Capítulo 4 ~ Confesión

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Ya habían pasado diez meses y mi mejor amigo Dong Young Bae ha sido un gran apoyo por la situación desastrosa que estoy pasando por mí esposo, siempre sacando una sonrisa a esta pobre persona.

Me desperté con buenos ánimos, ya no quería amargar mí vida por un trabajo además hoy tendría una cita súper especial en el mejor hotel de Corea. Un gran detalle por parte de mi amigo que me insistió varias veces. Seung se levantó sin decir un "Buenos días (...)" cada vez comprendo menos a ese hombre.

Después de que se fuera, arreglé la casa que se encontraba descuidada por varias salidas con Young Bae. Cambié de ropa a los niños y elegí el mejor vestido que tenía mi armario, un tono rojo resaltaría mucho para la cena de esta noche. Acomode un poco mi cabello para que luciera más natural igual que mi rostro.

Salimos de nuestro hogar para tomar el camino de siempre a la casa de mi mamá no podía faltar la rubia con su mirada penetrante, no entiendo cuál es el problema de esa rubia oxigenada que se cree la mejor. Hace muy poco pude conocer a su grupo de amigas que son iguales a ella.

Una chica muy hermosa pero su color de cabello no iba con su estilo, ¿quién se tintura el cabello de color celeste con azul? Seguro una loca que quiere llamar la atención. Su segunda amiga llevaba su cabello por los hombros, creo que era la más coherente porque su color era negro y por último tenía una amiga que parecía una muñeca de porcelana por tantas cirugías que se había realizado, ni que decir de su cabello color rojo.

No decidí prestarle atención a esa rubia, seguí con mi camino hasta llegar a la casa de mi adorada mamá, pero el auto negro del joven Dong ya estaba estacionado. Dejé a los niños con su abuela y subí al auto. Young Bae se veía muy guapo con ese traje de gala, simplemente le da otro contraste a su rostro.
Llegamos al hotel y como era de esperarse había reservado la mejor mesa, nos acomodamos para ordenar nuestro menú.

Es la mejor velada de toda mi vida, Seung jamás me ha traído a este tipo de lugares lujosos.

— Te ves muy hermosa (...) — beso mi mano.

Ese acto de caballerosidad me encantaba, él sabe cómo complacerme.

— ¿Cómo están las cosas con tu esposo? — preguntó preocupado.

— Nada ha cambiado — dije sin ningún interés.

Baje la mirada, a pesar que no le daba importancia a mi problema muy adentro de mi corazón me dolía.

— Sabes (...) cuando quiero algo lo protejo con todas mis fuerzas, si hay la posibilidad de morir por ese objetivo lo haría.

Sus palabras dolían mucho, recordé los halagos que Seung me decía cuando estudiamos juntos.

— Ella es como una flor silvestre que todo el mundo desea, con su aroma y movimientos me vuelve completamente loco — tomó mis manos y comenzó con sus caricias.

La verdad no entendí lo que quiso decir con esas palabras, eso me pasa por estar luchando con mi yo interior.

— ¿De qué estás hablando? — pregunte con una sonrisa nerviosa.

— Estoy hablando de ti, (...) — noté el brillo en sus ojos.

Ese brillo que le he tenido miedo, sus palabras helaron mi sangre por completo. Todo lo que temía se ha vuelto realidad, sabía que era una mala idea en aceptar estas citas del joven Young Bae porque el resultado era de lo peor.

Me levanté muy exaltada y salí del hotel sin un plan en mi cabeza, sentí el agarre del joven Dong sobre mi brazo. Intenté soltarme, pero era imposible es más fuerte que yo.

— Déjame llevarte a la casa — suplicó.

No tuve alternativa, subí al auto sin decir ni una sola palabra, al llegar bajé del auto muy rápido, pero me detuvo de nuevo. Su rostro lo delataba, estaba asustado de lo que iba a pasar.

— ¿Qué pasará con nosotros? — me zafé de su agarre muy enojada.

— Nunca hubo un nosotros — le grité y me arrepentí — No me busques, para ti he muerto.

Entre a la casa, mi madre me abrazo muy fuerte. Logré sentarme en el sofá necesitaba desahogarme.

— No tienes que decirlo, se lo que pasó — beso mi frente.

— Me equivoqué mamá, no va a suceder nunca más — estaba decidido.

Tomé a mis hijos para regresar a casa, para mí mala suerte Seung ya había llegado. ¿Qué le diré?

Abrí la puerta con muchos nervios, el me miró,pero no dijo nada porque se encerró en el estudio. Acosté a los niños en suscamas y fui a tomar un baño para relajarme de la estupidez que he cometido.

Infiel © [T.O.P y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora