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CAPÍTULO 2

— ¿Jinhwan verdad? — Comenzó el pelinegro — nada mal sinceramente, tenía razón ese bastado — hablo por lo bajo inconscientemente –qué parecía demasiado relajado para la situación bajo su entrepierna- alertando al menor.

—Sí, yo ah. Kim JinHwan señor — el más bajo de nuevo se levantó haciendo una reverencia fallida, había –de alguna manera- pateado el escritorio frente a él.

—Mierda — murmuró Junhoe debido a que el rubio había mordido accidentalmente su falo debido al golpe.

—Yo, ah lo siento soy algo torpe, creo — se disculpó incontables veces antes de tomar asiento de nuevo.

— ¿Cuántos años tienes? — Necesitaba desviar el tema, pensaba que en cualquier momento su rostro lo delataría.

—Dieseis, casi diecisiete.

—Eres perfecto — el pelinegro pateo a Bobby alejándolo de su pene, había tenido suficiente y por más que quisiera seguir disfrutando aquello necesitaba mirar más de cerca al chico "ah" salió de la boca del peli-claro, el más alto guardo rápidamente su miembro –aun húmedo- dentro de su pantalón y caminó hasta donde se encontraba Jinhwan — levántate — no hizo falta qué lo mencionara dos veces, el más chico se encontraba aterrado, una especie de mala espina comenzaba a molestarlo, se encontraba incomodo, dado que el contrario se encontraba examinándolo por completo, — de acuerdo puedes tomar asiento de nuevo, ese bastardo tenía razón sobre ti.

—Yo, ah, me preguntaba, cuál iba a ser mi puesto de trabajo — inevitablemente Bobby debajo del escritorio comenzó a reírse limpiamente al igual que Junhoe.

—Ya sal de ahí idiota — El peli-naranja se había extrañado, no entendía que le causaba tanta gracia, y aún más cuando el chico bajo del escritorio salió, pensaba que estaba por volverse loco, esto era completamente extraño — espéranos afuera, te llamaré en un momento — el rubio salió del lugar no sin antes mirar por completo a Jinhwan, estaba seguro que en algún momento le pediría a Junhoe poder probarlo.

—Él, yo, ¿él estuvo todo el tiempo ahí? ¿Qué hacía? — Por segunda ocasión en menos de lo que creyó posible el pelinegro rio, este chico debía estar bromeando ¿verdad?

— ¿Es una broma verdad? — Junhoe no estaba enojado, al contrario se divertía con la situación, no podía creer que el chico frente a él fuera tan inocente — sólo arreglaba algo — prefirió seguir al ver que en verdad no había captado.

—Oh bueno, yo ah ¿entonces qué voy a hacer? — cuestiono de nueva cuenta curioso e intento ocultar su eje animado. Junhoe lo miró por unos segundos analizando la situación, en realidad este chico era un tema nuevo para él y de alguna extraña razón le fascinaba, había valido cada maldito centavo.

—Iré al grano ¿de acuerdo? — El menor solo asintió un poco entusiasmado — tu padre, el señor Kim se puso en contacto conmigo, no me dijo razones y la verdad no las necesitaba en ese momento y ahora menos, a cambio de una gran cantidad de dinero te puso a mi disposición, de mi empresa más específicamente. Más claramente, te vendió como puta Jinhwan. — El silencio se instaló en el lugar, fríamente el más chico pareció palidecer. No quería creerlo, no podía ser verdad, porqué eso significaba que lo qué había escuchado la noche anterior era en referencia a él y lo qué el tipo frente a él le decía era cierto, su padre lo había vendido.

— ¿Q-qué? — Jinhwan entro en completo shock y el pánico lo invadió por completo — no, eso... debe ser una broma de mi padre ¿verdad? — sus ojos comenzaron a picar debido a las lágrimas que amenazaban con salir.

— ¿Una broma? Niño despierta y deja de llorar ¿quieres? Tengo cosas más importantes que hacer — no toleraba que las personas lloraran, ¿Qué quería que le dijera que lo había conmovido y lo dejaría en libertad? Había pagado el suficiente dinero para que le perteneciera.