Apuesta

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Estaba sentada en el sofá de la sala, esta mañana Hunter pasaría por mi, ya que ayer me lo dejo en claro y no caminaría 3 km por nada del mundo a la escuela, gracias a el trabajo de mamá ella salió temprano esta mañana, no dejaría que se enterara aún sobre mi auto, se enojaría como el infierno, es que era más que obvio ¿quien no se enojaría si supera que su hija le dejo a cargo su auto a un imbécil y ese imbécil lo volvió mierda?. Mi madre era una de esas que me castigaría por una eternidad, no dejaría que saliera o me graduara y sería como la Sra Simmons con gatos y sola viviendo con su madre, ese era un riesgo que no tomaría, me encamino a la cocina y tomo un vaso con agua en lo que escucho la bocina de un auto, la verdad no se por que tengo que esperar tanto tiempo si vivo al frente de Hunter, el "debería" estar listo más rápido que yo, pero esto era lo contrario. Salgo de la casa tomando mi chaqueta, bolso y llaves, entro en el auto y veo a Hunter utilizando una camiseta negra manga corta, que dejaba mostrar sus brazos musculosos y sexys, unos jeans ajustados y unas botas de combate negras, oh Dios mío este hombre quiere hacer desmayar a muchas chicas con su apariencia, pero sin abrir su boca, ya que era un completo idiota de mierda.

-Hola sunshine-. Saluda Hunter con una sonrisa cretina.

-Emm hola-. Balbuceo.

-¿Cómo estuvo ayer tu cita?-. Pregunta arrogante y sarcástico.

-Ja ja ja, sabes si lo recuerdo bien, tu imbécil arruinaste mi cita con Dan-. Exclamo con un leve sarcasmo en mi voz, pero al mismo tiempo muy cabreada por lo de ayer en la noche.

-Si así es, pero digamos que... mm... fue un favor nena-. Masculla guiñando un ojo.

-Cállate Hunter, sabes que no lo fue-. Respondo poniendo la cabeza contra la ventana cansada, tratar de llegar a un acuerdo con Hunter es imposible.

-Oye, sólo te hice un favor bebe-. Murmura poniendo las manos en señal de rendición. Suspiro.

Llegamos a la escuela, bajó del auto de Hunter y observo que hay varios chicos viéndonos salir juntos de coche, a lo cual me separo de el, entro por la puerta lateral de la escuela y Hunter por la de enfrente. Visualizo a Miranda en su casillero y me acerco a ella.

-Odio matemáticas-. Dice mientras toma su libro y suspira con fastidio.

-Bonita tu forma de saludarme-. Digo sarcástica.

-Oh lo siento April, es que ahora tengo clases con Miller, es una jodida mierda y tengo que irme ya voy tarde-. Exclama Miranda y se va.

-Buena suerte-. Grito desde mi casillero y ella levanta su dedo pulgar en señal de afirmación, me río por esa expresión y me dirijo a mi clase.

•••••••

-Bien alumnos, coloquen la asignación de la semana pasada en mi escritorio por favor-. Exclama el señor Parker con fastidio, a lo cual todos o bueno la gran mayoría incluyéndome hacemos lo que el dice.

-April ¿tu lo entregaste?-. Dice Hunter tras de mi.

-Pues claro idiota-. Digo rodando los ojos.

-¿Siempre eres así de testaruda y sabionda?-. Dice Hunter con fastidio.

-Si, ¡por suerte no me toco ser una maldita cerda como lo eres tu!-. Respondo cabreada.

-¡Cariño no se cómo puedes tratarme así después de lo que hicimos anoche!-. Exclama Hunter con un tono de voz muy alto, estoy segura de que todo el mundo escucho, se empezaban a oír murmullos y risas, hasta recibí una mala mirada del señor Parker.

Yo no iba a soportar esto, así que le di una fuerte bofetada en frente de todos, de inmediato todo se quedo en silencio y otra vez murmullos.

-¡Por favor silenció!, Black, Riddle-. Dice un cabreado profesor de historia señalándonos a Hunter y a mi. -esta tarde a detención, tomen asiento y se acabaron los murmullos, abran sus textos en la página 126-.

So closeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora