Beso

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Con espadas como armas ambos luchaban entre movimientos torpes y simples.

—Lo estas disfrutando ¿verdad?—preguntó ella mientras lo emboscaba con su espada capaz de borrar todo lo que tocase.

—Talvez—contestó con una sonrisa pícara y esquivó su ataque.

—Je, je—reía ella.

—¿De que te ríes?—preguntó él ante las risas que oía.

—Estoy exhausta, demasiado...—contestó entre respiraciones entrecortadas—Demasiado a tal punto que no puedo sostener esta espada.

—Yo también—él soltó su arma y se le acercó—¿Por qué no sueltas la tuya?—le ofreció él.

—Si la espada toca el suelo, este mundo se borrara por completo con nosotros en él—respondió.

—¿No crees que a estas alturas ya nada importa?—cuestionó.

—Mira el suelo—le ordenó. Él obedeció, al mirarlo su expresión cambió a una horrorizada.

—El suelo es de...tinta—dijo asustado deteniendo su acercamiento hacia ella.

—Eso prueba que no quiero destruir más y mucho menos a ti—dijo triste—Si suelto esta espada, lo destruire todo. Puedo controlar lo que destruye esta tinta pero no lo que la espada destruya ¿comprendes?

—¿Entonces como esta espada y la guadaña soportaron los golpes?—preguntó perplejo.

—Yo los recibía sin que lo notaras—explicó—Como dijiste, solo quería darte una lección pero creo que fui muy lejos.

—¿Soportabas tanto poder destructivo sola? ¿Por mi?—preguntó él mirandole con angustia. Él siguió con su acercamiento hacia ella. Ella no tenía la suficiente energia como para alejarse.

Cuando él estuvo lo bastante cerca dijo.

—Sueltala—pidió.

—¿Qué?—se sorprendió de lo que le pedia.

—Has cargado con este peso tú sola por mí y este mundo. Así que ¡Sueltala!—exigió.

—No puedo, Charles. No quiero perderte.—dijo con lágrimas en sus ojos.

—Hazlo, Noah. Mis decisiones te llevaron a esto. Tú no hiciste nada malo.

—Pero yo decidí ser la mala por tu felicidad. Yo también elegí mal.

—Y ahora yo decido ser el que destruya este mundo por ver una sonrisa tuya—le quitó la espada de las manos y la clavó en el suelo.

Un estruendo sonó a niveles enorme, parecia como si el suelo empezara a quebrarse, el cielo también lo hacía. Él cerró lo ojos y abrazó a Noah.

—¡Charles!, ¡¿Qué fue lo que hiciste?!—gritó ella en medio de esa caos.

—¡Lo siento!—se disculpó—Lamento que sufrieras por mi culpa, lamento crear un clon para matarte, lamento haber tomado malas decisiones y lamento haber sido la persona ideal para ti—dijo él entre lágrimas.

Ella tomó su rostro en sus manos—Charles, abre los ojos—él obedeció y la miró—Tú fuiste la persona ideal para mí. Aunque cometas errores, yo lo aceptaré y te amaré igual.—dijo y le dió un apasionado beso que él correspondió.—Te amo y nunca lo dejaré de hacer.

Después de esas palabras, todo para ambos  se volvió oscuro.

N/A
No se preocupen este no es el final.


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