Capítulo Extra.

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------------------ 5 años atrás ------------------

Shinpachi Shimura:

Hijo del gran Shimura, su padre era el dueño de un gran y prestigioso dōjo, donde inclusive estudió el ahora Emperador de Edo Shigeshige Tokugawa. Su madre murió cuando él era demasiado pequeño, luego prosiguió su padre, fue por eso que Otae Shimura fue quien heredó el gran dōjo y se encargó de que inclusive tenga un reconocimiento mundial, donde hasta los hijos de las celebridades viajaban para practicar allí. Sin duda alguna los Shimura se encontraban podridos de dinero.

Otae fue quien se encargó de criar al pequeño Shimura, ella quería que él fuese un gran hombre de negocios y esparciera el "dōjo Shimura" a cada parte del mundo.

Pero ella no podía saber lo que pasaba en la cabeza del pequeño.

A la edad de 16 años el cuatro ojos estudiaba en el "Instituto Kabuki-cho" una escuela prestigiosa donde sus enseñanzas comenzaban desde el preescolar hasta la universidad.

Cursaba su primer año de preparatoria, el chico de cabellos oscuros era correcto y le gustaba ser justo, aunque con él nadie lo era, él no quería hacerse cargo del dōjo, aún era joven y no sabía exactamente que hacer en el futuro.

En aquella prestigiosa escuela entró a dar enseñanzas de inglés Gintoki Sakata.

Ambos se conocieron en el patio de la escuela cuando Shinpachi era acosado por dos alumnos de su mismo grado, fue cuando el permanente plateado hizo su aparición y golpeó a aquellos chicos, era evidente que Gin lo salvó de aquellos malcriados. Sin embargo al llegar la gran directora del Instituto, Otose, Gintoki dijo que fue Shimura quien había golpeado a los chicos, pues sabía que sí el asumía la culpa le iba a ir demasiado mal con su madre adoptiva.

Allí fue cuando ellos se conocieron, el inicio de una amistad que posiblemente nunca tenga fin.

Kagura Yato:

Proveniente de una familia china que se trasladó al gran Edo cuando su hermano Kamui era un bebé.
Su padre es conocido como un el depredador en todas las empresas, tenía negocios por todo el mundo. Su madre era una bella modelo y actriz.

La pequeña Yato siempre vivió rodeada de lujos y comodidades, desde que estudiaba en el preescolar ella se nombraba así misma como "La Reina de Kabuki-cho", aunque un chico unos años más grande le arrebataba aquel título, ninguno de ellos quiso compartirlo con el otro.

Siempre fue una niña mimada y consentida, todos en la escuela sabían que era la hija del gran Umibouzu, así que no podían negarle nada, a excepción de un chico, la niña de ojos azules color océano y el niño de ojos color carmín compartían un enorme sentimiento. Ambos se odiaban.

Su padre tenía planeado que Kamui poseyera todas sus empresas, y para Kagura tenía planeado que se convirtiera en toda una celebridad como su madre.

A la edad de 14 años la chica de cabello color vermilion estudiaba el segundo grado de secundaria en el "Instituto Kabuki-cho".

No era la mejor en matemáticas, de hecho era la peor, pero tenía excelentes calificaciones en otras asignaturas, y no sobornaba a los maestros para conseguirlas.

Pero existía un enorme problema, la chica Yato ya no quería continuar con los estudios, tampoco quería ser modelo y mucho menos actriz, aún era demasiado joven pero si algo tenía muy seguro es que la idea de que alguien más decida su futuro ya estaba tirada en la basura, pero nada quitaba que era una niña y ni ella sabía lo que quería en el futuro.

Tuvo muchísimas discusiones con sus padres sobre su futuro, y un día estando harta cuando hablaban de él, salió corriendo de su lujosa mansión, ella sólo quería irse, no tenía dirección el donde correr, solamente quería estar lejos.

Y vaya que estuvo a punto de estar muy lejos, pero de la faz de la tierra, pues el permanente plateado iba manejando una motoneta, y un cuatro ojos iba en el asiento de atrás cuando atropellaron a la pequeña Yato.

Gintoki de encontraba desesperado y sólo buscaba una máquina del tiempo para reparar su error, mientras el de los lentes andantes se encontraba muerto de miedo.

Minutos después se percataron de que la pequeña aún seguía con vida y sólo tenía una pequeña herida en la cabeza. Ellos agradecieron al cielo de que no sucedió nada grave aquel día.

Fue en ese momento cuando los tres se encontraron, y para Gintoki, su Yorozuya ya estaba completa.

Pero si ese día una motoneta no hubiera interrumpido la trayectoria que tenían trazado los pies de la chica hacia aquel puente ella se hubiera encontrado con un castaño, que posiblemente ese día no iba a molestarla, si no que iba a consolarla y posiblemente le hubiera propuesto algo que la chica sin duda hubiera aceptado.

Gintoki Sakata:

Sus padres murieron cuando el era pequeño y no tenía más familiares en el mundo, tampoco tenía nada que heredar.

Cuando aún era un niño lo adoptó un tipo llamado Shouyou, quien fue su maestro, pues él impartía clases en el "Instituto Kabuki-cho".
Estando con él conoció a Katsura Kotaro y Shisuke Takasugi. Algunos años después conoció a Sakamoto Tatsuma, un chico de intercambio. Todos ellos fueron grandes amigos para él.

Sin embargo un día Shouyou se fue sin más, y sin dejarle una sola moneda al permanente plateado. Este último no quiso abusar de la amabilidad de sus camaradas y los padres de estos, pues querían adoptarlo, es estaba a punto de huir cuando se encontró con nada más y nada menos que la propia directora del Instituto, ella lo acogió como su hijo.

Ella se encargó de que el terminara sus estudios, le dio una profesión y un techo en donde vivir.

El de ojos de pez muerto se graduó como Arquitecto, pero tenía un título en Inglés avanzado que le permitía impartir clases del idioma antes mencionado. Pero cabe recalcar que el no quería estudiar, pero lo hizo porque era el sueño de Otose verlo convertido en todo un hombre con estudios y profesión. Para Gintoki estudiar fue la forma de agradecerle a Otose todo lo que ella había hecho por él. Gintoki a pesar de tenerlo todo no sabía que hacer con su vida.

Y el destino lo llevó a conocer a dos pequeños que le recordaron a sus antiguos amigos.

No pasaron más de seis meses en conocerse cuando los tres tomaron la decisión de huir de Edo.

Claro está que el tiempo hizo que sus familiares y amigos se enterasen de donde se encontraban. No recibieron apoyo económico de nadie, pero al fin ellos conocieron algo que se llama libertad.

Cinco años atrás, también un chico castaño de ojos color carmesí quería vengarse de la pequeña Yato, pues lo hizo experimentar sentimientos extraños, y ahora que ella ya no estaba en Edo, eso le causaba un gran dolor en el pecho. Y juró que cuando se enterase de donde se encontraba Kagura no dudaría en cumplir su venganza.


Comenten y díganme que les pareció, ya saben, sus comentarios me animarán a seguir realizando el fanfic de nuestro preciado shipp 💜

Esperen con ansias el siguiente capítulo, con el título que leyeron al final de la descripción del primer capítulo ya deberían de imaginarse a quien va dirigido ;)

Estaré actualizando diario si tengo el apoyo necesario de ustedes.

Si no cada dos días :v

Nos leemos en el siguiente capitulo :3

Del Amor al... ¿Odio?. ||Okikagu|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora