Kávé Keserű

1.1K 170 60
                                    

Oikawa despierta aturdido ¿Y como no? Si se desmayó en brazos de un desconocido estando borracho. La luz lo obliga a cubrirse el rostro con las mantas que lo resguardaban del frío. Un olor dulce llegó a su nariz, deleitandolo, nunca antes había sentido algo así.

Finalmente se sienta sobre la cama para observar su entorno. Era un cuarto pintado de azul, con cuadros, y decoraciones extrañas, ordenado increíblemente bien para su gusto. Era cómodo. Libros por aquí y por allá, le daban una gran sensación de paz.

Entonces nota que la ropa que estaba usando no era suya. Llevaba una camisa negra que le quedaba larga junto a unos lindos pantalones de pijama con gatitos estampados por todos lados. De igual forma, no se sentía para nada amenazado, así que volvió a colocar la manta cerca de su nariz para seguir deleitándose con ese olor.

—¿Ya despertó el Bello Durmiente?— se burla una voz mientras abre la puerta.

El chico que entra tiene aspecto de gato, con una sonrisa de medio lado, mostrando burla, y trae consigo una ráfaga de aire plagado con el aroma que desprendían las mantas.

—¡Hey, hey, hey, quiero conocer a la doncella!— otro chico empuja al primero, dejándose ver. Este, por su lado, tenía aspecto de Búho, con grandes ojos dorados y una sonrisa enorme, destilando alegría.

—Bokuto, calmese— una voz tranquila se abre paso, dejando ver que se trataba de otro chico, pero este tenía cara de querer morir—. Lo están confundiendo.

Bokuto se le acerca, de un salto, más de lo necesario a la cara, colocando ambas manos sobre el colchón para observarlo con esos enormes ojos dorados, queriendo explorar su alma.

—¿Verdad que no te estamos confundiendo?— pregunta, como si quisiera hipnotizarlo.

Oikawa estaba a punto de abrir la boca cuando sintió el característico olor de un Alfa, recordando al instante a su ahora ex, llenándose sus ojos de densas lágrimas. Bokuto se asusta, saltando de regreso para ocultarse detrás de Akaashi.

Kuroo, junto a su marcado instinto de Alfa, termina metiéndose entre las sabanas para rodear al chico con sus brazos, dejando que este ocultara el rostro en su cuello mientras lloraba a gusto.

—Así que este era el verdadero tú— decide reírse un poco mientras lo consuela.

Akaashi se cruza de brazos, observando tranquilamente la escena,  llama la atención de Kuroo con una seña de las manos.

Presentate, articula con los labios,  sin producir un solo sonido.

Kuroo acerca su boca al oído del chico, comenzando a susurrar las primeras palabras sin intención de burla.

—No quiero molestar tu momento de desahogo, pero si Bleacker viene y se encuentra con que ninguno sabe siquiera tu nombre creerá que te secuestramos y nos matará— con su mano crea círculos sobre la espalda del chico— ¿Me dirías tu nombre?

Oikawa se separa, limpiando lágrimas y mocos, para pronunciar con voz temblorosa:

—Tooru Oikawa.

—Bien, Tooru...— Kuroo para su discurso cuando otra persona entra corriendo a la habitación.

—¡Bleacker está aquí!— Iwaizumi apenas logra decir eso cuando la mujer entra, detrás de él.

—Exijo conocer al chico— son sus primeras palabras.

Oikawa la ve desde su posición en la cama, notando como todos tiemblan al estar ella presente,  aunque no tiene el olor de un Alfa.

—Dime tu nombre, pequeño— su voz se vuelve dulce para dirigirse a él, como si fuese su madre.

—Tooru Oikawa— no duda en repetírselo, haciéndola sonreír.

—Mi nombre es Karrell Bleacker, hijo, ¿Sabes quiénes son ellos?

Oikawa decide ser sincero y negar esa pregunta. Todos tiemblan.

—Oh... Ya veo— y su murada rápidamente se transforma en una daga para dirigir palabra a sus acompañantes—. Tetsu, cariño, te dije que sino conoces a la persona cuenta como secuestro.

—¡Puedo explicarlo!— el muchacho levanta ambos brazos, cubriéndose—. Lo encontré bailando borracho en una discoteca llena de Alfas, no podía dejarlo ahí tirado.

Los ojos de Bleacker se abren a su máximo alcance, apurándose en acercarse para hablar fijamente con el chico.

—Tooru, dulce niño ¿Quisieras trabajar en El Café de Clearke?— pregunta, con esas palabras todos los muchachos se colocan detrás de ella, como señal de respeto a la mujer mayor—. Aquí protegemos a los Omegas, les damos un trabajo junto a una habitación y comida hasta que consigan establecerse en algún lugar de su preferencia con o sin una pareja aprobada por los cinco aquí presentes.

Oikawa se queda en silencio, su cabeza duele un poco, pero se fuerza a pensar. No es una mala opción trabajar en el lugar al lado de gente extraña donde no se cruzaría de nuevo ni con Ushijima ni con Shirabu.

—Y no te preocupes por tus cosas, Kuroo y Bokuto se encargarán de traerlas antes de la cena— Bleacker sonríe de forma cálida, ofreciéndole la mano para cerrar el trato— ¿Aceptas?

Oikawa no lo pensó mucho, menos aún cuando su mirada cruzó con la de ese chico de cabello raro.

Kuroo.

—Acepto— y toma su mano.

Eʟ Cᴀғᴇ́ Dᴇ Cʟᴇᴀʀᴋᴇ ♪KᴜʀᴏOɪ♪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora