Capítulo 16.

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Pov Matthew.

Cuando deje la casa de los Daniels sentí un alivio enorme y también un vacío, Holly ya estaría con su familia y no tendría que verla nunca jamás, el buen nombre de la cadena de Hoteles estaría bien y yo, seguiría con mi vida.

Camine por el pasillo hasta llegar a la oficina y salude a Jenna como siempre, ella me dio una gran sonrisa y me paso unas carpetas de uno de los proyectos que haremos en Sídney, pues la idea era hacer una sede más en el norte de la capital.

—Buenos días, Matthew, te esperan los inversionistas de Corea en la sala de juntas, están bastante impacientes, esperando —me informa ella.

—Buenos días, Jenna, iré a verlos, por favor lleva café —asentí levemente.

Camine hasta la sala de juntas y entre a paso ligero, había varios inversionistas sentados, por suerte ellos hablan inglés y no se me dificulta hablar con ninguno, aunque a veces algunos se ponían de necios hablar mandarín o coreano.

—Buenos días, señores —saludé cordialmente.

—Sr. Marshall, queríamos hablar con usted de un nuevo proyecto que queremos hacer en Londres, pero también de los planos del hotel de Sídney —hablo el Sr. Shang quien es el inversionista mayoritario del proyecto de Londres.

—Claro Sr. Shang, puede hablar —me senté en el sillón colocando mi chaqueta en el espaldar.

—Queremos invertir en Londres y varias ciudades de Inglaterra, hemos visto que el mercado de Reino Unido está creciendo —me miro serio, pues él era economista.

—Inglaterra es un gran país para invertir, lo sé porque nací allá —asentí serio.

—Entonces no se diga más, haremos contrato para empezar a construir con los arquitectos el proyecto de Londres y en unos meses el de Sídney —me paso una carpeta negra.

Firmamos contrato y creo que esto me ayudara para quedarme una buena temporada en Londres para no pensar en Holly, quizás lo mejor es que ella siga con su vida, sin que otro imbécil la lastime como lo hizo el idiota de Carter, termine la reunión con los asiáticos y me marche a mi oficina, eran más de las 12:30 P.M., por lo que Jenna estaba almorzando, entre a mi oficina y me quede estático al ver quien estaba allí.

—¿Qué demonios haces aquí? —cuestione gritando, estaba cabreado al ver a Scarlett sentada en mi escritorio.

—Yo de ti cuidaría muy bien como me hablas, porque hay algo que nos une de por vida —ella sonrió de medio lado.

—¿De qué demonios hablas? —la cuestione incrédulo.

— Que estoy embarazada Mattnew, me respondes por las buenas o iré a donde tu familia a decirle que no quieres casarte conmigo y que estoy esperando un hijo tuyo. — Me amenazo con una sonrisa enorme.

—Scarlett vete al mismísimo demonio, tú y yo no hemos tenido relaciones, así que ve a donde el hombre que te embarazo y dile que se haga cargo, a mí no me vas a venir a manipular y mucho menos a amenazarme con que le vas a decir a mi familia —grite cabreado, esta mujer no tiene límites.

—Eres un poco hombre, el hijo que estoy esperando es tuyo, nos veremos muy pronto porque esto no se queda así Matthew Marshall —me grito amenazándome y salió de la oficina.

Esto era lo último que me imaginaba, esa mujer estaba loca y para mi desgracia, cuenta con el apoyo de mis padres, ahora esto se iba a complicar y yo mismo sabio como, tome mi rostro con brusquedad y me hundí en mis manos, respire levemente y trate de calmarme, tome el celular y le marque a Sam.

—¿Qué sucede Matt? —cuestiono en modo de saludo desde el otro lado de la línea.

—Scarlett está loca, vino a decirme que está embarazada y dice que ese bebe que espera es mío cuando nunca he tenido relaciones con ella —solté cabreado y negándome a mí mismo.

—¿Y estás seguro de que no es tuyo? —cuestiono el muy idiota.

—Deja de decir idioteces Sam, sabes muy bien que llevo años sin tener contacto sexual con alguna mujer desde que murió Danielle —gruñí enojado.

—Estás metido en serios problemas, Matt sabes que tus padres harán que te cases con ella por ese bebe, sabes como es tu familia —suspiro él, sabía como eran mis papás.

—Están loco si creen que lo voy a hacer, jamás me casaré con esa loca —sentencie frustrado.

—Hablamos después hermano, ando con Nath y está un poco mareada —se despidió y colgó.

Rodee los ojos y puse el celular sobre el escritorio, me quite el saco y lo colgué sobre el sillón, esto que estaba pasando definitivamente no podía ser, tome un vaso e invertí un poco de hielo con poco whisky dentro de este, lo bebí de golpe y me afloje la corbata.

QUIÉREME DESPACIO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora