Fresh nos va narrando lo que ve día con día. Cosas simples, pero que le hace sentir bien el contar y compartir. En su entorno ocurren muchas cosas que valen la pena observar, pero las visitas son casos especiales.
Nos relata el correr de sus días, d...
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Hoy el día fue cálido. Sentado en el suelo miraba el cielo azul tan brillante. Este día me sentía bien, hay un calor en mi interior que me gusta, es genial sentirme así: relajado.
Tenía ganas de ver a Glitchy brah. Quería ver su sonrisa, quería ver su rostro tranquilo que me tranquilizaba igual a mí.
Estuve un rato, mirando el cielo, sonriendo un poco por lo bonito del día, cuando escuché pasos aproximándose. Glitchy brah volvió. Sonreí más, viéndole acercarse, con pasos seguros llegando a donde estaba. Dejó flores, un ramillete de flores rosa suave, con brillante centro fucsia.
"Son claveles... Me recuerdan a ti", me dijo.
Sentí mi interior arder y una inmensa felicidad invadirme.
"Te amo...", dijo con suavidad. "Todo, a partir de ahora, estará bien, Freshy", subió su mirada al cielo. Se quedó un rato en silencio, sonriendo.
El viento sopló con suavidad removiendo sus ropas, los pájaros cantaban de fondo y el pasto se removía con suavidad. Giró su mirada a mis flores, sonriendo un poco más.
"Y siempre... siempre te amaré".
"Y yo a ti".
Alzó su rostro, girando su cabeza y mirando su alrededor. Me hizo gracia verle hacer eso. Aunque no comprendí por qué lo hacía, no le tomé importancia. Glitchy brah suspiró y sonrió nuevamente. Regó con agua mi arbustillo, guardó las manos en su hoodie y, con el rostro mirando al frente, se marchó.
Me sentí muy bien de verle irse así: tranquilo, con una sonrisa de verdad en su rostro. Glitchy brah siempre ha sido especial para mí. Aunque antes no pareciera que nos lleváramos mucho, yo siempre supe que él se preocupaba de alguna forma por mí.
Le amo desde hace mucho tiempo, aunque nunca se lo dije antes. Lo quiero mucho y por eso todo este tiempo estuve preocupado, pues nunca antes le había visto así: mal, decaído, triste. Sentí miedo por él, miedo que no se recuperara, pero verle sonreír de nuevo me llenaba de calma.
Fue un día tranquilo...
Hoy me siento en paz.
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