{tres}

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Sabes... cuando te mudaste aquí, lo presencié. No creas que soy una stalker, pero ese día justo me pilló el momento de tu mudanza cuando miraba por la ventana y no pude evitar cotillear, ni quería evitarlo. Tenía curiosidad.

Pero cuando vi cómo tu madre te tomaba de la mano y tú le sonreías a ella, yo también quise eso para mí. Que mi madre me sujetara de la mano, pero nunca lo tuve.

Con eso no digo que mi madre esté fallecida y por eso no pudiera, está más que viva, pero nunca fue muy afectiva conmigo.

Tuve celos, y siempre me pregunté por qué mi madre no quería cogerme de la mano, hasta que lo descubrí.

problems. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora