Fresh nos va narrando lo que ve día con día. Cosas simples, pero que le hace sentir bien el contar y compartir. En su entorno ocurren muchas cosas que valen la pena observar, pero las visitas son casos especiales.
Nos relata el correr de sus días, d...
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Hoy el día brillaba con suavidad. La luz del sol se iba entre ratos por las nubes que, aunque pequeñas, eran varias. La luz caía con calidez, las aves sobrevolaban el cielo causando sombras rápidas sobre le hierba crecida. Vi un par de lagartijas correr por ahí, entre rocas.
Glitchy brah hoy vino solo. Su gesto era triste, noté que fruncía el ceño. Pensé que lloraría, pero sólo se quedó en silencio y sacó una botella de agua para regar los botones de flores rosadas que parecían tomarse su tiempo para florecer.
Se quedó sentado un rato, viendo las lagartijas corretear. Les tiró una piedra y las vio huir. Glitchy brah sonrió. ¡Sonrió! Me alegré tanto de verle, aunque fuera unos instantes, sonreír nuevamente. Sin lágrimas, sin ese gesto de pesadumbre que me preocupaba.
Se quedó un rato más, sin hablar mucho. Decía un par de cosas sobre que traería flores, aunque tuviera ya mi propio arbusto. Parecía que le desesperaba que se tardaran en florecer, reí un poco con eso.
Se quedó un par de horas más, con ese gesto que me ponía intranquilo. Después se fue, caminando lentamente, como si no quisiera irse.
Este día me sentí acompañado. Me gustó verle. Sigo preocupado, pero él luce mejor.
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