CAPÍTULO 10

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Despidió a Hanbin sin muchas novedades. Se quedó pensando ¿Qué haría sólo en aquella cena? Nunca, desde que se había vuelto dueño de KOO había asistido solo a ese tipo de lugares. Luego de que sus padres fallecieran, poco le importó lo que los demás pensaban de él al verlo llegar con Hanbin a esos eventos. Pero lo cierto era es que nunca había soportado a una persona más tiempo del debido, por lo que invitar a cualquiera persona que lo pretendía no era una opción.

Continúo con su papeleo con ese pensamiento en la cabeza. Era la primera vez que iría solo, a menos que encontrara a alguien pudiera soportar por el resto de la noche sin correrlo a medio evento. No era porque de verdad necesitaba una pareja para asistir, pero en realidad él si la necesitaba, si no quería morir de aburrimiento. Todos los asistentes eran por muchos años, mayores a él.

Luego de terminar, salió de su oficina y cerro el lugar, Rosé ya había salido hacia unas horas atrás, se había retrasado con el trabajo por darle tantas vueltas al asunto y aun así no había conseguido solucionarlo. Una vez dentro del elevador presionó SB4. Reaccionó una vez que las puertas de metal se abrieron y se topó con el lugar, se encontraba tranquilo, como debería para ser esa hora. Dudosamente bajó en la planta y caminó pensando que no se encontraría con nadie. Ni siquiera él sabía por qué continuaba ahí, sólo debió presionar de nuevo el botón correcto, pero algo ahí lo mantenía. Se encontraba demasiado ensimismado en el asunto de no querer presentarse solo a la cena, qué pensó en quien de todas las opciones que tenía era la menos peor.

Mino no la era, últimamente estaba muy ocupado en sus cosas, Rosé era una chica linda pero no quería comprometerse con ella, y llevar a Lisa sería comprometedor para él. Seunghoon y Seungyoon definitivamente no eran una opción. Jiwon, menos. Últimamente se había alejado de todos, no lo veía y no sabía lo que hacía, tampoco le importaba mucho.

Entonces lo vio, recargado frente a la pared, su joya. Su nuevo juguete que no había probado, pero lo había llevado a lo alto del mercado en la pornografía. Jinhwan. Era simplemente perfecto, Jinhwan lo odiaba, y él no tenía ninguna intención de querer algo serio con el menor. No habría compromiso.

—Te estaba buscando — Mintió, no necesitaba darle explicaciones al más bajo, así que algo dudoso por la decisión precipitada continuo. — Necesito que me acompañes a una cena de gala, no puedes decir que no. —Fingió que aquello era algo más que trabajo y le restó importancia a la reacción contraria, — entonces, yo vendré el viernes a las siete en punto, compra un traje o algo formal. — Se dio la espalda sintiendo su interior gritar por lo que acaba de hacer, él nunca había actuado tan precipitadamente como lo había hecho. Se extrañó y pensó que tener un acompañante lo pondría de nuevo en sus casillas, pero solo sería todo lo contrario.

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Mino no pudo pegar ningún ojo en toda la noche. La duda lo carcomía a cada segundo. Jinwoo no pudo haberle mentido ¿o sí? Su estómago daba un vuelco con sólo pensarlo, Jinwoo era diferente, se lo había incluso demostrado, creía en él. Pero simplemente su mente le jugaba sucio haciéndolo dudar.

Y pese a todo ahí se encontraba, frente a la puerta del mayor, con toda la información que Junhoe le había dado la noche anterior taladrándolo. ¿Cómo iba a salvarlo? No tenía en mente nada, necesitaba sacarlo de ahí antes que Junhoe se deshiciera de él. Su corazón palpitaba fuertemente de sólo pensar en estar lejos del más bajo, inconscientemente se había encariñado con él, tenía la necesidad de protegerlo de todo.

Y ahora tenía la duda sobre si Jinwoo estaría consiente de que su familia podría estarlo siguiendo y sólo lo estaba usando para ganar tiempo. Se deshizo de esos pensamientos y decidió entrar a la habitación, Jinwoo no podía ser ese tipo de persona, se habían conocido lo suficiente como para saberlo.

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