Lord Of All

*Dejadlo salir (III)*

Hermanitas mías, hermosas de mi <3 <3 <3

Ari chan, con manos llenas de teorías de la educación y pizzas a domicilio les da un cálido recibimiento.

Después del arduo trabajo personal, me he dado mi tiempo paras escribir esto, esa...vaina de Satán que esa a punto de ponerse buenona :D

Preparen sus kokoros, preparen sus cabezas y las toallitas de bebe o papel cotonell... hoy lloverá y no será el cielo :v

Bueno, quizás no tanto y yo solo quiero espantarlas ...

O no?

A leer!!!!!!!

(lamento si encuentran errores de ortografía y palabras sin sentido aquí dentro :333)

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Cuando la puerta se rompió en miles de pedacitos, los Padres de Jaehwan sintieron un miedo terrible, que quizás se disipo cuando miraron la sombra del hijo de su señor.

-Joven Jung...- dijo la señora Lee levantándose del piso después de tan grande estruendo -que paso? Porque...-

-y Jaehwan?-

-Jaeh...- los ojos preocupados de la madre del castaño se agacharon y a su lado se puso su marido -no... no lo sabemos, desde ayer que no lo hemos visto...-

El pelinegro entre cerro sus carmines ojos y miro alrededor, viendo que lo que decían no era mentira.

En el piso estaba el extraño dibujo que una vez miro en la pared del cuarto de Jaehwan, se agacho para tomarlo y verlo sin sentimiento alguno reflejado en su rostro.

Lo arrugo entre sus dedos mientras Hakyeon entraba acompañado de Wonsik mirando de mala gana a los mortales frente a ellos.

-entonces no está aquí ...- el pelinegro se puso de pie y luego miro a sus dos compañeros -tráiganlos ... también al anciano Jung-

-Joven Taekwoon?- dijo la señora Lee, pero este no le hizo caso.

Sin embargo, el pelinegro sintió como un sonido de afuera le llamaba, la atención.

Miro por la ventana y vio como un joven de cabello negro salía volando por los cielos, al igual que por el techo.

Por su figura... por su energía.

Debía ser un Mekya ... y si confiaba en sus instintos...

Iría a donde estaba Jaehwan.

-a donde vamos a ir?- pregunto Wonsik mientras tomaba el cuerpo inconsciente de la mujer mientras N le daba otro golpe en la cabeza al hombre de cabello negro y canas para dejarlo en el mismo estado.

-lo verán en un rato- Taekwoon miro hacia arriba y arrugo el rostro.

No sabía aun como era posible tener esos sentimientos tan despiadados dentro de su ser, aun creía que era algo increíble.

Pero al mismo tiempo, no quería darle más importancia ...tan solo disfrutar del goce que brotaba de los adentros de su ahora oscuro corazón.

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