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Ya no más, por favor.
Ya no más, por favor.
Ya no más, por favor.
¡Ya no más, por favor!

[. . .]

Orfanato.

Twilight se encontraba dibujando sentada en un girador.

Sola.

No tenía amigos, para los otros niños del orfanato era muy rara. Una de las razones por las que creían eso era porque cada noche ella sufría pequeños ataques que a muchos les aterraban.

El girador se comenzó a mover.

-Hola. -la contraria levantó la vista-. Soy Pinkie Pie, ¿tú debes de ser Twilight, no?-preguntó con una sonrisa aquella niña de cabello rosa.

Ella no respondió y simplemente bajó la vista.

-¿Y quieres jugar, o qué?

No contestaba.

-Okey...

Antes de irse dejo una galleta a lado de ella.

Twilight volteó a ver la galleta... y sonrió levemente.

[. . .]

-Por favor, dios, cuida mi alma para que esté segura cuando duerma. Y si llegará a morir mientras duermo, te imploro que tomes mi alma...-rezaba la peli-rosa antes de dormir.

Se escucharon gritos.

Se asomó a la puerta para escuchar mejor.

-¡TWILIGHT, NO HAY NINGÚN MONSTRUO!

La pequeña seguía gritando.

-¡NECESITO A MÁS MADRES PARA QUE ME AYUDEN!

Pinkie escuchaba todo preocupada. Quería ayudarla.

Siempre veía a las madres vigilar mucho a Twilight, ella no entendía porqué lo hacían.

Había estado mirándola desde lejos durante varios días, hasta que finalmente se animó hablarle.

Pensaba que era muy bonita.

Los gritos de un momento para otro cesaron.

Miró a las madres salir de la habitación de Twilight. Aprovecho esto para escabullirse para ver cómo se encontraba ella.

-¿Twilight?-tocó la puerta pero no respondía-. ¿puedo pasar?

Entró encontrándose con la cama hecha pedazos, había ropa en el suelo... con sangre. Fue al closet de la habitación encontrándose a Twilight totalmente aterrada y con los brazos lastimados con sangre.

Ella la miró aterrorizada, su primer instinto fue abrazarla. No sabía que ocurría pero los abrazos siempre la alegraban a ella, quizás pueda funcionar con Twilight.

-Tranquila, todo está bien, ya paso, ya paso. -le decía mientras la abrazaba. La peli-morada respondió el abrazo, enterró su cabeza en su pecho aún con miedo.

Pinkie no iba a preguntar qué había pasado, no era momento para eso.

-Nadie aquí me cree...

-Yo te creo.

Wherever You Go ✧ TwiPie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora