Jimbert - What is and what should never be/Lo que es y lo que nunca debería ser

La fuente de los deseos

En la multimedia tenemos al restaurante de comida china.

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Tras poco más de veinte minutos dentro del automóvil llegaron hasta el restaurante. Robert bajó del vehículo casi corriendo.

Bonzo alcanzó a su amigo y entraron juntos al lugar. Una amable chica les ofreció una mesa, pero Robert la ignoró caminando directamente a la fuente, Bonzo tuvo la delicadeza de detenerse para disculparse.

Ahí estaba nuevamente ese budai gordinflón y risueño; lo observó con recelo hasta que Bonzo llegó a su lado. Entonces recordó su objetivo y buscó una moneda en sus bolsillos.

-¿Tienes una moneda?- pidió el rubio. Bonzo sacó un puñado de ellas y Robert tomó una, titubeante.

Tragó saliva y observó a Bonzo que con una seña lo alentó a pedir su deseo.

-¿Y si no funciona?- preguntó aterrado ante la idea.

-No lo sabrás si no lanzas la moneda.

Robert dudó por un momento más. Tenía miedo de saber la verdad. La verdad siempre asusta y duele, pero no la puedes negar para siempre porque eso no la hace desaparecer. A la verdad no le importa si crees ella o no, ella es real independientemente de ti. Y eso le aterraba, la gente es más feliz en la ignorancia.

-¿Qué esperas?

-No sé si quiera...- musitó con voz quebrada- ¿Y si... y si no me gusta la realidad?

-Yo estaré aquí contigo y todos los que te queremos- aseguró John con voz dulce.

Armado de valor, en su mente pronunció las palabras, besó la moneda y cerrando los ojos la lanzó en la fuente escuchando el plop al contacto con el agua. No percibió diferencia alguna, sus ojos permanecían aún cerrados con fuerza. Tenía miedo de abrirlos y descubrir la verdad.

Lentamente dejó que la luz entrara en sus pupilas. Todo parecía igual, pudo escuchar a los comensales charlar entre ellos; buscó a Bonzo con la mirada y de pronto sintió una moneda entre sus dedos, volteó hacia su mano. Pudo notar que sus ropas eran las mismas del día de la pelea. Estaba de vuelta.

Sonriendo enormemente encerró en su puño a la moneda y corrió hacia la salida alcanzando a Jimmy que estaba a punto de entrar en un taxi.

-¡Espera!- gritó deteniéndolo. Jimmy hizo una mueca que expresaba exasperación; obviamente no quería escuchar más reclamos.

Robert contuvo su llanto ante la alegría de encontrarse con él de nuevo. Lo abrazó con fuerza sorprendiendo a Page- Lo lamento tanto- susurró en su oído aferrándose a su cuerpo temiendo perderlo de nuevo, prolongó el abrazó tanto como pudo.

-Rob- trató de articular Jimmy. Robert se separó y lo besó, saboreando sus suaves labios con ansias.

-Robert, tranquilo- dijo Jimmy ante la actitud de su esposo que lo estrujó entre sus brazos nuevamente.

-Oh, Jimmy- murmuró entre sus cabellos oscuros- La lamento tanto, amor. Te amo.

-Está bien, no es gran cosa.

-No tienes idea de cuánto siento haber sido tan duro contigo- dijo contra su cuello.

-Está bien, amor. Yo lamento desear no haberte pedido matrimonio- se disculpó Jimmy buscando la mirada de Robert.

-No, yo lamento desear no haberte conocido nunca- aseguró con sus manos sobre los delgados hombros de Jimmy.

-¿Eso pediste?- preguntó impresionado.