Wherever You Go ✧ TwiPie.

04

Pinkie Pie estacionó el auto fuera de aquella casa. Bajo y entró a la casa para encontrarse con una escena horrorosa.

-T-Twilight... ¿q-qué h-hiciste?-cubrió su boca con sus manos horrorizada al mirar al hombre y a la mujer muertos en la entrada de la casa.

-Tenía que hacerlo Pinkie...

-... N-No, ¡t-tú d-dijiste q-que llamaríamos a la p-policía, no esto!-se alejó del hombre.

-¿La policía? ¿en serio crees qué me iban ayudar?-cuestionó incrédula.

-¿Y c-cómo sabes q-qué son e-ellos?...

-Esos ojos. -señaló al primer asesinado-. Jamás los olvidaré, y a ella...-señaló a la mujer-. tampoco.

Tomó de la mano a la peli-rosada y la llevó a la cocina.

-Y él-.

-¡¿También lo mataste?!-gritó cubriendo su boca de nuevo.

-¡Él lo sabía, también era culpable! Todavía se atrevió a mentirme en mi cara...-miró con amargura el cuerpo del joven sin vida.

-... ¿H-Hay alguien más?-se atrevió a preguntar

-Una chica, está arriba...

-¡N-No! ¡no puedo con esto!-salió corriendo de la cocina.

-¡Hey!-la siguió hasta afuera de la casa-. ¿No vas apoyarme?

-¡Los mataste Twilight! ¡esto no era lo que habíamos acordado!-gritó tratando de no llorar.

-¡Ya te dije que tenía que hacerlo! ¡después de todo el daño que me hicieron se lo merecían!

-Y-Yo... lo siento, ya no podré ayudarte. Esto fue demasiado lejos. -no resistió más y las lágrimas comenzaron a salir-. Adiós Twilight. -se dirigió a su auto.

-¡Pinkie Pie!... Agh.-se quejó y volvió a entrar a la casa. La nombrada subió a su auto mientras lloraba.

¿Cómo su amiga pudo ver sido capaz de eso?

Sabía que estaba más que dolida, furiosa, con esas personas que la habían hecho sufrir bastante.

¿Pero los hijos tenían la culpa? ¿Y si se había equivocado de familia?

Podría ser...

Escuchó un disparó desde dentro de la casa. Abrió los ojos con asombró y se apresuró a bajar del auto para entrar nuevamente a la casa.

Los gritos de la chica se escuchaban por toda la casa.

-¡TWILIGHT! ¡¿DÓNDE ESTÁS?!-gritó mirando a todos lados preocupada.

Siguió rápidamente los gritos, en el camino todo estaba destruido y... había sangre. Pero no era ninguna de la familia.

Finalmente la había encontrado en un closet totalmente aterrada con sangre en su ropa por las heridas.

La miró con sorpresa y preocupación. Se acercó a ella y la abrazó.

-Shh, tranquila... ya paso, ya paso, estoy aquí...-murmuraba mientras la abrazaba.

-Nunca me dejara en paz...