imaginas lo que ocurrió después, pero prefiero no contarlo más.
Estaba asustada, la poca felicidad que conseguí se desvaneció de nuevo y con ello también las pocas esperanzas que tenía en que me ocurriera algo bueno.
No me hacía falta la ayuda de un psicólogo para saber que estaba sumergida en la depresión y en una rueda de continuas desgracias.
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problems. ©
Teen FictionDemasiados problemas en la vida, unos más importantes que otros, pero los de ella también contaban. Le tocó vivir una vida que nadie debería merecerse, pero allí se encontraba ella, pasando por ello sola. Ni si quiera un psicólogo pudo hacerla habla...