Con suerte y me salvaba para no verlo por las tardes donde ahora trabajo.
Todavía a pasada 2 semanas, mi pancita ya se empieza a notar, pero muy poco. El jefe ya lo sabe, pero lo que no sabía es que Justin estaba asociado con esta empresa, solo lo vi una vez y el me miró, como diciendo '' ¿Qué haces aquí? '' De ahí en fuera, no me a visto. Pero yo a el, si.
- Si, todos los papeles están listos. -Dije poniendo los papeles en el escritorio del dueño.
- Gracias. Se me hace muy raro que alguien como tu este embarazada, ____. -Me dijo algo raro- Estás muy joven.
- -reí bajo- Pensarás que tengo 18 o 19 años. Como se ve que leíste mi currículo. -Dije bromeando.
- No, en realidad no lo leí. Supe que serías buena trabajando, y vaya que no me eh equivocado. Perdón por mi siguiente pregunta, pero dime, ¿qué edad tienes?
- Esa es una falta de respeto hacía una dama, señor. -Me hice la ofendida conteniendo una gran risa- Tengo 26.
- Discúlpeme. Te lo dije, estás joven. ¿Que hay del padre?
- Señor, hay personas que bueno, lo deben estar esperando. -Dije nerviosa.
- Siéntate, ellos pueden esperar. Eres mi empleada, así que tendrás que estar aquí mientras yo te diga. -Sonrió- ¿Te importaría que te preguntara cosas sobre ti?
- No se preocupe, sólo hágalo. -Me senté, y dije algo segura.
- Tutéame, __. -Dijo riendo- ¿Y el padre?
- Bueno, nos divorciamos hace un tiempo. El bueno, no era feliz.
- Lo siento tanto, fíjate. Yo igual tenía una esposa, tal vez no era hermosa, pero amaba su personalidad. Ella era simplemente perfecta, hasta que me dejó por otro hombre.
- Yo..yo igual lo siento.
- ¿Sabes por qué te lo digo? -Negué- Te me haces, una chica muy joven. Sabía quien eres por el principio, Esposa de Justin Bieber. Sé quien es él, y también con quien se involucra.
- ¿Por ser esposa de él, me contrataste? -Dije seria.
- Claro que no, sabía que estabas embarazada también. ____, eres muy joven. Mereces a alguien mejor.
- ¿Que trata de decir? -Dije ya, aturdida, nefasta.
- Mereces a alguien como yo. -Dijo serio.
Me quedé unos segundos como un estatua hasta que la secretaria se apareció y dijo que lo esperaba un empresario.
Salí de allí, jugando con mis manos y viendo a la nada. Realmente estaba, sorprendida. Que digamos, Carter no era feo, ni por nada. Al contrario, era muy atractivo. Pero, no me arriesgaría, se que es muy respetuoso, y todo, pero en si, el no es mi tipo.
~
Me llegó un mensaje de texto, y lo leí.
- Lo siento si dije algo muy comprometedor, pero necesitaba decirlo. Sabes, eres una chica muy tímida. No te preocupes, ____. No le diré a nadie, ni mucho menos algo que te comprometa conmigo, y te lo repito, si dije algo muy fuerte, algo que te haya lastimado al poco tiempo de que te has divorciado, perdóname. Yo igual lo tomé por sorpresa, pero me gustaría que salgamos a platicar o no sé, no comprometedor. Piensalo. Que tengas buen provecho.
Lo leí nerviosa con mis labios temblando, y mis manos agarrando el celular. Carter. Carter. Carter.
