Movimiento

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Shizuo observó a esa persona que pronunció su nombre de esa manera tan característica y que aunque odiaba, ahora le reconfortaba el alma, entró directamente en el ascensor y sin decir ni una palabra se situó frente a Izaya que se quedó acorralado contra la pared.

-Esto es ¿real?

Shizuo había pasado por demasiadas cosas en los últimos días, había perdido repentinamente a esa odiosa persona aunque no le produjo placer ni alegría sino todo lo contrario, sentía un vacío en su pecho que no alcanzaba a comprender; tras eso comenzó a tener ciertos problemas mentales tales como voces o visiones que se desvanecían al momento lo que provocó que dudara de aquello que tenía alrededor.

En el momento que comenzó a ver la luz y pensó que todo se solucionaría ocurrió ese fatídico accidente que lo había sumido en la tristeza más absoluta, no quería tener a nadie cerca pues el simple hecho de pensar en los lazos que mantenía con sus amigos y conocidos le dolía como un cuchillo atravesando su corazón; por eso echó a todos de la habitación pero con Izaya sentía algo diferente pues no quería alejarle sino todo lo contrario.

Se acercó más a él y alzó una mano para acariciar su mejilla aunque no llegó a tocarle.

-Dime Izaya ¿estás aquí de verdad?

El moreno totalmente asombrado por ese comportamiento asintió.

-Sí, estoy aquí.

Lo que ocurrió en ese momento dejó a Izaya sin palabras por primera vez en mucho tiempo, él que siempre tenía respuesta para todo y que sabía salir de cualquier situación utilizando su labia y sus conocimientos quedó paralizado ante el fuerte abrazo que le dio el rubio en el momento que le confirmó que estaba allí. Le rodeó con los brazos y hundió la cara en su cuello, podía notar el leve temblor de los brazos que le rodeaban y a pesar del hilo musical que cubría ese espacio reducido pudo escuchar los sollozos de Shizuo que se aferraba cada vez más al cuerpo de su mayor enemigo.

-No te vayas de nuevo... - susurró apenas sin voz.

Izaya se mantenía allí de pie con los brazos caídos sin corresponder ese acto y con los ojos muy abiertos intentando analizar lo que estaba pasando.

«No entiendo nada, me odia y lo sé, toda la maldita ciudad lo sabe aún así ¿Por qué me abraza tan desesperado? ¿Qué no me vaya de nuevo? ¿Qué quiere decir? »

Izaya le separó de su cuerpo y examinó con mucho cuidado cada detalle de la persona que tenía delante notando de este modo sus ojos enrojecidos y húmedos mostrando una mirada perdida, una mueca seria, sus brazos caídos, las piernas sosteniendo el peso de su cuerpo por pura costumbre por no hablar de las múltiples marcas y heridas que hacían ver que ese hombre capaz de sobrevivir a todo lo que se pusiera por delante estaba a punto de hundirse.

«Está destrozado, podría aprovechar la oportunidad y acabar con él de una vez por todas... No es una mala idea y es seguro que jamás volveré a tener esta oportunidad, aunque su manera de actuar me intriga bastante ¿Puedo usar eso a mi favor? Si consiguiera que estuviera a mi lado sería invencible...»

-Shizu-chan – se inclinó hacia un lado para que le prestara atención y sonrió con un brillo malicioso en sus ojos - ¿Estás bien?

Shizuo recuperó la compostura y se giró para salir dispuesto a marcharse a la calle.

-Sí, me voy a casa.

En ese momento sintió una mano agarrarle por la muñeca y gruñó al sentir un dolor punzante justo debajo de la venda que cubría las quemaduras de sus brazos.

¿Desaparecido? CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora