Los días pasaron bastante rápidos aunque cogiera la gripe y que me provocara quedarme en casa una temporada. Las chicas se turnaban para venir a verme y distraerme un poco, incluso Brett se había acercado con Kim y Jay. Al principio me sorprendió pero después caí en que no debe saber nada por el momento y casi mejor porque es una buena chica.
Hoy mis planes son irme a casa de Kelly para que me cocine él y no tener que lavar ningún plato. Al final he acabado cogiendo la ropa que tengo fuera del armario, justo la que tenía puesta el día que me puse enferma. Algo simple y cómodo, un conjunto deportivo de color blanco junto a un gorro de lana celeste a juego con unas botas de nieve, total, para estar tirada por casa tampoco me voy a arreglar.
- Oye, el tema de la casa... -comenta saliendo del aseo con una toalla en la cintura- Podemos ir cuando te recuperes.
- ¡Genial! -respondo incorporándome del sofá- Yo creo que mañana ya me debería incorporar.
¡Este tío está brutal!
- ¿En nuestra casa te vas a pasear en toalla también? -pregunto irónica- Más que nada por no sorprenderme.
Kelly ríe.
- Entonces no te voy a responder a eso.
Reímos.
Creo que lo vamos a pasar bien. No sé, me da la impresión que el único quebradero de cabeza que me va a dar es cuando se traiga alguna chica a casa pero le advertiré de que me avise para intentar no asustarme por ver a una desconocida en mi casa.
- ¿Te quedas en casa? -pregunta desde su habitación- Van a venir a casa a echar unas partidas de póker algunos del 51 y del 21.
- Bueno un rato me quedo y después me voy, no quiero empeorar.
- Si quieres échate en mi cama cuando quieras.
Nos ponemos a preparar las mesas, tapetes y fichas. No sabemos cuantos van a venir con exactitud pero con tener bastante cerveza es suficiente. Encargamos pizza y sushi para la hora de cenar, metemos las bebidas en cubos con hielos después de tenerlas en la nevera y nos tiramos en el sofá de nuevo hasta la llegada de la gente. En realidad espero que alguien decida no jugar porque yo no tengo ni idea de como se juega y se ponga a darme conversación.
Nos pasamos la tarde viendo películas de miedo, me encantan y él ni se inmuta. No le noto brincar del susto aún estando recostada en sus piernas, será de profesión profesional. Estoy tan relajada con las caricias que me hace en el pelo que no quiero que la gente venga para estar aquí tirada todo el rato.
- Severide... -susurro- ¿por qué no tienes novia?
Nos miramos.
- Pff.. -suspira pensando la respuesta- Supongo que no ha llegado la indicada y mi fama de mujeriego no ayuda.
Reímos.
- Por lo menos lo tienes claro.
Asiente.
Llaman al timbre.
Kelly se acerca para abrir y yo me incorporo del sofá, deben de estar los chicos llegando ya que está anocheciendo. Entran Otis, Mills, Cruz, Jay, Kim y Erin. Mañana tenemos que ir a currar por lo que no debería acabar tarde la reunión aunque nunca se sabe. Desde que piso el Molly's he acabado cerrándolo un par de veces, así mientras limpian el local podía seguir hablando con quien estuviera allí para después irme a casa. Los chicos vienen con algunas cervezas de exportación y ellas con alimentos para picar antes de comer. Esperamos a que llegue más gente y empezar a jugar, mientras, nos ponemos a charlar entre nosotros y me voy enterando de cosas que no sabía. Kim y Adam estaban separados y ella se había liado con Roman; Cruz casado; Erin y Kelly habían estado juntos y me temo que Jay siente algo por ella porque se mostró incómodo con la conversación.
Poco a poco empezó a llegar la gente y comenzaron a jugar. Las mesas son de cuatro personas y dos eran bomberos y otros dos policías. Adam y Truddy con Mills y Boden, Cruz y Gaby con Erin y Alvin, Casey y Otis con Kim y Jay...digamos que todos estaban bien separados de la persona con la que pasa la mayor parte del tiempo. Llaman a la puerta y me acerco a abrir. Soy la única que no está jugando así que agradezco tener un poco de entretenimiento. Como no, Antonio.
- Ey... -saluda- Pensaba que seguías enferma.
Asiento dejándole pasar.
- Ya me voy encontrando mejor, espero mañana poder incorporarme al trabajo.
- ¿Gripe? -pregunta; toso- Eso te pasa por andar descalza, tienes muy mala manía.
No puedo con las zapatillas de andar por casa pero ni desde pequeña. Recuerdo que mi madre me tenía que comprar unos calcetines con huellas para no resbalarme cuando iba con ellos por mi casa.
- ¿Cerveza? -pregunto.
- Siempre.
Reímos.
Le paso una y se la abre con un abridor casero, es decir, uno de sus anillos. Esas actitudes de macho tienen su morbo y él lo sabe, son años de experiencia. Yo meto en el microondas una taza de agua para hacerme una infusión puesto a que ni me apetece beber alcohol y tampoco estoy recuperada.
- Oye, quiero pedirte disculpas por como me puse el último día que nos vimos. -comenta- No estuve acertado y te hice daño gratuitamente.
- Dijiste lo que pensabas y yo actué así por ira, no por daño. -respondo antes de beber- Me da rabia lo que haces con Brett aunque me sigas queriendo porque sé de primera mano lo que es y después de que ha ido a casa de una persona que no conoce para saber como está me doy cuenta de que no se lo merece. -Antonio asiente dándome la razón- Tienes que pensar en ti, lo entiendo, pero también en el daño que puedes hacer.
- No me dejas de sorprender... -comenta- Siempre has sido más madura que yo.
- Por eso te enamoraste de mí.
- No. -responde sonriendo- Por eso estoy enamorado de ti.
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De Vuelta Al Distrito 21
Hayran KurguUn año después todo ha cambiado. Camila ya es un poco más mayor y por lo tanto debe de ser una persona más responsable, o al menos, eso deberían de pensar todas las personas que no la conocen. Las que sí, saben que ninguna persona de diecisiete años...