Nuevo mundo

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Al matar a la mujer de tinta, el hombre de papel también había matado a su corazón. Con ese cambio, él decidió cambiar el mundo que había creado con ella. Él se aseguraría que la paz reinara en aquel mundo de papel.

—El nuevo mundo debe ser creado—dijo él.

—¿Nuevo?—cuestionó el mago.

—Habrá leyes—sentenció.

—¿Usted intervendrá, señor?—él parecía sorpredido de lo anteriormente dicho.

—Por supuesto que lo haré. Sin orden este mundo estaría hecho un caos.

—¿Cuáles eran esas leyes de las que usted hablaba?—cambió de tema el mago.

—Primero, no acercarse al océano de tinta por ninguna razón. Segundo, se deberan obedecer mis órdenes. Tercero, cada irrespeto a los dos leyes mencionadas anteriormente significan la cárcel.

—Informaré de esto a los ciudadanos, señor.

—Asegúrate de que entiendan las leyes y que no haya problemas con personas obstinadas.

—Entendido—dijo y desapareció.

Ese día un nuevo mundo había nacido al igual que una nueva personalidad para el hombre de papel.

Papel y tintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora