Revelación

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Varios minutos más tarde llegó a la casa y subiendo las escaleras de dos en dos llegó hasta la puerta de su amigo la cual aporreó sin descanso hasta que el médico abrió con mala cara por los incesantes ruidos.

-¿Qué pasa?- cuando abrió y por fin descubrió quien era el causante de semejante escándalo relajó la expresión y le dejó paso- Shizuo, ¿qué te pasa?-

El rubio entró rápido como un rayo derecho al salón y con un largo suspiro se dejó caer en el sillón.

-Está vivo Shinra... ¡ESTÁ VIVO!- se notaba un tono alterado en su voz y levantó la cabeza en busca de apoyo por parte de una de las pocas personas en la que confiaba.

-¿Vivo? ¿Quién? - se sentó a su lado.

-¿Quién va a ser? Izaya - Shizuo se pellizcó el puente de la nariz- Hace un momento le he notado, te juro que he oído su voz y hasta su olor estaba cerca pero por más que miraba no - soltó el aire de golpe - debo sonar como un lunático.

El hombre de gafas le miró con curiosidad y meditó con mucho cuidado sus palabras a fin de evitar cabrear a la persona equivocada.

-Shizuo, no te entiendo ¿Qué quieres decir con que has oído a Izaya?

- Ni yo mismo lo entiendo bien, hoy después del trabajo estaba en la calle pensando en nada importante cuando noté su olor cada vez más intenso y cuando me dispuse a seguirlo por los callejones de repente desapareció para dar paso a su voz, le oí tan alto y claro cómo te oigo a ti y al final le noté a mi espalda, me dijo adiós tan cerca que podía tocarlo pero cuando fui a enfrentarlo ya no se encontraba ahí.

-Ya veo - Shinra se llevó un dedo hasta sus labios y cerró los ojos por un momento pensando en todo lo que acababa de escuchar - Pero ya sabes que es imposible, Izaya murió en aquel edificio y se encontraron pruebas irrefutables de ello como restos de ADN, evidencias de su estancia allí, restos de su ropa por no hablar de los testigos. Yo también lo dudé al enterarme pero han pasado casi tres días desde entonces y no hay nada que revele que fuera un truco o una mentira.

-¡Lo sé!- El rubio soltó un bufido al notar que no le ayudaba en nada todo esa retaíla de palabras inútiles - Lo sé pero lo que te he contado es cierto y no lo entiendo ¿cómo puedo escucharle cuando está muerto? ¿Qué me pasa? -

-Puede que le eches de menos - el médico probó suerte con esa afirmación absurda mientras alzaba los hombros dubitativo.

-Menuda estupidez, lo único que siento es no haber sido yo quien acabara con su vida pero eso puedo arreglarlo contigo.

Shinra se movió hacia atrás y se inclinó sobre el sofá en señal de disculpa.

-Perdóname pero quiero descartar todas las opciones aunque suenen absurdas- volvió a levantarse y fue a la cocina a preparar un par de tazas de café mientras pensaba en alguna explicación lógica para lo que le había contado el rubio.

«Está claro que algo le pasa si se encuentra tan alterado pero es imposible que sea pena por la pérdida lo que le hace ver u oír esas cosas, quizá es que aún no se lo cree y espera que aparezca y por eso tiene esas alucinaciones pero eso es grave; si no lo acepta ya dichas alucinaciones podrían volverse problemáticas y permanentes»

Volvió con dos tazas que puso sobre la mesa enfrente de ambos y cruzó sus manos por encima de las piernas dispuesto a encarar al hombre más fuerte de la ciudad en un tema peliagudo.

-Shizuo, creo que puedes estar teniendo alucinaciones - pronunció esas palabras realmente bajo y con la mirada fija en el sillón por miedo a la reacción de la persona que lo había escuchado.

¿Desaparecido? CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora