24. Maldito Homofóbico

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Narra Zayn

Desperté de mi sueño debido al sonido del timbre de la casa. Le había dicho a Cheryl que podía pasar la noche conmigo.

Salí tambaleandome con los pies descalzos, pero al pasar por la cocina, todo estaba sucio.

—Y aquí qué pasó?—Pregunté confundido al ver a Gemma limpiando el espeso liquido de las paredes.

—Un unicornio vino y causó una explosión de chocolate—Fruncí el ceño pero antes de que pudiera decir algo, Anne estaba entrando con Cheryl a su lado.

—Oh, Zayn, lo siento, Gemma hizo un desastre—Anne se acercó a mi, dandome empujoncitos para que saliera del lugar.

Cheryl me saludó con su mano, y la señora Anne nos indicó que volvieramos a mi habitación.

—Lo siento, la madre de Harry se quedará por hoy, con su hermana

—Esta bien—Dijo con una sonrisa.

Se sentó a orillas de mi cama comodamente, y yo junto a ella.

Estuvimos charlando por un rato hasta que finalmente nos quedamos dormidos. A la mañana siguiente, cuando abrí mis ojos, ella no estaba allí.

—Cheryl?—Murmuré como pude, sentandome recostado de la pared. No había señales de ella por la habitación, y no estaba en el baño ya que la puerta estaba abierta.

Salí de la habitación, con mis ojos entrecerrados. En la mesa del comedor, estaban Liam, Niall, Gemma y Cheryl sentados desayunando tostadas.

—Buenos días, bello durmiente—Se burló Niall dandole una mordida a su desyuno.

—Dónde están Anne?—Pregunté.

—Ella salió—Respondió rápido Gemma masticando su comida—Volverá...luego.

Me encogí de hombros y me dirigí a la cocina en busca de mi comida, que para mi suerte estaba servida en un plato, que tome, y llevé a la mesa para comer junto a los demás.

Narra Harry

Harry?—Sentí una mano que tocaba mi cabello y me obligué a abrir los ojos—Ya pedí el desayuno—Susurró levantandose. Él ya estaba vestido, con unos jeans y una camisa blanca.

—Yo aún tengo sueño—Me quejé escondiendome bajo la cobija.

—Hace dos horas que estoy esperando que despiertes para llevarte a ver una pelicula o algo, no me hagas divorciarnos.

Reí muy fuerte aún debajo de la cobija—Ahora eres tú el que me soborna.

Me retorcí cuando sentí que jalaban de mi.

—Tienes que desayunar!—Gritó halando de la cobija hasta que finalmente me la quitó y quedé totalmente descubierto—Te lo advierto, no me obligues a sacarte de aqui desnudo.

—Pero tengo sueño!!!—Me di la vuelta golpeando con mis puños la cama.

Cerré mis ojos fuertemente. Lou se había quedado totalmente en silencio por varios minutos. Me acurruqué abrazando una almohada, hasta que por fin comencé a dormirme nuevamente.

Pero antes de que pudiera caer en el sueño, unos brazos me tomaron y me puso sobre su hombro.

—Qué estás haciendo!? Estaba a punto de dormirme!—Me sacudí trantando de soltarme, pero no pude—Qué hora es?

—Las siete de la mañana—Dijo tomando la maleta que al parecer ya estaba lista.

—Te haz vuelto un madrugador, el matrimonio te afectó, vuelve a la cama... Lou?—Me ignoró y siguió caminando—En serio, Lou, bebé, el sueño me domina, además... No temes que vean el trasero de tu esposo?

—Yo tengo mejor trasero que tú, y, tú eres mio, no me importa si te ven. A ti te da vergüenza?

—No, en lo absoluto, solo no quiero que vean mi parte delantera!—Fui aumentando mi tono de voz mientras noté que ya estabamos entrando al elevador.

—Uh, no lo hará cariño, solo mantente pegado  mi—Me dijo palmeando mi trasero, como si fuera un bebé. Solté un suspiro frustrado alejando un mechon de mi rostro—No quería discutir contigo, ya arreglaremos las cosas en el auto.

—Me llevarás así hasta el auto?—Él asintió—Pero...me dejarás dormir en el auto?

—No te molesta que te lleve así por el estacionamiento y la recepción?

—Mis parpados se cierran solos—Dije en un bostezo, relajandome sobre su hombro.

Para qué molestarme con él? Si me dejaba dormir en el auto, yo no tenía ningún problema con que me llevara cargado, así no tendría que morverme.

Cuando llegamos abajo, se escuchó el pequeño chillido de alguien que entró luego al elevador.

—Oh Dios! Primero tengo que verlos jugueteando y ahora veo...eso—La voz que reconocí en seguida, hizo a Lou estremecerse.

—Por favor, usted solo es un botones, ahora quitese de mi camino, que pienso salir de aqui—Louis siguió caminando y entregó la llave, pero el botonos detrás de él veía mi rostro con una mueca.

—Que suerte que se van!

Lou se detuvo en seco y se acercó a una pared dejandome ahí, dejando la maleta frente a mi para cubrirme.

—Usted...—Mi chico aclaró su garganta frente al hombre, que era exactamente de su tamaño—Tiene algún problema contra nosotros?

—Claro que lo tengo, cómo se le ocurré llevarlo por ahí, de esa manera, los demandaré por exhibicionismo, y lo peor, simplemente lo peor, son unos cochinos homosexuales sin vergüenza!

Louis, sin pensarlo dos veces lo golpeó en el rostro, que dejó al hombre desconcertado por un segundo.

—Si me lo permite, me retiraré de aqui con mi marido, y no lo volveré a ver en mi vida.

El botones solo gruño e hizo un intento de devolver el golpe, pero apenas pudo rozarlo.

—Maldito homofóbico—Lo dijo sin ninguna vergüenza y se acercó a mi para volver a lanzarme sobre su hombro y llevarme fuera del lugar lo más pronto posible.

—Me encantó! Le diste un buen golpe—Dije cuando ya nos habíamos subido al auto y tomé la maleta para buscar mi ropa.

—Era tan desagradable, en la mañana cuando estabas durmiendo también me lo encontré, y dijo otras cuantas cosas, tuve que resistirme de no partirle la nariz.

Reí colocandome una camisa, y encendió el auto para irnos a quién sabe dónde.

Diferentes | NiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora