Capítulo 25 ~ Te amo

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Respiré muy profundo para salir con la cabeza en alto de mi hogar

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Respiré muy profundo para salir con la cabeza en alto de mi hogar.

— Espera.

Me quedé quieta porque pensé que Seung había dicho algo, pero sólo fue producto de mi imaginación, abrí la puerta, pero él la volvió a cerrar para acorralarme como aquella vez que quiso tener sexo conmigo y yo me negué pensando en que me fue infiel.

— No te vayas — mi corazón se estremeció al escuchar sus últimas palabras — Debemos hablar...

— Ya no hay nada de qué hablar — lo empujé para que me deje salir.

Abrí la puerta con desesperación, pero de nuevo se cerró por la presión que hacia él. Ya le dije todo lo que tenía que decir, ya no hay nada de qué hablar más que con la presencia de un abogado.

— ¡Te amo! — gritó desesperado.

Mis ojos se abrieron por lo que acabé de escuchar, mis oídos me están jugando una mala pasada. Es imposible, intenté quitar sus manos de la puerta.

— ¡Te amo (...)!

Mi respiración se agitó, esta vez no puede ser producto de mi imaginación y mis ilusiones, me di la vuelta para verlo a la cara. Sus ojos eran mi perdición... Qué ironía que aún lo ame.

— No te vayas de mi lado — su voz se estaba quebrado — Sé que fui un estúpido porque pensé que ese "te amo" era innecesario. Me merezco tu infidelidad por ser tan estúpido.

Baje mi mirada hacia el suelo, todo este tiempo lo único que quise era que mi esposo me diga ese "te amo" que tanto anhelaba.

— Mi vida sin ti ya no será la misma — golpeó fuerte la puerta con su mano — ¡Te amo (...)! ¡Carajo! ¡Te amo!

Mis ojos se llenaron de lágrimas al instante por escuchar mi deseo hacerse realidad, comencé a llorar como una niña que ha perdido a sus padres en el centro comercial, caí sobre mis rodillas porque no tenía la fuerza suficiente, ya no la tenía.

Él se arrodilló para verme a los ojos, él también estaba llorando. Me abrazó muy fuerte, cómo si no hubiera un mañana, lloré hasta cansarme, él no dejaba de besar mi cabeza mientras escuchaba su leve llanto en mi hombro.

Después de un tiempo, nos separamos aún con esas lágrimas traicioneras que delataban nuestros verdaderos sentimientos, él limpió con sus dedos pulgares mis lágrimas y depósito un beso en mi frente.

Me cargó entre sus brazos para sentarnos en el sofá, él comenzó a contar su versión de la historia y quedé completamente enamorada de él. Extendió su mano para tomar el anillo de matrimonio.

— Señora Choi. ¿Acepta ser mi esposa de nuevo? — preguntó imitando la voz de un cura.

— Lo aceptaría mil veces más — colocó el anillo en mi dedo y depósito un tierno beso en mis labios.

Ya extrañaba su manera de besar, cada caricia me hacía estremecer. Subimos hasta la habitación para nuestra segunda luna de miel, comenzó a desabrochar mi blusa.

Quedamos desnudos bajo la luz de la luna, beso mi cuello con pasión y me hizo gemir de placer, hace varios años que necesitaba de él, se acomodó en mi entrada y besó mis labios mientras acariciaba mi cabello como si fuera una bella muñeca de porcelana.

— ¡Te amo! — volvió a besarme ahora introduciendo su miembro en mí.

Se siente tan bien tenerlo de nuevo dentro de mí, mordí su cuello mientras rasguño su espalda por el inmenso placer que me provoca sus salvajes embestidas, tomó mis manos para entrelazar nuestros dedos.

Llegamos al clímax de nuestra lujuria, grité su nombre cuando sentí su semen en mí. Nos quedamos abrazados hasta el siguiente día.

Cada día di lo mejor de mí al igual que él, nuestro amor volvió a ser el de antes pero más fuerte.

Pasaron los años, hoy celebramos nuestro aniversario número... Ya perdí la cuenta, nos sentamos en unas sillas con una vista al hermoso mar azul. Disfrutamos ver a los niños correr sobre la arena y jugar con Youl y Seung quienes ahora son los mejores padres para nuestros nietos.

Tomé la mano de mi amado esposo, él me miró con sus hermosos ojos rasgados.

— ¿Me fuiste infiel? — pregunté por milésima vez.

— Otra vez con lo mismo señora Choi — sonrió y dio una pequeña palmada en mi mano.

— Quiero escuchar tu historia por última vez — miré hacia el paisaje.

— ¡Te amo (...)! Eres la mejor esposa que el mundo me pudo regalar — besó mi mano y sonreí complacida.

Cerré mis ojos porque estaba tan cansada, cuando los volví a abrir aún tenía la mano de mi esposo sobre mí, lo miré a él para ver si fue un sueño, pero sus canas y arrugas habían desaparecido. ¿No lo entendía?

¡Estos coreanos rejuvenecen cuando se les plazca!

— Nos vamos mi amada esposa — caminó unos pasos y regreso a verme.

Estábamos en la playa, volteé a ver y me encontré con un bello recuerdo. Somos Seung y yo dormidos en un profundo sueño del cual nadie nos despertara, los dos sonreímos complacido y no soltamos nuestras manos hasta nuestros últimos momentos.

Una pequeña lágrima resbaló por mi rostro, Seung la limpio con su dedo.

— ¡Te amo! — dije con una sonrisa.

— ¡Te amo (...)! — besó mis labios — Siempre te amaré.

Caminamos tomados de las manos hasta esa luz que nos llamaba con mucho empeño.

Fin





Infiel © [T.O.P y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora