Kávé Forrás

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El ambiente dentro del café va resultándole mucho más que agradable a Oikawa, dado que poco a poco el lugar se va llenando de las personas. No hay discriminación, por la puerta ingresan desde tiernos Omegas, hasta deslumbrantes Betas y poderosos Alfas. Los olores representativos de los lobos internos no parecen ser un problema, son cubiertos por el aroma del café caliente, desayunos clásicos y postres que deleitan a los comensales.

Suave música sonaba por todo el lugar desde puntos estratégicos en un tono agradable. Oikawa sentía el impulso de sentarse en alguna mesa para disfrutar más del bonito lugar, mejor aún si tomaba alguna de las mesas que se encontraban en el segundo piso del café, todas las personas parecían muy a gusto con el ambiente cálido que se experimentaba allí dentro.

─Oikawa─ la voz de Iwaizumi lo regresa al trabajo que debe realizar─, por favor, atiende las mesas del segundo nivel, algunos de nuestros Omegas entraron en celo y no podrán trabajar hoy.

─A sus ordenes, capitán─ son las palabras de Oikawa antes de subir la escalera que daba al segundo nivel.

Ese mágico mundo donde las parejas parecían más que cómodas.

Oikawa ve como una mano se levanta en su dirección cuando por fin coloca sus dos pies sobre la madera del segundo piso. Con un ademán bastante coqueto, el Omega se acerca a la mesa en la que requieren sus servicios, los pasos largos y elegantes que encantan a la mayoría de Alfas y Betas que encuentra (incluso algunos Omegas, que nunca podrían decirlo por la horrible ley). Es en ese momento que llega a su destino para tomar el pedido que nota algo extraño.

Son dos chicos Alfas que se dedican miradas cargadas de amor mientras entrelazan las manos sobre la mesa, a la vista de todos. Él, un simple Omega, nunca antes había presenciado algo igual, pero suponía que, dentro de El Café de Clearke, no existían las reglas que atemorizaban al mundo exterior.

─¿Qué les gustaría tomar?─ la sonrisa que dibuja Oikawa refleja toda su comodidad con la situación.

Ambos Alfas hacen su pedido, y con ese mismo muestran sus personalidades. Uno calmado, como la noche, y otro alegre, brillante, como el sol. Oikawa quería, incluso pedirles una foto, pero se ve interrumpido por unos brazos que le rodean la cintura, el olor de ese lobo Alfa ya lo conoce muy bien.

─Kuroo─ uno de esos chicos, el que es como la luna, lo saluda─, creí que no trabajabas por la tarde.

─La temporada de celo está comenzando para nuestros Omegas, así que los Alfas tenemos que hacer un turno más para cubrirlos─ se explica el hombre, bajando el rostro para dejar la barbilla apoyada sobre el hombro de Oikawa.

─¿Es su pareja?─ pregunta el otro chico.

Oikawa niega con la cabeza, soltándose de los brazos de Kuroo para hacer una reverencia.

─Perdonen las molestias, ya traigo su orden─ y con eso puede irse del lugar.

Era muy pronto aún para querer que alguien sea su pareja, él sería un Omega sin marca ni Alfa, pero tampoco por esas razones iría a entregarse al primero que se le cruzara. Quería conocer mejor a Kuroo, pero ese hombre iba sin más a coquetearle y abrazarlo.

Que tampoco estaba mal, porque ese Alfa tenía unos brazos increíbles en los que no le molestaría refugiarse durante su celo. Nada más pensar eso sacude la cabeza, enviando sus imágenes mentales lejos.

Era algo normal, dentro de una semana más su celo llegaría, los pensamientos impuros se lo aseguraban, solo debía relajarse un poco.

─Iwaizumi, aquí está el pedido─ sin mediar otra palabra, hacen un intercambio, donde Iwaizumi toma el papel y Oikawa la charola con dos desayunos─ ¿Mesa?

─La que está al fondo del pasillo, mesa junto a la ventana.

De nuevo, el olor del lobo de Kuroo inundó sus sentidos, pero esta vez no se encontraba tocándole, solo caminaba a su lado sin decir alguna palabra.

─¿Necesitas algo, Kuroo?

─¿A demás de tu número y descripción de pareja ideal?─ ríe─. Tal vez no vendría mal una cita.

Oikawa siente como su lobo interior, que había estado tranquilo desde su ruptura con Ushijima, repentinamente se levanta y aúlla de emoción. Toma un respiro profundo mientras serpentea entre las mesas hasta llegar a la que debe entregarle su pedido. No le toma mucho tiempo hacerlo, por lo que Kuroo le espera, mostrando una sonrisa de costado que le resulta bastante atractiva a Oikawa.

─¿Sabes, Kuroo?─ el Omega se cruza de brazos, divertido─. No llevamos mucho de conocernos, ¿siempre eres así con los Omegas lindos que conoces?

─Aunque me divierto coqueteando para molestar, esta vez estoy siendo serio ¿no quieres tener una cita conmigo? Aquí, en el café, a media noche─ su propuesta va acompañada de un guiño de ojos.

El corazón y su pequeño lobo Omega se inquietan dentro de Oikawa, dejando que un poco de rubor tiña las mejillas del chico.

¿Por qué no? Ya no tenía novio y debería empezar a buscar a un buen Alfa para pasar una agradable semana durante su próximo celo.

─No suena nada mal─ es su respuesta─, te daré el honor.

Kuroo, con la destreza de gato que le caracteriza, toma la mano de Oikawa para dejar un beso sobre los nudillos.

─Entonces pasaremos una agradable noche hoy, Omega─ las suaves palabras hacen vibrar su pecho, soltando un sonido similar a un ronroneo─. Sigue trabajando, nos veremos en más tarde.

Sin más, el Alfa se marcha del lugar, luego de crear esa escena frente a muchos clientes, que le ofrecen sonrisas y pulgares arriba a Oikawa mientras él continúa atendiendo mesas.

La noche ahora parecía bastante prometedora para el Omega.

Eʟ Cᴀғᴇ́ Dᴇ Cʟᴇᴀʀᴋᴇ ♪KᴜʀᴏOɪ♪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora