Louis empezaba a sufrir crísis respiratoria ante el contacto visual con el rizado, nunca había imaginado que esa figura que aparecía en sus sueños existía en la vida real y peor aún, que desde hoy será su nuevo vecino de en frente.
¿Podrá Louis acostumbrarse a tener contacto con el rizado de sus sueños?
—Golpes en la puerta – ¡Louis! – El castaño volvió a la realidad al escuchar la dulce voz del rizado.
Respiró profundo y trató de calmarse lo más posible para luego abrir la puerta.
—Gracias – dice el rizado entregándole la caja de herramientas a Louis.
—De nada – le devuelve el gesto y cierra la puerta, abrió los ojos como platos al recordar que no sabía su nombre, así que abrió la puerta con esperanzas de que éste se ecuentre ahí, pero no estaba, la volvió a cerrar y guardó la caja para luego encerrarse en su taller secreto.Louis iba bajando las escaleras, justo en frente de ésta se encuentra una gran pintura de su difunto esposo Evan, aún extrañaba la buena víbra y esperanza que el castaño de ojos cafés inundaba en el hogar, pero después de su muerte todo se había vuelto frío, desilusionado, sin color.
Las lágrimas volvían a amenazar con salir de los ojos de Louis, cada vez que bajaba esas escaleras veía esa pintura única en el mundo y nunca ha querido quitarla de su lugar.
Acarició la pintura nuevamente y volvió a adentrarse, montones de pinturas cubrían las 4 paredes del sótano al cuál él a denominado “Su taller secreto”.
Y pensar que para Louis las horas que pasaba allí dentro eran como minutos o talvez segundos.
—9:57 P.M – dijo el pequeño castaño mirando el gran reloj que se encontraba a la par de las escaleras.
Subió y puso seguro a la puerta para luego entrar a la cocina, una cena sencilla podrá quitarme el hambre esta noche; susurró para sí mismo ya que estaba sólo.
Preparó una ensalada de frutas y las bañó en jarabe, comenzó a comer sentado en la encimera de dicha cocina.
Había acabado y se sentía satisfecho, subió a su cuarto y entró al baño para quitarse todas las marcas de pintura que se habían quedado pegadas a sus manos y partes del cuerpo, terminó y se recostó en la cama, como todas las noches empezó a recordar los lindos momentos que había vivido junto a Evan, aveces sollozaba de tristeza, aveces de felicidad, así lo hace todas las noches para poder descansar tranquilamente.
†
Ésta vez me encontraba sólo, sentado en un banco en medio de un lugar lleno de flores, y como de costumbre todo en blanco y negro.
De un momento a otro llega Evans y se sienta a mi lado.
—Cariño... – digo apenas un hilo de voz.
—Louis... – me tocaba la mejilla con su suave mano, su tacto era frío y su voz sonaba con ecos.
—¿Qué haces aquí?
—Ya es hora Louis... Es hora de enamorarte otra vez... – lágrimas comenzaron a caer de sus ojos.
—No cariño, no puedo olvidarte, serás el primero y el último ¿entiendes?
—Louis... ¿Ves a ese chico de allí? – señala a un joven alto y pelo rizado que tenía flores en sus manos.
—Sí amor...
—Ya es hora Louis... Es hora de enamorarte otra vez...No me dejó responder porque ya había desaparecido aquella figura de Evans, mí Evans, comencé a sollozar mientras todo a mi alrrededor desaparecía lentamente junto con el rizado...
†
Louis había despertado con los agudos sonidos de su celular, una llamada entrante de Zayn se reflejaba en aquella pantalla, estrujó sus ojos y se sentó en la orilla de la cama para tomar la llamada.
—¡Buenos días Louis!
—Buenos días Zayn...
—¿Te acabas de despertar?
—Mhm... Sí...
—Son las 11:47, Niall y yo nos preparamos para el vuelo, así que nos veremos pronto en casa.
—Está bien...
—Levántate de la cama y ve a lavarte los dientes, aquí me llega el mal olor.
—Ya deja de ser tan malvado, adiós.
—Adiós pequeñín.La última palabra que quería escuchar Louis era “Pequeñín” ya que no le agradaba y más si se refería a él.
—Dentro de seis horas Niall y Zayn llegarán a la ciudad – volvió a susurrar para sí mismo.
Entró al baño y abrió la regadera para luego meterse y gruñir por el agua fría que salía de allí. Lavó sus dientes, buscó ropa para estar en casa y salió de su cuarto.
Había entrado a la cocina, Louis preparaba un emparedado, abrió la puerta de su adorado taller secreto dando mordiscos a su pan y volvió a bajar las escaleras, dobló no sin antes darle una última mirada al precioso cuadro de su esposo.
Sacó un cuadro en blanco y lo colocó en el artil, tomó su carboncillo y comenzó a dibujar la figura del rizado, para Louis hacer eso ya era una costumbre.
...
Había terminado dicho cuadro, comenzó a darle los últimos toques y lo guardó para luego subir y ponerle seguro a la puerta.
Se dirigió a su cuarto y se lavó las manos ya que las tenía llenas de carbón.
Volvió a bajar pero estaba vez fue a la sala, abrió las ventanas y vió a aquél rizado limpiar su jardín.
¿Es hora de enamorarme otra vez?
∽
LARRY IS REAL <3
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El rizado de mis sueños ∽ L.S ©
FanfictionEn donde Louis Tomlinson es un amante a la pintura y Harry hábil a las escrituras.