Un año después todo ha cambiado. Camila ya es un poco más mayor y por lo tanto debe de ser una persona más responsable, o al menos, eso deberían de pensar todas las personas que no la conocen. Las que sí, saben que ninguna persona de diecisiete años...
La cena ha estado realmente fantástica porque no nos ha faltado de nada pero solo pensar en lo que viene ahora me revuelve el estómago. Ahora somos unos pobres terneros siendo llevados al matadero para ser sacrificados. Nos dan las mejores cosas porque saben que muchos de nosotros no seremos elegidos por ningún distrito y nos veremos obligados a emigrar a otro país, sería como un regalo de despedida y para otros una cena de bienvenida a otro sitio.
- Ahora empezaremos con la asignación de distritos. -informa uno de los delegados por el micrófono del atril- Les recordamos que todos los interesados en algún oficial deberán levantar la paleta con el número de distrito que es.
En la gran pantalla a la que antes me refería sale una foto del Distrito número uno, por lo que debemos ir en orden hasta el último que se va a cerrar. Aparecen las caras de todos los oficiales individualmente junto a unos adjetivos sobre ellos tanto positivos como negativos para que los jefes de otros departamentos se decidan a levantar su paleta. No quiero ver más hasta que no me obligue a ver donde les ha tocado a mis compañeros, por eso me pongo a hablar con mi madre por WhatsApp.
Cada vez que levanto la cabeza para dejar un segundo de mirar el móvil me encuentro con la mirada de Antonio. Nos ha tocado la mesa colindante a la nuestra y justo está enfrente mía, por lo tanto los de su mesa no se van a dar cuenta de nada y menos su acompañante. Es muy bonita, tiene un aire a Shay antes de... Bueno, de Shay. Rubia con ojos azules, creo que tiene debilidad por los ojos claros porque dos de dos es bastante llamativo pero no es Laura, al menos no es la misma mujer que estuvo con él en el hospital.
Veo que saca su móvil del bolsillo de la chaqueta aprovechando que su pareja se marcha al baño y no sé por qué siento que algo va a pasar. Sigo hablando con mi madre por móvil pero cuando salgo de su chat me encuentro con un mensaje con el apellido Dawson. Espero que sea Gaby aunque tengo la impresión de que no, de hecho no es ella sino su querido hermano diciéndome que tenemos que hablar. ¿Qué tenemos que hablar?¡Pues claro pero no aquí!
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Dejamos la conversación a medias ya que la chica vuelve y nuestra comisaría sale en la pantalla. No sé si estoy más nerviosa por no saber si mis compañeros y yo vamos a estar en el mismo sitio o porque dentro de nada va a salir mi cara en dimensiones gigantescas. Tengo esperanzas de que sea cierto lo que me dijo Peter al ofrecerme trabajo en su equipo y espero tener varios pujantes por si una de las opciones no me convence.
Empiezan por Myles que se encuentra sentado al lado de Spencer comiéndose las uñas. Me enferma cuando hace eso, hemos intentado que no se las coma de muchísimas maneras pero aún así lo hace. Solamente levantan las paletas los jefes del Distrito 6 y el del 1, lo que significa que tendrá que elegir entre esos dos. Después le toca a Andy que no tiene la misma suerte porque sólo levanta la paleta el del Distrito 58, al norte de Chicago.
- Chicos, voy a irme a casa. -les comento- No me encuentro bien.
- ¿Vas a irte ahora? -me pregunta Andy- Ahora te va a tocar a ti.
- Ya me contaréis mañana.
Voy a la mesa de mis antiguos compañeros para ir hacia la puerta de salida y me despido de ellos con un tímido movimiento de mano. No me encuentro nada bien, no sé si es por los nervios o por el lote de comer pero tengo muchas ganas de vomitar. Hay que saber cuando marcharse a tiempo y creo que para mí ha llegado la hora de hacerlo, no voy a montar un circo aquí en medio si me entra fatiga.
- Perdona. -dicen desde un coche; sigo andando como si nada- ¿Eres la chica más guapa de Chicago?
Freno en seco al escuchar la pregunta de ese chico. Todavía no me he acostumbrado al descaro de aquí y eso que llevo viviendo en Chicago más de un año.
- ¡Kelly! -grito sorprendida al verle; aparca el coche y sale- ¡No me lo creo!
Voy hacia él y le abrazo fuertemente. Hace mucho tiempo que no veo a todos los bomberos del 51 juntos, si es verdad que sigo teniendo relación con varias personas de allí pero desde el funeral de Shay no he vuelto a verlos a la gran mayoría.
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- ¿Entonces eres la más guapa de Chicago?
- Para ti siempre lo he sido. -respondo riendo- ¿Qué haces por aquí?
- Iba de camino a casa, aún me cuesta aceptar que no voy a estar con ella en el salón.
- Ya, a mí todavía me cuesta aceptarlo.
Hace unos meses que nos quedamos sin nuestra mejor amiga por culpa de una explosión. Por suerte no pilló a nadie más cerca del centro de la explosión porque sino hubiera acabado igual de mal como ella.
- Tendremos que hacernos la idea de que no volverá. -suspira- ¿Y tú, qué haces por aquí así vestida?
- Viene la policía, Kelly. -le advierto al ver un coche de patrulla por el carril de la derecha- Llévame a casa mientras te lo explico.
El primer día que le conocí me aproveché de él para que me llevara a la Estación de bomberos y encima creo que le vacilé un poco en su cara. Ahora voy a pensarme si de verdad no es una costumbre mía porque cada vez que me lo encuentro le pido que me lleve a algún sitio. Lo bueno es que a pesar de ser un mujeriego sigue siendo la buena persona que conocí al principio y nunca me ha dicho que no a nada. Siempre ha estado ahí para mí y yo para él, por eso tengo la necesidad de contarle a alguien aparte de Gaby lo que me pasa. Sé que en temas como este va a poder ayudarme de forma comprensiva pero si es para otros mejor que no le pida consejo porque siempre va a sacar su parte masculina.
