Fresh nos va narrando lo que ve día con día. Cosas simples, pero que le hace sentir bien el contar y compartir. En su entorno ocurren muchas cosas que valen la pena observar, pero las visitas son casos especiales.
Nos relata el correr de sus días, d...
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Hoy el día estuvo ligeramente caluroso. Aun así, el viento era fresco, viajando por el espacio y removiendo todo, balanceando mis flores que parecían bailar.
Me senté, mirando el cielo. Estaba tan azul, sus nubes tan blancas y todo tan iluminado. Hoy el sol brilló más de lo usual, pero sin cegar. Era bastante cómodo.
Cerré mis cuencas, escuchando de fondo las aves cantar durante un rato, hasta que unos pasos llamaron mi atención. Me giré, viendo acercarse a Glitchy brah. Sonreí mientras le veía llegar.
Me trajo flores. Eran muy preciosas, con un color crema que deslumbraba. Glitchy brah se sentó en el suelo, viendo el cielo, igual como lo había hecho yo. Cerró sus cuencas, el viento fresco removía su ropa con suavidad.
Me hizo feliz ese gesto calmado que puso, mientras parecía relajar su cuerpo. Estuvo un rato así hasta que abrió sus cuencas, mirando el pasto moverse.
"Hoy también es un buen día", dijo, recostándose.
Sonreí, viéndole relajarse con las cuencas cerradas nuevamente, acostado sobre el pasto. Me recosté igual, para disfrutar el ambiente a su lado. Estuvimos en silencio, pero era un silencio tranquilo que me agradaba y reconfortaba.
Glitchy brah se quedó un rato más, hasta que se levantó para regar con agua de una botella mi arbustillo e irse, metiendo las manos en sus bolsillos y mirando al cielo.
Fue un día que me gustó mucho, pues pude relajarme un rato, al lado de Glitchy brah.
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