Pueden llamarlo confort, comodidad o simple estupidez, tal vez solo sea costumbre, pero ser segundo en la vida de alguien no es tan malo, no es tan malo que te dejen en el momento que quieran, que te levanten cuando te necesiten, que te busquen en sus momentos de soledad y te alejen cuando están "bien" acompañados...
Es bueno no ser necesario, así la gente te olvida fácil, quizá no tu a ellas pero con el tiempo te acostumbras, ya no duele, ya no quema, ya no lastima, la carga se hace soportable, ligera y a veces es divertido ser un juguete...
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Poesia bastarda.
PoetryPequeños fragmentos de mis pensamientos plasmados en una patética obra.