Inside the Mirror 3 |BTS| 轉

Capítulo 1

Continúe aplicándole unas cuantas ampolletas más hasta que note que solo me quedaba una. Pero cometí un error al romper el ultimo frasco de vidrio, y sin guantes quirúrgicos, me lastime el dedo y este empezó a sangrar.

—Auu...

—Sangre...— la joven abrió los ojos de inmediato. —Huele a sangre...

—Tranquila. — empecé a retroceder.

—Señorita por favor salga de aquí. — susurro aquel joven que me trajo. —Por favor...

—¡Sangre! — aquella joven salto a mí, salí corriendo de ese lugar.

Esa joven me siguió por todo el pasillo, hasta que no supe a donde más correr, las puertas de los salones se encontraban cerradas al igual que las ventanas. Ella salto hacia mí, simplemente cerré los ojos, pero escuche algo rompiéndose, sentí como pedazos de vidrio roto caían hacia mí, me cubrí por completo. Para cuando creí que había pasado lo peor, abrí los ojos y encontré a JiMin delante mío.

—¿Pero...que paso?

JiMin se había sacrificado por mi, la joven había mordido su brazo derecho. Con un poco de su sangre, parece que le basto para volver en si.

—¿Ji-JiMin? — se mostró sorprendida. Como si ya se conocían antes.

—Hola Gemma...

—¿Qué me paso?

—Casi haces esto una tragedia.

—¿Tu cerraste el lazo conmigo?

—Pero no por que quisiera...

No comprendía a lo que ellos se referían, pero si entendí de que ellos ya se conocían. Por la forma en cómo se hablaban, hasta que vi algo rojo en la muñeca de JiMin.

—¿Qué es esa cosa en tu muñeca JiMin? — pregunte.

—Es un lazo de sangre, por eso el color rojo...— respondió la joven en lugar de él.

—¿Qué significa?

—Que JiMin y yo estamos unidos...

—Por favor Gemma rompe este lazo. — suplico JiMin.

—No sabes cuantos años he esperado por esto...

—¡Gemma!

—No lo hare. — rio. —Gracias doctora por curarme, y por hacer esta unión posible al fin...

Aquella joven se fue del lugar, como si nada más hubiera pasado. Yo seguía sin comprender todo lo que había ocurrido.

—¿JiMin?

—¿Estas bien?

—Aja. — asentí con la cabeza. —Déjame curar tu muñeca...

—No, no...— se alejó de mí. —No te preocupes. Quería hablar contigo...

—Después la charla. — quería evitar hablar con el sobre lo ocurrido ayer. —Sabes que de todas formas lo hare. — tome su brazo y lo jale hacia la enfermería, una vez adentro, se sentó en la camilla, a la fuerza. — ¿Qué acaba de pasar JiMin?

—¿Quieres la historia larga o corta?

—Una que pueda entender fácilmente...— respondí.

—Bueno...Hace años, el padre de Gemma y el mío hicieron un trato, para que nuestras familias se unan y sean más poderosos, pero al ser de diferentes especies, se debe de realizar un lazo de sangre.

—¿El señor Park?

—No Mercy, me refiero a mi verdadero padre.

—¿Por qué?

—Los clanes de lobos eran muy pocos y amenazados constantemente los cazadores. Por eso...— por prestarle más atención a lo que decía JiMin, había olvidado su herida. —Au...

—Perdóname. — seguí curando la herida de JiMin, pero con más cuidado. —Continúa...

—Mi padre me obligo a tomar su sangre, pero ella no tomo de la mía, hasta...

—Hasta ahora.

—El lazo se completó...

—¿Qué significa eso?

—Que estamos unidos. — susurro él.

—¿Unidos?

—Un lazo de sangre, aquí en mi mundo es como un compromiso...

La verdad sentí algo en mi interior, para ser más exactas, en mi corazón cuando JiMin dijo eso.

—Mercy, sobre lo de ayer...

—¿Ayer?

—Las cosas que dije...

—¿Qué cosas? — le mentí, como si no recordara nada de lo de ayer.

—Ayer, que Jin y yo tomamos...

Lobo tonto, a mi me parecía injusto que dijeras todas esas cosas, y cuando despiertes, no sabías si eran reales o no. O si las recordabas todas o solo una parte de ellas...

—Solo recuerdo que te quedaste profundamente dormido y no soltabas mi mano..

—¿No dije nada?

—Nop...— negué con la cabeza. —Hay que irnos, ya termine mi trabajo aquí...

—S-si...

JiMin debido a la caída, al romper la ventana y detener a esa muchacha, se habia doblado el tobillo y note que no podía caminar bien.

—Déjame que te ayudo. — tome su brazo y lo pase por mi cuello, este apoyo cierta parte de su peso sobre mi y pudo caminar mucho mejor. —¿Te sientes bien?

—La verdad no se como sentirme...— susurro cerca d emi oído.

—¿El señor Park sabe lo del lazo de sangre?

—Espero que no...