Inside the Mirror 3 |BTS| 轉

Capítulo 6

—Bueno, quería preguntarle, ya que usted es un gran mago, si...

—¿Estas segura que quieres eso? — este me interrumpió, con una pregunta que me dejo algo confundida al principio.

—¿Perdone?

—Vienes aquí a solicitarme que le borre aquellos recuerdos a JiMin...

—¿Co-como lo supo?

—Mi trabajo es saber las cosas importantes de este lugar, y dime, ¿Por qué quieres que JiMin olvide sus sentimientos por ti?

—¿Qué no es obvio?

—¿Qué?

—El es un hombre lobo, yo una humana, el una criatura mágica que vivida por largos años, yo no...

—No quieres verlo sufrir...

—Asi es.

—¿Sera por que tu también te has enamorado de él?

—Esa pregunta aun no puedo responder.

—Ya veo...

—¿Habrá alguna forma de que él olvide eso?

—Bueno, la hay...

—¿Cómo?

—Puedo hacerle un bloqueo mental.

—¿Bloqueo?

—Que algunos de sus recuerdos se bloqueen, que piense que fueron un simple sueño o algo que jamás pasaría en un futuro...

—Por favor.

—¿Segura que quieres eso?

—Sí...

—Bueno, pero te diré que hay algunas cosas en contra.

—¿Cómo?

—Dependiendo de la voluntad y fuerza emocional del individuo, podría romperse en cualquier momento ese bloqueo.

—¿Qué me sugiere para que no se rompa?

—Odio decir esto pero...

—Por favor, hágalo.

—Manteniendo sus distancias, fingiendo que nada de eso ocurrio, no repetir cosas que dijeron anteriormente, ese tipo de situaciones le generaría un recuerdo, sentiría como si ya hubiera vivido ese momento y en el intento de recordar donde, el bloqueo se rompería.

—Como un deja vu...— susurre.

—Exacto.

—Comprendo. — suspire un poco aliviada.

—Si me pides que haga eso, luego no interferiría entre ustedes, a menos que me lo pidas. Y si deseas que ese bloqueo se rompa, ya sabes que hacer.

—Lo entiendo perfectamente, señor Park.

—Dicho esto, creo que no hay nada más que decir.

—No...

—Bien. — este se levanto de su escritorio y se acerco hacia mi para estrechar su mano, con la mía, en señal de haber cerrado un pacto. —Esto comienza desde mañana...

***

JiMin POV

Vi a Mercy salir de la oficina de mi padre, pude notar que tenia frio. Me acerque a ella, esta se detuvo y me miro fijamente a los ojos.

—Buenas noches, joven Park. — se mostro fría y distante ante mi.

—Adios, Mercy...— susurre mientras vea como ella se marchaba.

Poco después de que el chófer con el auto se fueron junto con Mercy, para dejarla en su casa. Yo subí las escaleras, rumbo hacia mi habitación y me recosté en mi cama. No podía dejar de recordar aquellas palabras que le había dicho. Pero la verdad me sentía algo tonto. Creo que me había apresurado en decir todo eso. Yo supe en algunas charlas de que el alcohol saca algunas cosas de los humanos, pero no pensé que también de las criaturas mágicas. Creo que era muy sensible ante sus efectos.

"—Mercy, ¿sabes algo? Besar es como beber soju.

—¿Por qué lo dices?

—Bebes y quieres tomar más..."

—Rayos...—murmure, agache la cabeza. Me hubiera gustado mucho poder haberme callado en ese momento que le dije esas cosas. Poder haber generado mas a fondo estos sentimientos, haber podido pasar más tiempo junto a ella. Para saber si mi corazón no me estaba jugando una mala pasada y que esos sentimientos eran auténticos. Ahora, tan solo me encuentro muy confundido y dolido.  

"—Tengo ganas de hacer tres cosas contigo.

—¿Ah?

—Verte, abrazarte y besarte."

Era difícil poder olvidar aquellas cosas que le dije. Rayos...

—¿Tock Tock? — escuche la voz de mi padre desde la puerta.

—Papá... pasa.

—Gracias.

—¿De que hablaron tu y Mercy?

—Cosas...

—¿No me dirás?

—No...

—¿Por qué no?

—A pedido de ella.

—¿Por qué?

—Perdóname hijo...

Vi como este levanto su mano, poniéndola enfrente de mi, lo mire algo confundido, no se qué era lo que quería intentar.

—Solo, olvídalo...— susurro.

***

Regrese a casa y encontré una de las ventanas abiertas. Me acerque para cerrarla y en eso alguien enciende la luz. Voltee asustada, buscando a ese intruso, que aun se encontraba adentro de mi casa.

—Hola...

—¿Gemma?

—Vine de paso, a saludar.

—¿Nada más?

—Y a preguntar...— susurro mientras se acercaba a mi.

—Era de esperarse. Dime...

—¿Qué pasaría si tuvieras un trabajo estable en tu mundo? ¿Seguirías aquí?