Inside the Mirror 3 |BTS| 轉

Capítulo 21

JiMin POV

Ya se acabaron las clases, probablemente Mercy decida regresar al mundo de los humanos. Y la verdad yo necesitaba aclarar un tema con ella. Sobre lo ocurrido, aquellos recuerdos. Solo espero que mi padre no le haya comentado nada.

—Hijo...— hablando justamente del rey de Roma.

—Papá.

—Si te preguntas si le dije algo a Mercy, no, ella aun no sabe que has recuperado tus recuerdos.

—¿Hay algo más que no sepas?

—Por el momento no...— suspiro. Este se fue acercando hacia mi y se sento a mi lado, sobre la cama.

—Siempre dices eso...— rei.

—Trata de ir a hablar con ella, antes de que se vaya.

—¿Se ira?

—Probablemente...

—Tu lo sabes, por eso me estas advirtiendo.

—Creo que debo de ser más cuidadoso con mis palabras. — rio algo avergonzado. —Sera mejor que ustedes dos hablen. — este se levanto y se marcho. —Por cierto JiMin, hoy habrá luna llena, como hace un mes atrás. — vi como este guiño un ojo y se retiro. Lo que me dijo sobre la luna, me hizo recordar sobre lo que ocurrio entre nosotros, nos pudimos acercar un poco más.

Tenia que ir a verla. Me levante de mi cama y me cambie de ropa. Por un pantalón negro y una camisa blanca que sea no sea ajustada. Baje las escaleras, y tome las llaves de uno de los autos. Conduje hasta su casa, baje del auto y me acerque hacia su puerta.

—Mercy...— la llame mientras tocaba la puerta. Pero nadie me abrió. Fue extraño, asi que insisti, segui tocando, pero como nadie me abria, decidi ingresar. —¿Mercy?

—Un momento...— escuche su voz proviniendo desde su habitación. Eso me hizo sentir más aliviado, ya que pensé que le habia ocurrido algo. Escuche unos pasos, aunque parecían ser más bien tacones, lo cual me parecio extraño, me acerque hasta la escalera y la pude ver. Como ella bajaba con sumo cuidado, con ambas manos en la varanda de la escalera, estaba con un vestido de color rojo vino y unos zapatos con tacos del mismo color.

—Me-mercy...— me quede atonito.

—Oh. — se sorprendió al verme adentro de su casa. —JiMin, que sorpresa...

—¿Por...por que el vestido?

—Tendré una cena hoy, ¿te pasa algo?

—¿Una cena? — susurre.

—¿JiMin?

—Uhm, me sentia algo mal...— tuve que improvisar. —Por eso vine a su casa señorita Kim, para ver si tendría alguna pastilla o algo aquí. —la verdad no sabia si era el momento indicado para hablar con ella.

—Claro, déjame revisar mis cosas...— podía ver como sus piernas temblaban un poco, su caminar era inseguro.

—¿La ayudo?

—Por favor...— ella estaba apoyándose sobre la pared, asi que tome su cintura, apegándola un poco hacia mi cuerpo, ella casi se resbala por los tacos, la abrace, una de sus manos estaba sobre mi pecho. Podía escuchar claramente como los latidos de su corazón se iban acelerando, al igual que los mios. —Per-perdóneme. — trato de alejarse de mi. Trate de impedírselo, por una compulsión, tome su muñeca. —Au...

—Lo siento...— fui soltándola poco a poco. —Creo que ya me siento mejor. — me aleje de ella antes de que se diera cuenta de que mis mejillas se estaban poniendo algo sonrojadas.

—¿Ya no deseas la medicina?

—Creo que no...— me acerque a la puerta, estaba por irme. Pero la verdad no dseaba dejarla asi. Voltee a verla, ella se sento sobre su sofa y se acomodo el cabello.

—Creo que debi pedirle a JungKook que pasara por mi...— susurro.

—¿A JungKook? — eso me sorprendio aun más. —¿Por qué?

—Tendre una cena con él...— confeso.

¿Una cena? ¿Con JungKook?

—S-si gustas, yo te llevo...—susurre.

—¿En serio? ¿Podrias?

—Cla-claro...

—Muchas gracias. — me sonrio.

La lleve hasta la casa de JungKook, baje del auto y le abri la puerta, ayudándola a bajar, para que no tuviera más problemas con los tacos. La verdad se veía tan radiante, aunque ella ya era asi, con ese color, la hacia resaltar aun más.

—Muchas gracias joven Park.

—Ah, si...si, de nada.

Ingrese de nuevo al auto y conduje de regreso. Desde el espejo del retrovisor, la observaba como ella me miraba, para despues ingresar al interior de la mansión de la familia Jeon.

Llegue a casa, me recosté sobre mi cama y no podía dejar de mirar hacia arriba, cada vez que cerraba los ojos, su imagen se venia a mi mente.

—JiMin...— escuche la voz de mi padre, al levantarme lo vi parado en la puerta de mi habitación, observándome. —Tienes que hablar con ella...— susurro.