El rizado de mis sueños ∽ L.S ©

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El cuerpo de Harry fue azotado contra la dura pared, sus piernas estaban alrededor de la cintura de Louis, Louis besaba desesperadamente los labios de Harry, luego el mentón, luego el cuello, dejándo así marcas que no desaparecerán pronto.

—Te quiero dentro de mí, Louis –comentó Harry con la respiración entrecortada.

—Vamos arriba –Louis ya sabía exáctamente cómo era la casa de Harry, así que no tuvo problema en dirigirse a las escaleras con el rizado sobre él.

Pero antes de que subiera el primer escalón la puerta fue golpeada varias veces.

—¡Maldición! –gritó Harry bajándose del cuerpo de Louis. El oji-azul mordió su labio inferior, ya estaba harto.

¿Harto de qué?

Ha pasado un mes desde que Harry se mudó al vecindario, hace un mes Louis se dió cuenta de que la imaginación puede volverse real.

Louis y Harry se han declarado idirectamente su amor, por lo que ninguno de los dos se ha dado cuenta.

Harry es el único que hace que Louis se olvide por un buen momento de Evan, cuando está junto al rizado imagina que la burbuja en la que se encuentran está flotando lo más lejos posible de los problemas y malos recuerdos. Junto a Harry, Louis no puede estar mejor.

Harry ama a Louis, y pensar que aquél chico risueño de sus sueños, el lindo y atento oji-azul, estaría con él, rodeándolo con sus brazos, no en sus sueños, ¡En la realidad! Y eso, ni aunque con el tiempo que ha pasado, no se lo cree, pero está satisfecho, por ahora se siente la persona más feliz del mundo.

Aún no son novios, ni siquiera se han demostrado su amor, sólo han intentado tener “sexo” o más bien ¿Hacer el amor inconscientemente?... Pero cada vez que lo intentan siempre hay alguien o algo que los detiene. El destino está en contra de ellos. Y a Louis le molestaba.

—Ya abre –comentó molesto Louis, mientras arreglaba su camiseta y volvía al sofa.

Harry caminó lentamente peinando su larga cabellera con sus manos para parecer lo más normal posible. Tomó la perilla y abrió la puerta, encontrándose con una chica de corto y rubio pelo. Gemma, su hermana mayor.

—¿Gemma? –preguntó frunciendo el ceño, ella se cruzó de brazos y arqueó una ceja.

—¿Me vas a invitar a pasar sí o no? –inquirió graciosamente, Harry sonrió y se hizo a un lado, ella entra y se encuentra con Louis. Pasan miradas y el oji-azul por algúna extraña razón se sintió nerviosamente molesto.

Talvez esa sea la novia de Harry o algo por el estilo. -¡Dios Louis, ya deja de pensar en esas cosas!- Gritó internamente.

—No sabía que tenías novio, Harry –comentó Gemma, aún con la mirada fija en Louis.

—¿Novios? –interrumpió Louis para después pararse del sofa– No lo somos, soy el vecino de en frente, y tengo que irme, hasta pronto Harry.

—Espera Louis, no tienes que fingir, ella es de confianza –Louis frunció el ceño, sin entender qué era exáctamente lo que Harry quizo decir.

—¿Perdón? –preguntó mirando a Gemma.

—Gemma él es Louis, mi novio –abrió los ojos como platos ¿Por qué lo habría llamado como su novio? ¿Acaso está loco?– Louis, ella es Gemma, mi hermana mayor.

—No me digas “hermana mayor”  –ésto último lo hizo haciendo señas con sus dedos, dando a entender unas comillas– Eso me hace sentir más vieja –suspiró pesadamente. Louis sonrió, su hermana le pareció muy agradable y divertida– Hola, Louis, eres muy lindo para ser novio de mi hermano –el oji-azul volvió a poner la cara de antes, se sonrojó, no sabe el porqué Harry la había llamado su novio.