☁ An angel brought from hell ☁ [ TWICE ]

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¿Qué significa el amor?, ¿qué es lo que quiere decir esa palabra?, ¿qué se siente enamorarse?, ¿de verdad la gente haría cosas estúpidas por el amor?, ¿tan significativo es amar a alguien?, ¿estaré enamorada?, yo acá y ella allá, una pared nos separa, pero no es una pared delgada, es muy gruesa, demasiado, quiero, pero no puedo romperla, me es imposible, quiero ir, quiero estar a su lado, quiero tomar de su mano, quiero besar sus mejillas, cada parte de su hermoso cuerpo, quiero ser egoísta, quiero tu voz, tu cuerpo, quiero todo de ti y es que se me es tan difícil, tan difícil poder atravesar esta puerta. Iré, iré por ti, cueste lo que cueste, porque estoy enamorada de ti y de tus emociones, de todo lo que haces, quiero estar para ti en las buenas y en las malas, me duele verte con una persona, que le sonrías a otra persona, quiero que me sonrías a mi, solo a mi.

Myoui Mina.

...

Una vez ya arregladas mis cosas me dispuse a irme, a irme de ahí, por el simple hecho de querer estar al lado de esa persona, salí sigilosamente, pero antes de irme dejé una pequeña carta dirigida hacia mis padres; 

Gracias por todo, de verdad, los quiero, no, los amo, porque siempre estuvieron ahí para mi, pero ahora ya no estaré yo ahí para ustedes, el amor me ha hecho ser tan estúpida y egoísta, que ni yo entiendo lo que pasa por mi mente, perdón si los decepcione y creo que más ahora estarán decepcionados de mi, el amor me ha cegado tan locamente que no puedo controlarme, quiero bajar por esa persona que me ha hecho esto, quiero reclamarle el por qué de todo esto, de todos estos sentimientos que siento hacia ella, ojalá me perdonen algún día, pero necesito estar con ella, con esa persona, no puedo aguantar ni un día más sin estar a su lado.

Los quiero.

Su hija Son Chaeyoung.

Me dirigí hacia el gran tren de la ciudad, ese tren te podía llevar a los lugares más hermosos del cielo e incluso a los lugares más terroríficos, pero yo no quería ir a ningún lugar de esos, quería ir a su corazón, me senté, me puse los audífonos para escuchar música, este sería un gran camino.

Pasado alrededor de 6 horas Chaeyoung llego a su destino, al gran palacio de Dios, se bajo, miró aquel palacio, tan blanco, tan hermoso, era una temática que le encantaba a Chaeyoung, era como esos palacios de la antigua roma, solo que un poco más modernos.

Tragó saliva y se dispuso a caminar hacia la entrada, todos sabían que si necesitaban algo o algún consejo, Dios los ayudaría, tan sabio y tan culto, pensaba Chaeyoung.

Miró a su alrededor, no había nadie;

- Sé a lo que vienes, pequeña Chaeyoung. - Le dijo una voz de hombre, pero no cualquier hombre, era una voz serena, tan suave pero ronca, a Chaeyoung le daba paz escucharla. - ¿De verdad la amas?. - Preguntó este.

- De verdad. - Luego de una pausa, siguió hablando. - Me es difícil explicar estos sentimientos que tengo hacia ella, para mi es todo, usted bien sabe que le he sido fiel a usted y a todos los ángeles supremos que nos entregan educación, comida y demás, y la verdad estaría más que agradecida si me concediera este deseo que tengo.

- Chaeyoung, lo que tú quieres es más que un deseo, y sé que me has hecho fiel, tanto a mi y a los ángeles supremos, déjame decirte que el amor no se puede manejar, no puedes controlarlo, es algo que escapa de tus manos, pequeña ángel, lo sé muy bien, sé que quieres que desaparezca, para vivir en paz, pero no puedes, lo sé, por eso te concederé este deseo, el deseo de que puedas luchar por el amor, ojalá tu amor sea correspondido. - Luego de unos segundos de silencio, Chaeyoung pudo apreciar un ''Adiós, y buena suerte''.

Todo era tan nublado, la cabeza de Chaeyoung dolía, a más no poder, era un dolor inexplicable, abrió despacio sus ojos, estaba encima de una cama, se sentó tranquilamente, observó a su alrededor, era una pieza con un mueble, un escritorio, un armario y una terraza, se levantó y se dirigió a la terraza, una vez ahí, vio lo hermoso que era el paisaje. Al fin, pensaba Chaeyoung, al fin estaba ahí, en ese mundo, en el mundo de su amada.

Entró de nuevo a la habitación y vio una pequeña nota encima del mueble que estaba situado al lado de la cama;

Chaeyoung, ahora tu vida dependerá de ti, tienes que saber que no puedes volver, creo que lo tuviste en mente, ¿no?, de cualquier modo, por ahora te estaré ayudando, solo por ahora, tómalo como un regalo de mi parte, tienes comida, la suficiente para sobrevivir, agua, internet y luz, la casa es tuya, abajo de esta nota estarán las llaves, la que tiene un león es para la puerta y la otra para la reja, la casa esta amueblada, si quieres ponerle más cosas tendrás que trabajar, y lo sabes, estás inscrita en el instituto de Myoui Mina, por ahora te estará ayudando con esos gastos un ángel supremo, te visitará día por medio para ver que estés bien, no temas que te estaré vigilando desde acá arriba y cualquier duda, ya sabes que hacer.

Nueva mente, buena suerte, pequeña.

Dios.

''Gracias, muchas gracias'', pensaba Chaeyoung, con una sonrisa de oreja a oreja, realmente estaba feliz, y como no estarlo si acababa de poder hacer realidad su sueño.

Saco todas las cosas y las acomodó en su lugar, luego de hacer todo esto se dedico a recorrer su nueva casa, a decir verdad era grande, tenía 4 dormitorios contando con el de ella, 3 baños, uno arriba y los otros dos abajo, era de 2 pisos, tenía un comedor, una sala de estar, una cocina más grande lo que ella esperaba, tenía 2 patios demasiado grandes, llenos de vegetación, se sorprendió al ver una bicicleta en su patio de atrás;

- Pensé que te gustaría, aparte que el instituto no queda tan cerca, así podrás transportarte sin problemas. - Dijo una voz ronca, pero amable. Chaeyoung se sorprendió y se dio media vuelta para ver quien le hablaba.

- Oh, hola. - Hizo una referencia. - ¿Usted debe ser el ángel supremo? - Le preguntó con mucho respeto.

- Sí, desde ahora cuidaré de ti, quizás Dios te dijo que solo por ahora, pero teniendo en cuenta de que aún eres una pequeña cuidaré de ti hasta que seas madura. - Hizo una pequeña pausa. - Tienes 17, si no me equivoco, ¿no?

- Sí, y muchas gracias.

- No tienes de que agradecerme, siempre quise tener hijos y tú, serás como una hija para mi.