Changed (II Temporada de Hunted-The Wanted Fanfic)

Capítulo 8 "Touché"

***NOTA DE ESCRITORA: SE RECOMIENDA LEER CON “SAY SOMETHING” DE A GREAT BIG WORLD. ESO CAUSARÁ MÁS EFECTO EN LO QUE ESTÁ POR OCURRIR.  *** 

Él me besó como si fuera la última vez, como si no pudiera estar lo suficientemente pegado a mí, me jaló de la cintura con una de sus manos y la otra en mi nuca, se aseguraba de que no me alejara y no rompiera el apasionado beso.

Esto era lo que yo quería. Él. Sus suaves y tiernos labios en los míos. Su cercanía.  

Me empujó y yo tuve que retroceder hasta que choqué con la pared, nuestros labios nunca se separaron y su mano se movió más abajo, justo sobre mi trasero. Sonreí, divertida y puse mi mano sobre la suya. Nos movimos de nuevo y me lanzó a la cama de dosel, cayendo sobre mí y alejándose de mi boca para depositar tiernos besos en mi cuello. Me apoderé del dobladillo de su camiseta  y tiré hacia arriba de ella, mis manos haciendo contacto con su piel caliente y un cosquilleo se extendiéndose por todo mi cuerpo. Cuando se alejó para mirarme su camisa se había ido y su pecho estaba expuesto ante mi, lo que sólo podía hacerme sentir más atraída por él, asi que puse mis manos en sus mejillas y lo atraje hacia mi.

Sus dedos desabrocharon mi blusa de encaje como si fuera lo más sencillo del mundo, incluso cuando estaba besándome y no podía ver lo que hacían sus manos. Cuando quitó mi blusa, puso su mano en mi estomago, la otra junto a mi cabeza y profundizó el beso. Pero cuando se alejó y me miró no era él...ya no era Nathan quien me besaba...su rostro había cambiado y ahora Kain me miraba, sus ojos del color de la lava y su expresión divertida de siempre. Se acercó y me besó, ferozmente, exigiendo una respuesta.

Me senté de golpe y miré desorientada mi habitación.

Se suponía que Montserrat debía de estar en esta habitación, pero Lizzie había dicho que ella cuidaría y calmaria a la chica así que Lizzie y Montserrat compartían habitación, desde que ella no podía irse a su propia casa porque podía incendiarla o algo peor.

Un sudor frio bajo por mi espalda, provocándome escalofríos. Estaba amaneciendo y el cielo afuera parecía igual de confuso y deprimente que yo.

____: ¿Qué mierda fue eso?- gruñí, levantándome de la cama. Bostecé y cambié mi pijama por una camiseta holgada y unos shorts, dejándome las medias que me había puesto cuando me había acostado a dormir, y luego amarré mi cabello en un moño flojo. Bajé a la cocina, que estaba sorprendentemente vacía y abrí la nevera en búsqueda de algo para comer, no tenía muchas ganas de cocinar y me sentía increíblemente mal también como para encender la cocina. Asi que solo agarré lo primero que encontré y me senté en una de las altas sillas del desayunador.

Emborracharme no era lo mejor que podía hacer en este momento, pero demonios, lo necesitaba. Cuando una cerveza no resulto suficiente, bebí otra y luego otra...hasta que perdí la cuenta y finalmente cuando no pude levantarme de la silla y no podía ir hasta la nevera por otra cerveza, simplemente puse mis brazos en el desayunador y apoye mi cabeza en ellos, sintiéndome aun más miserable y deshecha que al principio.

XXX: ¿Estás borracha?-una voz familiar preguntó. Pensando que alucinaba y escuchaba la voz de alguien que debía de pensar lo peor de mi ahora, levanté mi cabeza hacia el lugar del que provenía la voz.

____: No lo estoy-mi voz definitivamente borracha dijo. Pero no había duda, borracha o no, reconocería a ese chico en cualquier parte.

Nathan.

Vestía las mismas ropas de ayer, unos jeans oscuros con una sudadera con capucha  y supras. Su cabello castaño estaba peinado de forma que aunque estuviera desordenado lucia bien y sus ojos eran tan hermosos como siempre. Dios mio, era imposible olvidarme de este chico, no importaba que tanto bebiera o me esforzara.