Corría lo mas rápido que podía, pero era inútil, era demasiado rápido para mi.
Había perdido la noción del tiempo que llevaba corriendo, probablemente llevaba horas siguiendo ese punto rojo a la distancia de aquel negro túnel que parecía no tener final. No sabía por que, ni que era, pero lo que si sabía es que lo necesitaba desesperadamente, no soportaba tenerlo lejos de mi ser.
Mi respiración cada vez se era más agitada y pesada, pero me las arreglé para acelerar la velocidad lo más que mi cuerpo me permitía, estaba seguro de que me iba a desplomar en cualquier momento, estiré mi mano lo más que pude como un intento de alcanzar aquella luz que me producía tanta ansiedad e impotencia, y justo antes de siquiera llegar a rosarla...Desperté...
Sentía como alguien me sarandeaba levemente de un lado otro tratando de hacerme entrar en razón, la persona que me sarandeaba repetía mi nombre una y otra vez, era una voz familiar pero no lograba reconocer a quien le pertenecía, empecé a sentir la necesidad de saber de quien se trataba, sentí algo dentro de mi que deseaba con anelo ver un rostro en específico, en el momento en que mi vista nublada empezó a aclararse, mi vista se enfocó en la persona frente a mí y logré distinguir por fin de quien se trataba, esta persona se encontraba de cuclillas frente a mi. En ese instante, me quedé sin habla, sentí como el aire se me escapaba de los pulmones por un momento, frente mío estaba nada más y nada menos que:Edd Gould.
¡¿Cómo diablos sabía que estaba aquí?!. El pánico irrumpió en todo mi ser al verlo ahí frente a mis narices, no sabía que excusa inventarme esta vez, con el tan mal estado con el que me veía, las preguntas a no tardarían en llegar y lo último que quería era que Edd, mi mejor amigo, se enterara de la razón de mi dolor de cabeza, cuando ese chico quiere saber algo, lo consigue a las buenas o a las malas.
Y a pesar del pánico que sentía por la situación, sentía algo parecido a decepción, ¿qué estaba esperando que pasara?, o mas bien, ¿quién estaba esperando?. Sabía la respuesta, pero enfrentar la realidad me aterraba.-¡Tom!, vamos, ya es tade, ya están cerrando el lugar-. Dijo Edd en un tono entre preocupado y fastidiado cuando se dio cuenta de que empezaba a recuperar la conciencia, en ese momento fue que note detrás de él al encargado del bar mirando desde arriba en el marco de la puerta a mi dirección, su cara era una de "vamos, ya me quiero ir a casa...", no fue hasta entonces que me percaté de que me encontraba en el suelo, no tenía idea de cuando había llegado ahí.
-¿Qué pasó?...-. Dije tratando de incorporarme, pero una punzada de dolor en la cabeza no me lo permitió. Como odiaba la resaca.
-Los del bar me llamaron desde tu celular porque era la última llamada registrada en tu teléfono, me dijeron que viniera a recoger tu estúpido y alcohólico trasero-. Dijo tan educado como siempre mientras alzaba mi celular en su mano izquierda y lo sarandeaba frente a mi.
-Mmh...-. Gruñí a modo de queja mientras a duras penas logré levantarme aún sintiendo como todo daba vueltas alrededor mio.
-¡Ugh!, además de verte como muerto viviente apuestas como uno-. Dijo tapándose la nariz con el dedo índice y dedo gordo de su mano izquierda.
-Pues tu no hueles precisamente a flores, ¿sabes?-. Dije con el seño fruncido tambaleandome un poco.
-Se le llama loción y una buena ducha, deberías intentarlo. De hecho, ¿por qué no te llevamos ahora mismo a tu departamento a que lo conozcas?-. Dijo son una sonrisa burlona al final de la oración.
-Ha. Ha., muy gracioso-. Respondí molesto por el comentario a lo que solo recibí una pequeña risa a cambio.
-Anda, ya vámonos-. Dijo colocándose a mi lado con su brazo detrás de mi cabeza y palmeando mi hombro derecho dirigiéndome hacia la puerta. -Siento la molestia señor-. Le comentó al encargado, este asintió con la cabeza y finalmente nos marchamos del lugar.
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-No puedo creer que haya tenido que interrumpir el maratón de Insane Zombie Pirates of Hell por tus problemas con el alcohol...-. Dijo Edd de camino a casa ayudándome a caminar por la resaca. Me sentía de la mierda, tanto que casi me arrepentia, ...casi. -¿Y por qué fue esta vez?-.
-Ugh..., Edd, tu me conoces, esto solo es parte de mi día a día-. Dije como si estuviera harto, sabía que iba a preguntar en algún momento.
-Tom..., sabes a lo que me refiero-. Dijo cambiando su tono a uno más serio. Mierda. -tu nunca te pones así de mal a menos de que sea algo serio, vámos, soy tu amigo, puedes confiar en mi-. Suplicó en un tono preocupado. Sabía que lo notaría, a veces odio que me conozca tan bien como para notar cosas tan pequeñas como esas que para los ojos ajenos pasarían totalmente desapercibidas.
Yo creo que en su otra vida era Sherlock Holmes o algo por el estilo, o tal vez yo era muy obvio, que estúpido, definitivamente es la primera opción.-Estoy bien, ¿si?, solo me pasé de tragos, no es como si fuera la gran cosa-. Mentí nuevamente.
-Claro...-. Terminó la frase alargando la letra "A" y con los ojos entrecerrados haciendo notar que no terminaba de creer mis palabras.
Después de esa pequeña discusión no volvimos a hablar durante el camino. Una vez dentro del edificio cada quien se dirigió a su destino.
-Adiós Tom-.
-Adiós Edd-. Nos despedimos una vez enfrente de nuestras habitaciones, las cuales sólo se dividían por la habitación de Matt.
Palme mis bolsillos por un rato para después detenerme y mirar a la puerta, hubo unos breves segundos de silencio, hasta que Edd dijo:
-Perdiste la llave...-. Más como una afirmación que pregunta rompiendo el sielncio, a lo que yo respondí con una sonrisa prácticamente rogándole que me dejara quedarme en su departamento esa noche, cosa que el entendió de inmediato para dejar salir un suspiro pesado y decir.
-Esta bien, puedes quedarte, pero solo porque Matt no está y el tiene mis copias de tu llave-. Dijo abriendo y entrando a su departamento dejando la puerta abierta tras de sí, mi sonrisa paso a ser una victoriosa y entré al departamento del amante de la Coca-Cola.
El perder mis llaves de maneras absurdas e inexplicables se había convertido en una costumbre para mí, por eso Matt y Edd contaban con copias de éstas, siempre que pasaba recurría a ellos, pero gracias a que Matt es un acumulador profesional de toda clase de mierda, lo más probable es que nunca encontremos mis llaves entre sus cosas, y menos si no estaba él para ayudarnos. No sé cómo, pero de alguna forma se las arregla para saber dónde está cada una de sus estúpidas cosas inservibles.
-Puedes dormir en el sofá-. Dijo tras haber ido por una sábana y una almohada a su habitación y entregandomelas.
-Gracias Edd-. Respondí simplemente para después acomodarme en el antes mencionado mueble.
-No hay de que, ya sabes, si necesitas algo sólo TOM-alo, no quiero que me interrumpas mi siesta-. Dijo divertido para después irse y apagar la luz en su camino a lo que respondí con un: "Esa broma ya no da gracia", no recibí respuesta.
Mientras trataba de conciliar el sueño me puse a repasar algunos sucesos del día de hoy volviendo a la escena de hace unas horas.
En verdad, ¿en qué estaba pensando?, ¿qué es lo que estaba esperando en realidad?, no con solo querer voy a regresarte del infierno en el que seguro estás...
Tord, tú maldito commie...
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This isn't the end [hiatus bipolar]
Fanfiction| Fanfic | TomTord | NO HAY +18 | Gay Ship | SINOPSIS: Thomas Ridgewell sufre en silencio la perdida de su "no amigo" tras el incidente del robot gigante y el arpón mientras trata de esconder de sus amigos: Edward Gould y Matthew Hargreaves; el apre...