QUIÉREME DESPACIO ©

Capítulo 6.

Era sábado en la tarde, me removí en la cama inquieta, estaba muy aburrida, así que decidí tomar el diario para continuar leyéndolo, sé que no es mío, pero no tengo nada más que hacer y el libro que me dio mi abuelo ya lo había terminado, tome el dichoso libro entre mis manos y abrí la segunda página, allí había otros escritos en letra cursiva.

"Han pasado varios días desde que no se nada de Carter, es muy extraño saber que ya no intenta hablarme como antes y quizás es lo correcto, estoy a punto de casarme con un gran hombre que no merece que lo engañe, mucho menos que sepa todo lo que hice a sus espaldas y que esperaba un hijo de otro."

El nombre de "Carter" me sonaba muy familiar, ¿a quién?, no tengo la más remota idea, solo cerré el libro y me acomodé mejor en la cama, no me gustaba estar aquí sola, pues Annika tenía que ir a comprar mis medicamentos los cuales ya se habían acabado, estaba sola en la casa, puesto que Hellen había salido desde ayer a casa de su hija en Broome, la cual estaba enferma, mire al techo y sentí que la puerta se abría dejando ver un Matthew bastante incómodo frente a mí.

—Buenas tardes—saludo entrado mientras me miraba atento.

—Sr. Marshall —asentí con una leve sonrisa acomodándome en la cama.

—¿Cómo sigue Srta. Daniels? —cuestiono muy serio, yo solo lo mire un poco tímida.

—Bastante mejor, ya puedo estar de pie, ¿qué tal su viaje Sr. Marshall? —cuestione asintiendo levemente.

—Me fue bien, si necesita algo no dude en llamar a Annika —artículo saliendo de la habitación.

Lo miré confundida, este hombre era un témpano de hielo completo, negué con la cabeza y prendí la televisión, justamente estaban dando un reportaje a una mujer bastante plástica para mi gusto, su cabello rojizo caía sobre sus hombros y su busto era bastante notorio frente a las cámaras.

—Srta. Hammeson, ¿nos podría decir que relación tiene con el empresario hotelero Matthew Marshall?, cabe destacar que el hombre es uno de los solteros más codiciados de Australia —cuestionó la reportera como una gran espectadora.

—Por supuesto, Emma, Matt y yo estamos saliendo desde hace un par de años, pero se podría decir que hay planes de boda, nos amamos mucho —respondió ella con una sonrisa bastante amplia.

—Es una extraordinaria noticia, muchos pensábamos que el gran empresario quedaría soltero para toda la vida después del accidente que ocurrió —artículo la reportera sonriendo.

—Pues eso era antes, como ya sabes, estamos saliendo y estamos enamorados —rechisto la pelirroja enojada.

Quedé perpleja, ese hombre había negado tener alguna relación con alguien, ahora si estaba más confundida luego de ver aquel reportaje, ¿quién era esa mujer?, claramente, era muy hermosa, apagué el televisor y me hundí en la almohada para dormir un poco, estaba muy cansada.

Pov Matthew.

Solo faltaba un mes para la dichosa boda de Sam y Nathalie, por lo que el recién nombrado anda muy feliz diciéndole a todo mundo que se va a casar, cosa que me estresa a veces por su insistencia en todo.

—En menos de un mes estaré casado con Nath, ¿puedes creerlo? —cuestiono Sam tomando un sorbo de café.

—Lo sé, de verdad los felicito —respondí asintiendo.

Sam aún está empeñado en que Holly debe ir a la boda, cosa que aún no me termina de convencer, no me gusta que involucren a esa chica en cosas tan familiares como la boda de mi mejor amigo. Suspire hondamente y aunque me incomode que Holly vaya a la dichosa boda, Nathalie ya había dado su punto a favor para que fuera cosa que no me podía oponer.

—¿Qué te parece si salimos hoy?, es sábado y podría ayudarte a conseguir una rubia caliente, despampanante, con unos senos grandes y caderas voluminosas —comentó Sam subiendo sus cejas mientras hacía unos pechos con sus manos.

—Sabes que no me gusta salir casi tampoco quiero una mujer Sam —articule exasperado por la insistencia de que saliéramos, mi mejor amigo a veces podía ser un poco pesado.

—Matthew Marshall, ¿acaso te has vuelto gay o qué demonios?, ya sabes que hace años que no estás con una mujer —me miró sorprendido.

—Deja de decir idioteces, no necesito de nadie —gruñí fulminando con la mirada.

Era algo lógico que llevaba años sin tener intimidad con alguna mujer, pero eso no quiere decir que sea gay simplemente ya el sexo no es algo primordial en mi vida y eso es algo de lo cual yo mismo me asombro, ningún hombre en su naturalidad puede abstenerse a 3 años sin contacto sexual, pero yo si, solo por respeto a Danielle, desde que paso aquel accidente.