Kávé Csak

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Bleacker tiene una sonrisa que refleja amor de madre, eso puede verlo claramente Oikawa, alguien que no había convivido más de treinta minutos con ellos, por ende le sorprende cuando repentinamente cambia de humor para querer arrancarle la cabeza al chico que lo salvó de un lugar lleno de Alfas.

─¿Cuantas veces te dije que tenías que conocerlo bien antes de arriesgarte a traer a alguien a nuestra guarida? ¡Si hubiera sido un Alfa encubierto no tendría más opción que matarte, Kuroo!─ y jala de la oreja del chico mientras este ríe cortamente.

─¡Ya, ya!─ intenta sacarse de encima a la mujer─ ¡Olía demasiado bien para ser otro Alfa intentando entrar a la organización!

Oikawa se sonroja fuertemente debido a eso, no era que él realmente se sintiera avergonzado, eso nunca, le gustaba mucho que alabaran su increíble olor de Omega, y ese mismo lado lo delataba. Su parte Omega dominaba demasiado los sentidos de todo su cuerpo como para resistirse a las palabras de un Alfa.

─Genial─ Bleacker por fin lo suelta, pero vuelve a dirigirse hacia él─. quiero que Bokuto y tú vayan por las cosas de Oikawa al canto de: ahora.

Kuroo hace el saludo militar junto a Bokuto, decididos a irse hasta notar que les faltaba un poco de información.

─Eh... Esto es complicado pero ¿Nos dirías donde vivías?─ pregunta Kuroo, casual.

Oikawa gira los ojos mientras suelta una corta risa. Da la dirección de su ex-novio/prometido para que el dúo dinámico salga como un torbellino en busca de sus pertenencias.

─Bueno, no tardarán mucho, así que espera pacientemente, Akaashi podría prestarte algo...

Repentinamente, la cabeza de Kuroo se asoma por la puerta, dándole un susto enorme a todos dentro de la habitación. Su sonrisa se ensancha.

─Oye, Tooru─ le guiña un ojo─, usa algo de lo mío─ y vuelve a desaparecer, dejando al nombrado con un sensación extraña.

─Ese chico nunca se cansa del mismo numero─ Iwaizumi se queja, rascándose la nuca como un mal hábito.

─A Kuroo le gusta ligar─ Akaashi se encoje de hombros, quitando totalmente la importancia del asunto—, más aún cuando se trata de Omegas.

—¡Ni qué decir de cuando encuentra a otro Alfa!— Bleacker se ríe, recordando—. No te dejes llevar por él, Tooru, porque es su forma de bromear al inicio... Preocúpate si continúa así luego de una o dos semanas.

Oikawa siente que algo dentro de él se mueve con fuerza y se hace una promesa para subir su ego: lo hará caer por él. Un Alfa al que le gustaba coquetear con cualquiera era un blanco fácil para el gran Tooru Oikawa. La sonrisa le sale natural por ese pensamiento.

—Oh, esa es una sonrisa interesante— la señora se fija demasiado en su gesto—. De todas formas, el café ya debería de abrir. Akaashi, pequeño mío, ayúdame para que Tooru se acomode en la habitación de Kuroo ¿Podrías traerle un uniforme y explicarle las reglas básicas?— luego se dirige a Iwaizumi—. Hajime, tu colócalo en el área de trabajo que te parezca adecuada para él y repórtame todo lo que ocurra— camina hacia la puerta y antes de cerrarla tras de sí—. Muchas gracias, chicos, den su mayor esfuerzo como siempre hoy.

Y desaparece.

─¿Tenía algunos pendientes?─ Akaashi suelta la pregunta sin detenerse mucho a pensar en la posible respuesta.

─Dijo que debía ocuparse de un nuevo acuerdo─ Iwaizumi se encoje de hombros─. Explícale las cosas, yo me haré cargo del lugar por ahora.

Akaashi suspira pesadamente, luego se dirige a la puerta junto a su amigo, pidiéndole a Oikawa que espere un poco más para que él lograse conseguirle un uniforme adecuado. Por el momento no sabe mucho del lugar, ni siquiera del aspecto que debía tener el café ¿Sería un lugar agradable y hogareño o un lugar inhóspito, vacío y con olor a añejo? No lo sabía. Tampoco conocía  nadie más lo suficiente pero sabía que podía confiar en ellos, tenían una aura que le brindaba un poco de esa paz que se perdió la noche en que descubrió la verdad de Wakatoshi. No le quedaba otra opción a parte de esperar.

Mientras tanto, Kuroo y Bokuto se paran frente a la puerta de la casa de Ushijima, pensando en cuál sería la siguiente estrategia para conseguir que el mismo chico les ofreciera las cosas sin llamar a la policía.

─¿Sabes qué? Esto no es divertido de otro modo─ y, Kuroo, de una sola patada ya había derribado la imponente puerta, dando pasos estirados hacia el interior.

─¡Kuroo, esto no es legal!─ aunque Bokuto se preocupa al inicio, termina siguiendo a su amigo al interior.

No tienen que avanzar mucho para encontrar a los únicos seres vivientes dentro de la casa. Ushijima lleva simplemente un pantalón de pijama, pareciendo lo más relajado posible al lado del otro chico, Shirabu, que se mantenía con una camisa demasiado grande para él. Esa escena es suficiente para que Kuroo se prenda en llamas de ira, algo que Bokuto nota inmediatamente, logrando hacerse a un lado a tiempo.

─Tú debes ser Wakatoshi Ushijima─ la sonrisa se ensancha con cada paso que da en dirección al sujeto.

Un golpe no sería suficiente.

Eʟ Cᴀғᴇ́ Dᴇ Cʟᴇᴀʀᴋᴇ ♪KᴜʀᴏOɪ♪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora