Capítulo X - Parte I: Imsomnio

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-¿Pueden explicar que es todo lo que está pasando?-dije colérico-.

-Renné y yo fuimos compañeros de la universidad, en pocas palabras, somos buenos amigos.-decía Ronald mientras se tocaba la barba- Supe de su desaparición así que vine aquí para encontrarlo, pero al parecer ustedes me ganaron, y además, encontraron la brújula.

-Entonces, ¿fuiste tú quien escribió la nota de cómo hallar la brújula?

-No puedo responder eso hasta que me ayuden a encontrar a esos gemelos malnacidos.

Iba a seguir preguntándole más cosas, pero Renatto me detuvo antes de si quiera abrir la boca. Se notó su molestia cuando yo había pedido una explicación y daba a entender que no quería que yo me entrometiera en todos estos asuntos que, para él, no me deberían interesar.

-Bueno, cual es nuestra primera parada Ronald.-Renatto usaba su tono irónico- Donde crees que puedan estar esos gemelos malhechores que tanto quieres encontrar.

-Deberíamos ir a los baños, si no mal recuerdo, ahí debería haber otra entrada a ese supuesto hospital. Es una zona en la que no se puede ingresar si tomamos la ruta del basurero o la del sótano. Además es el lugar más probable en donde se encuentren si es que no están en toda la prisión.

-Yo estuve cerca de ese lugar, pero nunca vi algo extraño o una entrada distintiva-dije confundido-.

-Es normal que no lo hayas visto, pues la entrada está muy bien escondida. Debajo de un inodoro para ser precisos.

-Entonces saben más de lo que pensamos.

-No exactamente.

Mientras conversábamos ya habíamos llegado a los baños. Toda la prisión yacía en silencio y no se podía sentir la presencia de nadie, al parecer todos los reos y uniformados ya habían desaparecido. Roger miraba a todos lados intentando buscar alguna presencia de vida o ver algo fuera de lo común, pero siempre regresaba la mirada al frente dando a entender que no encontraba nada.

Ronald entró a uno de los baños y presionó el botón de un inodoro. Inmediatamente el inodoro se elevó con una pequeña parte del suelo y dejo en vista una gran bajada llena de escaleras iluminadas por un color verdoso-azulado que marcaban su antigüedad. Era algo similar a la entrada del basurero con la diferencia de que la del baño no había sido utilizada en muchísimos años. Mientras bajamos la puerta se cerró nuevamente, Ronald nos dijo que no nos preocupáramos porque se abriría automática cuando regresemos.

A mi memoria vino el recuerdo de la primera vez que vi a Ronald, el reo mágico. Me pareció seriamente estúpido ese término que le pusimos: "mágico". Parecía como si unos niños hubieran discutido sobre él, porque ese término era totalmente limitante. Él no era mágico, era algo más que todo ese contexto. Sabía de muchas cosas de esta prisión, igual que Renatto, parecía como si ellos hubieran estado antes aquí o estuvieran relacionados con alguna cosa de la prisión que fue muy importante.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el término de la bajada de escaleras y la intensa luz del pasillo. El olor de este lugar era muy parecido que la zona debajo del basurero, solo que el primero era mucho más fuerte y hostigante.

Seguimos avanzando entre los interminables pabellones y caminos cerrados del hospital que se hacía cada vez más oscuro e inestable. Se sentía como si en cualquier momento todos los muros podrían venirse para abajo, aplastándonos y quedando enterrados. Ronald nos guiaba de manera tranquila, sin alguna preocupación.

-Lo que sigo preguntándome-decía Renatto con tono irónico- es que demonios haces aquí, Tomas.

-Te dije que yo asesiné...

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2017 ⏰

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