El amor está en el aire ( Maratón: parte 2 )

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Dominick:

Toque tres veces la puerta blanca que se encontraba en frente mio. A los pocos segundos escuche la voz delicada de la chica en el interior de la habitación dándome permiso para entrar.

Cuando entre, Mia se encontraba frente al espejo de su recamara, que quedaba en frente de la puerta principal, dando leves toques a su maquillaje. Aunque realmente no estaba viendo su cara a través del espejo. 

Me apoye en el marco de la puerta pasando minuciosamente mi mirada por todo su cuerpo sin dejar de pensar en lo hermosa que se ve con esa ropa. Traía puesto un suéter de lana beige fajado por una falda de color morado vino y unas medias negras cubriendo sus largas piernas y unos tacones negros haciéndole ver mas alta.

 Traía puesto un suéter de lana beige fajado por una falda de color morado vino y unas medias negras cubriendo sus largas piernas y unos tacones negros haciéndole ver mas alta

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Sentí como mi lobo se removía un tanto inquieto en mi interior. Aunque yo también estaba inquieto por sentir el tacto de su piel clara y suave

- qué tanto miras?- pregunto ella en tono burlón mientras tomaba lo que parecía ser un pincel muy fino y aplica pintura negra alrededor de su ojo. Sonreí de lado por su comentario y me fui acercando a ella lentamente

- solo miraba lo hermosa que te veías- pase mis brazos por su cintura y recargue mi barbilla en el hueco de su hombro- aunque en realidad siempre te ves hermosa- pose mi nariz cerca de su piel aspirando su fragancia y sonreí al identificar el olor a coco y menta que desprendía esta. Su olor se había vuelto más intenso en los últimos días por lo tanto me volvía más loco- hoy no te has puesto perfume- sabía perfectamente que lo hizo a propósito sabiendo el efecto que causaba en mí- me encanta tu fragancia- susurre en su oído sintiendo como se estremecía ante mi acto

-Dominick- dijo mi nombre en tono de advertencia mientras guardaba el maquillaje en una bolsa. Pero a pesar de eso no me separe

- que?- pregunte haciéndome el desentendido

Antes de que pudiera decir algo más, acerque mis labios a una zona específica de su cello. La zona en la que reposaba la marca que le habia hecho hace algún tiempo cuando la nombre como mía mostrándola como una "B" un tanto difuminada. Y gracias a esa marca, ese era un punto especial para ella que a mi tacto soltó un suspiro entrecortado y ladeo un poco su cabeza dando me más espacio para seguir besando ese lugar

- T-tenemos que ir a la reservación temprano- dijo ella tratando de detenerme

Suspire rendido, tenía razón. Hoy habia reservado una mesa en uno de los restaurantes que se hizo famoso en la manada. Algo para celebrar el aniversario de cuando nos conocimos. Antes de separarme completamente, le di un último beso a esa marca y la hice voltearse hacia mi para regalarle una sonrisa y besar de forma cariñosa su frente.

- no creas que esto acabó- dije tomándola por la barbilla acercando hacia mi para dejar un casto beso en sus labios 

Sin nada mas que decir, nos encaminamos fuera de la casa de la manada. Está oscuro, normal, eran como las 7 u 8 de la noche. Las calles estaban alumbradas por los postes y las luces de los establecimientos que se encontraban abiertos, había pocas personas paseando a estas horas, pronto se cumpliría el toque de queda, que era a las 11 de la noche. Pero lamentablemente, el lugar al que íbamos a ir no había cupo para mas temprano, por lo que no me sorprendió ver llenas las mesas del lugar cuando llegamos. Nos acercamos al mostrador donde se encontraba una chica con uniforme mirando una carpeta la cual supuse tenía la lista de clientes.

- disculpe- dije para llamar su atención. Ella levantó la mirada y me dedico una sonrisa amable, pero a pesar de que no tenía otras intenciones, sentí como Mía agarraba mi mano y la entrelaza con la suya en un gesto un tanto posesivo, lo cual me hizo sonreír.

- sí, qué desea?- dijo riendo un poco. Supongo que noto el acto de mi novia

- hice una reservación, ayer- dije posando mi mano libre en el bolsillo de mi pantalón

- nombre- pidió mientras revisaba la lista

- Dominik, Dominik Laurens- sonreí un poco cuando la chica levanto la mirada un tanto sorprendida

- Oh lo siento Beta- se disculpó de manera respetuosa- su mesa está lista- tocó una campanilla que se encontraba en el mostrador y enseguida un chico con ropa de mesero apareció. Su mirada se posó por unos segundos en Mia pero la apartó inmediatamente. La marca que le hice surte su efecto. El olor que ella desprendía se mezclaba con el mío en el momento en el que alguien intentara acercarse a ella- podrías llevarlos a la mesa 3, para dos personas- pidió al chico que empezaba a recoger del mostrador lo que supuse era el menú, este se limitó a asentir en su dirección. La chica se giró hacia nosotros con una sonrisa- que disfruten su noche  

Después de que el chico nos guiará a nuestra mesa y nos dejará los menús, volvió poco tiempo después para pedir la orden de bebidas.

- una coca cola normal y un jugo de fresa- dije sonriendo hacia Mía que, a pesar de no estar viéndome, sonrió dándome la señal de que hacerse a lo que pediría

- sabes qué podía pedir yo perfectamente- dijo mirándome con una ceja alzada cuando el mesero se fue 

- claro que lo se- dije dejando de lado el menu- pero me gusta tratarte con la amabilidad que merecer- Me sonrió y volvimos a dirigir nuestra atención a ambos menús para ver qué pedir- puedes pedir lo que quieras, esto corre por mi cuenta

- cual cuenta?- preguntó en tono burlón

- hey!, que trabajar como beta no es gratis- dije en tono un poco infantil logrando sacarle una risa

- entonces aprovechare tu caballerosidad- pude ver como un brillo  travieso se posaba en sus ojos

Trague saliva fuertemente. Creo que dejaré mi cartera en esta sena.

Guerrera De Los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora