Capitulo 4

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Cuando iba por los pasillos para dirigirme al aula de literatura, como era de esperarse varios idiotas se me quedaban viendo descaradamente y soltando uno que otro halago. De verdad que es sorprendente como los hombres son tan faciles, es decir con solo ver a una chica con prendas de ropa muy reveladoras se vuelven mas idiotas de lo que ya son pienso que deberian de ver mas alla del fisico, bueno claro que es importante ver si la persona es atractiva pero pongamos un ejemplo si la chica es linda y no tiene buenos sentimientos, no le sirve de nada ser linda o bonita porque asi jamas lograra hacer funcionar alguna relacion al igual que los chicos idiotas que parecen tener su cabeza pero no su cerebro y corazón.

Siempre he sido una fanatica de los libros aunque mi genero favorito es el romance juvenil y una que otra novela clasica de romance tambien las he leido, y bueno como cualquier lectora aficionada siempre he vivido con la vaga ilucion, esperanza o como quieran llamarlo de encontrar a ese chico ideal a ese chico que paresca haber salido de un libro, siempre he anhelado tener mi propia historia de amor, y decir que me gustaria que no hubiera cliché en mi historia seria algo tonto ya que bueno el cliché esta presente en todo momento porque mas de alguna persona coincide con lo que talvez tu has vivido y generacion tras generacion se convierte en eso, en un autentico cliché.

Dejando de lado mi espiritu soñador me percato que he llegado al aula de literatura, por lo que como todos los dias tomo mi lugar correspondiente.

El profesor raymond llega exactamente cuando el timbre suena, poniendose sus gafas pasa a tomar una hoja de su portafolio y comienza a hablar.

—bueno en este pedazo de papel tengo... - no termina de hablar porque el ruido de la puerta abriéndose lo interrumpe, los expectantes ojos del profesor raymond se dirigen al idiota que se encuentra parado en la puerta con una gran sonrisa, este pasa sin siquiera saludar toma su lugar y me mira con la misma estupida sonrisa con la que llego, el profesor solo niega y continua con lo que estaba diciendo antes de que el idiota de a un lado mio llegara. —bien como decia en esta hoja tengo ya registradas los equipos para este proyecto, asi que conforme vaya nombrandolos tendran que venir por su respectivo libro- finaliza y empieza a nombrarlos.

Mientras tanto empiezo a dibujar garabatos en mi libreta, pero la voz del idiota de un lado mio me saca de mi pequeña borbuja.

—¿que dibujas?- pregunta mirando mi libreta, yo ruedo los ojos y lo volteo a ver

—nada- respondo cortante la verdad es que no tenia ganas de hablar con el suficiente habia tenido hoy en la mañana, en pocas palabras tenia un humor de perros.

—bueno entonces ¿que haces?- dios que fastidioso es.

—James no puedes solo cerrar tu maldita boca y dejarme en paz- le digo ya un poco molesta, como vuelvo a repetir no tenia humor.

—uy que genio te cargas nena- comenta en tono burlesco, algo que realmente a mi me molesta mucho mas.

—mira James solo cierra tu maldita boca que no tengo humor para estar soportando tus comentarios sin sentido- le digo cruzandome de brazos prestando nuevamente mi atencion a mi cuaderno. Después de unos minutos el profesor raymond nombra a James y a mi, los dos nos levantamos al mismo tiempo y nos dirijimos hacia el escritorio del profesor.

—bien chicos de verdad espero que se esfuerzen en este proyecto sobre todo usted joven owen- el profesor raymond mira fijamente a James, este solo asiente despreocupado y raymon nos entrega el tan esperado libro, yo lo resibo ya que el idiota me miraba expectante esperando a que ho lo tomara cuando el profesor no lo extendió, regresamos nuevamente a nuestros asientos y yo empiezo a leer el prologo del libro.

—y entonces ¿de que trata?- le oigo decir a James.

—apenas voy en el prólogo idiota, si tanto te interesa leelo tu- le lanzo el libro hacia su mesa y el se sobresalta un poco

Don't ForguetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora