Capitulo 8

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Llegamos a casa como a las 5:00 p.m. Mis padres se quedaron en la sala conversando, yo en cambio me fui a mi habitación, me dispuse a ponerme mi pijama cuando me quite la sudadera de James su fragancia de hombre me inundo las fosas nasales, rápidamente la puse en el cesto de la ropa sucia no se la entregaría húmeda claramente, me puse a leer un rato, luego baje a cenar y por último me fui a dormir.

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Mi rutina cotidiana se hizo presente por la mañana después de que sonó mi alarma.
Los meses que quedan para que finalize el instituto se me hacen eternos y créanme mis ganas por salir son muchas, por otra parte tengo que mentalizarme que es lo que quiero estudiar en un futuro, digo no toda la vida voy a estar dependiendo de mis padres, yo también tengo que aportar algo en casa ya tengo edad suficiente para buscar un empleo y creo que con ello el tiempo se me irá más rápido. Ya está echo hoy buscaré empleo.

Las clases finalizan Trish y Mac se acercan a mi e insisten que las acompañe a una fiesta el sábado ya que la pijamada no se podrá hacer debido a que mi madre no me dio permiso.

—anda Becca tienes que ir- dice Trish.

—aunque sea un ratito- le sigue Mac

—esta bien, solo dejen ya de insistir- era decir que si o vivir de sus insistencias

¡Yei! Nos arreglaremos juntas en la casa de Trish- festeja Mac con pequeños aplausos

—bien, ahora sí me permiten iré a entrenar- me despido con un ademán de las que ahora son mis amigas y voy al campo para encontrarme con el equipo de fútbol.

Sudorosa y sucia, es como acostumbro a salir de los entrenamientos, no se pero James es demasiado estricto con este tipo de cosas el muy maldito nos puso a dar 15 vueltas a la cancha corriendo obviamente no todos las hicimos completas.

—ten tu sudadera, gracias por prestarmela- le tiendo la sudadera a James después de que salimos del instituto

—de nada, ¿Te apetecería ir a comer algo y luego vamos a estudiar?- propone el castaño mirándome como si no estuviera seguro de lo que acaba de hacer

—si, me parece una buena idea- nos dirigimos a un restaurante cerca de la plaza principal, vendían de todo pero yo opte por ordenar un suculento burrito de barbacoa con un zumo de naranja.

—y bien que cuentas- dice de repente James, frunzo el ceño por su pregunta tan extraña

—números ¿Y tú?- James me mira con cara de pocos amigos

—Ja ja ja, que cómica Tolminson- suelto una carcajada e intento tener otra conversación con el ojiazul pues al parecer no se le da muy bien eso.

—¿Irás a la fiesta del sábado?- revuelvo con el popote el zumo de mi vaso y James me mira enarcando una ceja.

—¿Tu si?- asiento dudosa —¿Tu Rebecca Tolminson yendo a una fiesta?- entrecierro los ojos

—¿algún problema?- inquiero

—no es solo que tú no eres así, no te gustan ese tipo de cosas que yo sepa-

—pues no me conoces del todo-

James paga la cuenta, salimos de aquel restaurante pasamos por una cafetería y veo el letrero en donde dice "se solicita empleada" le pido a James que espere fuera y entró al local para pedir información sobre el empleo lo único que me dicen es que lleve una solicitud de empleo y asista a la pequeña entrevista que me realizarían el domingo.

—¿Vas a trabajar?- pregunta curioso

—algo asi-

Pasamos toda la tarde estudiando y luego cuando comienza a anochecer James me lleva a casa, no se pero ahora que lo estoy conociendo mejor creo que no es taaan idiota.

Don't ForguetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora