Hola otra vez

136 6 0
                                    

Lo mejor de quedarse en casa de tu mejor amiga y tener un precioso coche totalmente reparado y mejorado, no tiene precio, ayer por la tarde luego de tener una incómoda charla con Miranda, fuimos a mi casa y buscamos algo de ropa y mi bolso para ir a la escuela, de cena la madre de Miranda ordeno una deliciosa pizza con piña, mi favorita, luego nos quedamos en su alcoba charlando un rato y pasada la medianoche quedamos totalmente dormidas.

-Miranda apúrate que vamos a llegar tarde-. Grito a Miranda desde la parte de abajo de las escaleras de su casa, Miranda parece una tortuga al alistarse.

-Ya casi estoy lista, espera un momento-. Grita devuelta, solté un gruñido y entre a la cocina, la madre de Miranda salió temprano esta mañana así que tome una caja de cereales y vertí leche en dos tazas.

-Al fin sales, pensé que te habías perdido en tu close-. Me burlo de Miranda sarcásticamente, se que odia mi sarcasmo, lo hice a propósito.

-April, guarda tu sarcasmo para después-. Me da una sonrisa falsa y yo me río de ella, cominos nuestro cereal y luego salimos.

•••••

Clase de biología no podía ser peor, en especial si teníamos que disecar animales, el profesor Lewis, nos sorprendió a todos apenas entramos con animales disecados arriba de su escritorio, nos explico como hacerlo y a cada alumno nos dio un animal que disecar y asigno parejas al azar, mi pareja era James Walker, un tipo un poco raro, cada vez que iba a realizar un paso para disecar la rana la tocaba y le decía cosas. James Walker era uno de esos chicos populares idiotas de la escuela, la verdad es que no trato de hacerse pasar de listo conmigo, el es rubio, con ojos verdes penetrantes y su piel es de un tono moreno.

Ya terminada la clase suena la campana del almuerzo y todos salen disparados como unos animales, espero que se quiten todos y salgo, voy primero a mi casillero y vacío mi mochila, tontos libros pesados, salgo caminado a la cafetería.

Ya con mi almuerzo en mano, busco a Miranda con la mirada y la veo en una de las mesas de en medio de la cafetería, me acerco y me siento.

-¡Adivina que!-. Chilla, súper contenta y excitada.

-¿Qué?-. Pregunto siguiéndole el juego.

-Nathan Cross me invito a salir-. Exclama Miranda muy extasiada y no lo podía negar, Nathan es sexy.

-¿Qué?-. Grito y todos en la cafetería guardan silencio,me miran, yo solo me muerdo la mejilla por dentro y ellos vuelven a lo suyo.

-Fue esta mañana, estaba en clase de álgebra cuando me llamo y me invito-. Balbucea por la emoción, por toda esta emoción diría que a Miranda le gusta mucho este chico.

-Uh hu, ¿qué le dijiste? ¿Aceptaste?-. Pregunto curiosa y alzo una ceja.

-Siiiii-. Miranda dice arrastrando la palabra con una sonrisa que llega de oreja a oreja, oh buen Jesús, esta chica esta loca por Nathan.

-Y bien, ¿cuando saldrán?-. Ella sonríe de forma maliciosa.-¿Qué esta mal?-. Pregunto por la sonrisa estúpida de su rostro, creo que estoy en problemas.

-Hoy... y eso no es todo, tu iras conmigo-. Suelta rápidamente, estaba comiendo un bocado de mi sandwich de pavo, me atraganto con el, cojo mi jugo de fresa y trato de pasar la comida, con la intención de no ahogarme.

-¿Qué estas loca? ¿Cómo pretendes que yo vaya a tu cita?. Yo no quiero hacer un mal trío-. Afirmo exaltada, es normal que Miranda me meta en estas cosas locas suyas.

-No harás mal trío, es una cita doble-. Explica sonriendo, frunzo el ceño.

-¿Con quién iré?-. Murmuro y la fulminó con la mirada, a veces la odio tanto, como en este momento.

So closeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora