Doctor

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Ciudad de Athenas

Saga se había puesto una capucha negra para que nadie de diera cuenta de que llevaba a Milo en sus brazos, tenía que llevarlo a un doctor pero ¡rápido!

Conocía a un doctor y estaba seguro que no armaría ningún escandalo, además era muy bueno en su profesión y un gran amigo: el doctor Steven
Onasis.

Aprovechando su velocidad paso por la sala de recepción evitando que la recepcionista lo viera.

-"Steven"- dijo apenas entro en al elegante cuarto del doctor.

El hombre dio un pequeño saltito por la impresión, causando que tirara la taza de café que sostenía, manchando su bata blanca.

-"Saga"- gruño intentando limpiar con sus torpes manos pálidas la mancha en su uniforme, sus ojos oscuros vieron con desagrado la mancha ¡los dioses sabían cuanto odiaba ensuciarse!.

-"necesito tu ayuda"- camino hacia la camilla blanca.

-"si es otra de tus golpes o fracturas creeme que no tengo... ¿Qué?"- abrió los ojos ampliamente cuando Saga recostó a Milo en la camilla -'Milo'- pensó

-"es Milo"- acarició los revueltos cabellos del niño -"mi aprendiz, se desmayo hace unos momentos y no ha despertado.

Steven no podía creerlo, por que Saga tenia al hijo del fallecido Denes Ulisis -"¿es tu aprendiz? "-

-" si, podrías atenderlo"-

-"claro, pero puedes esperar en la sala de espera"-

Saga asintió saliendo del lugar sentándose en la primera silla que  encontró. Tenia suerte que conociera a Steve si no ¿qué hubiera hecho?

Podía recordar cuando lo conoció, unos aprendices habían asesinado a su maestro, el escenario había sido sorprendente. 5 niños de 10 años habían conspirado en contra de su mentor, temiendo por sus acciones escaparon del Santuario.

Saga le encomendaron la misión de ir a cazarlos uno por uno, el ultimo logró llegar a la gran ciudad de Athenas sino fuera por la ayuda de Steve jamás lo hubiera atrapado, el hombre lo vio y supuso que era un traidor por su cara de espanto y su ropa de entrenamiento, sin la más mínima piedad llamó a Saga para que lo capturara, obviamente ignoraba que seria  asesinado, desde ese momento Saga le hizo saber a el doctor Onasis que tenía un amigo en el Santuario y este le ofreció sus servicios cuando fueran.

También le había confiado un secreto que se supone, nadie debía saber: la presencia de su hermano Kanon.

En una de sus tantas peleas fraternales Kanon había quedado gravemente herido, en ese entonces no tenía muchas opciones, llevó a su hermano con él, Onasis no solo lo curo también guardo el secreto de su hermano sin pedir nada a cambio, no había razones para no confiar en él.

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En el cuarto, el doctor había terminado del chequeo del niño, este parecía bien, tal vez se había deshidratado o algo así pero no era eso lo que lo preocupaba sino el hecho de que ¿que hacia Saga con Milo? ¿Y donde estaba su madre? Hacia mucho tiempo que no sabia nada de Adelaida ni sus hijos.

Pronto sus dudas serían contestadas, el pequeño abría los ojos pesadamente.

-"Milo"- el infante lo miro con sorpresa -"no te acuerdas de mí "- se señaló a si mismo con el pulgar -" soy el doctor Onasis"- el niño negó con la cabeza -"atendía a tu papá en su enfermedad"- otra negación.

Milo no se acordaba de él, solo sabía que alguien había atendido a su papá pero jamás lo conoció.

-"en fin"- dijo el doctor harto -"¿donde esta tú mamá?"-

-"no te"- era la verdad, no sabía nada ha cerca de ella.

-"como terminaste siendo el aprendiz de Saga"- se cruzo de brazos.

-"no te"-

-"¿tu madre sabe que estas con él?"- el niño asintió.

-"me dejó con él"- mintió -"dijo que yo fui elegido para ser un caballero de Athena"- cito las palabras de Antares.

-"bien"- se rindió, si Adelaida sabe que él niño esta con el caballero de Géminis ¿por qué el debía angustiarse -"tu maestro esta afuera invitalo a que pase"-

Milo asintió, se sentía algo confundido no sabía si el dolor que había sentido era real o sólo lo había ilusionado.

-"Señor Saga"- llamó una vez que salió del cuarto.

El gemelo mayor estaba recostado en la silla, cuando escucho la voz de Milo camino así él. Se había angustiado por la salud del niño pero verlo parado y con color, no había que preocuparse.

-"el señor Onasis dice que pasé "-

El mayor camino hasta él para acariciarles los cabellos con un aire paternal.

-"espera aquí"- entro al cuarto.

Milo suspiro tranquilo, tal ves el dolor sólo había sido un sueño, se sentó con pesadez en la misma silla en la que Saga estaba sentado hace poco, aun tenía un poco de sueño.

Dentro del consultorio Steven le explicaba al caballero de Géminis que Milo se había desmayado por deshidratación, aunque Saga lo dudaba, su hermano estaba demasiado preocupado como para que simplemente se tratara de eso pero lo dejo pasar; tenía que llevar a Milo a la sala del patriarca antes de que fuera más  tarde.

Sin contratiempos salió del consultorio, lo primero que sus ojos esmeraldas divisaron fue el de un Milo dormido en la silla, la idea de ir a Géminis para que durmiera y llevarlo con el patriarca mañana se presento en su cabeza pero, era mejor a ser todo eso hoy mismo.

-"Milo"- lo llamó con delicadeza tocando su hombro. El niño abrió sus ojos lentamente y con pesar -"vamos, arriba"- una vez más cargo al niño, seria bueno que durmiera en el trayecto de del consultorio a las 12 casas, no quería que se durmiera enfrente del patriarca.

Para cuando llegaron al Santuario, las estrellas ya comenzaban a aparecer en el cielo. El camino por las doce casas fue silencio, Milo dormía en sus brazos, por suerte no llamaron mucho la atención, principalmente por que la mayor parte de las casas del zodiaco estaban desocupadas (lamentablemente) solo existían 5 caballeros, (contándose a él) y uno de ellos ni siquiera estaba en las doce casas, al llegar a Sagitario no había nadie pero sintió el cosmo de Aioros en las zonas privadas, siguió adelante, luego hablaría con él.

Cuando estaba a unos pasos del templo del patriarca despertó a Milo.

-"lavantate"- lo dejó en el suelo invitándolo a ponerse de pié.

-"tengo mucho tueño"- se tallo los ojos.

-"ya sé, pero tienes que estar despierto para conocer al patriarca, sólo te pediré que guardes silencio y quedate quieto ¿si?"- le sonrió.

El niño le devolvió la sonrisa -"si"-

Ambos entraron a la sala...

Continuará...

Notas de la autora:

Hola, en estos días e tenido inspiración pero no wife a si que tengo los capítulos pero no internet aun así no puedo subir 4 cap de senton, se pierde la emoción de esperar el siguiente cap...
Hace unos días leí en un documental "el síndrome del corazón roto" es una enfermedad que es causada por el estrés o por que haces ejercicios de un día para otro como es el caso de Milo, lamentablemente en esta enfermedad el corazón palpita con si se te fuera a salir pero solo dura unos minutos, cuando termina el corazón vuelve a su estado normal por eso es difícil de identificarla pero no se preocupen esto solo le pasó a Milo por que a Saga se le pasó la mano. Creo que es todo. Hasta la próxima!!!!

MILODonde viven las historias. Descúbrelo ahora